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Las razones que Susana dice, y las que calla
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Antonio Casado

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Las razones que Susana dice, y las que calla

La presidenta andaluza, Susana Díaz, explicó ayer las razones del adelanto electoral para el 22 de marzo. Son más artificiales que la leche en polvo. Puro

Foto: La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)

La presidenta andaluza, Susana Díaz, explicó ayer las razones del adelanto electoral para el 22 de marzo. Son más artificiales que la leche en polvo. Puro caldo de cerebro. Como culpar a la supuesta inestabilidad creada por sus socios de IU, cinco minutos después de aprobarse los presupuestos y de que los dirigentes de esta formación se mostrasen contrarios a romper el pacto. Ahora se añade una dudosa radicalización de IU apadrinada por Alberto Garzón en su acercamiento a Podemos. Otro recurso verbal en nombre del derecho a decidir de los andaluces.

Vamos con las razones que oculta. La primera es la ventaja en las encuestas. Lógico. Conquistar el poder es la misión en la vida de cualquier dirigente político. La segunda, diferenciarse de un PSOE en horas bajas y, al tiempo, miel sobre hojuelas, contagiarle con su eventual victoria en las urnas andaluzas. Aunque a veces no lo parezca, va en el mismo barco que Pedro Sánchez y ambos quieren mejorar la marca. El “hay otra forma de gobernar” necesita estrenarse con una victoria. Si gana Susana en marzo, la remontada del PSOE empezará a ser verosímil. Si pierde, esas siglas históricas quedarán al borde de la bancarrota en las urnas territoriales de mayo. Una tercera razón es quitarse el sambenito de una presidenta sin urnas que la consagren en el cargo institucional. Nadie podrá decir que su legitimidad de origen se agota en la militancia o en la voluntad del cazatalentos, José Antonio Griñán, su antecesor en la Junta. Tampoco se la podría tachar de mentirosa por prometer sobre la biblia que su prioridad es Andalucía.

Todo lo cual pasa por frenar a Podemos en Andalucía. El ascenso del partido de Pablo Iglesias se estaba convirtiendo en un riesgo creciente para la continuidad de los socialistas en el Gobierno de la Junta. Si triunfan en las urnas andaluzas de marzo y en las municipales de mayo, reventarían la discutible verdad fletada por Iglesias y Rajoy, cuando se declaran competidores únicos en la lucha por el poder. Díaz quiere demostrar que en eso no vale, al menos en Andalucía, poderoso bastión territorial del socialismo, una comunidad donde todavía es evidente la preeminencia de PSOE y PP como primeros actores.

A todas las razones expuestas se apunta el secretario general, Pedro Sánchez. No diría yo tanto respecto a otra de las razones inconfesables de Susana Díaz, que goza de amplísima circulación y es generalmente manejada por los analistas, para explicar el anticipo electoral comunicado ayer: estar disponible para disputar a Sánchez en julio la candidatura a la Moncloa. En esas fechas ya será mamá primeriza y habrá pasado dos veces por las urnas institucionales, las autonómicas del 22 de marzo y las municipales del 25 de mayo. Pero se ha quitado de la cabeza lanzarse a esa aventura y en esas primarias. Aún no es su tren.

En los últimos días ha dicho tantas veces que su compromiso es Andalucía (ayer, por última vez, “es aquí donde quiero estar”) que toma cuerpo la tesis de unas elecciones primarias “abiertas y competidas”, como suele decir en la distancia corta CarmeChacón. Ese es el nombre, no el de Susana Díaz, destinado a disputar a Sánchez la candidatura socialista a la Presidencia del Gobierno. Salvo que para entonces se hubiera consolidado la figura de este hasta el punto de ahuyentar a otros aspirantes. En ese caso lo lógico es que Chacón diera un paso atrás.

Pero eso ya es entrar en el terreno de los futuribles, cuando lo único que un servidor de ustedes quería era demostrar que las verdaderas razones de Díaz para convocar las elecciones anticipadas son puramente estratégicas. Responden a un cálculo de interés personal y de partido y por ello no las menciona. Qué le vamos a hacer.

La presidenta andaluza, Susana Díaz, explicó ayer las razones del adelanto electoral para el 22 de marzo. Son más artificiales que la leche en polvo. Puro caldo de cerebro. Como culpar a la supuesta inestabilidad creada por sus socios de IU, cinco minutos después de aprobarse los presupuestos y de que los dirigentes de esta formación se mostrasen contrarios a romper el pacto. Ahora se añade una dudosa radicalización de IU apadrinada por Alberto Garzón en su acercamiento a Podemos. Otro recurso verbal en nombre del derecho a decidir de los andaluces.

Susana Díaz Izquierda Unida Pedro Sánchez Carme Chacón