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PSOE y Podemos: la lucha por el territorio
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Antonio Casado

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PSOE y Podemos: la lucha por el territorio

Los partidos políticos están en celo. Es lo que toca en vísperas electorales. Y así hasta finales de año. Cuatro convocatorias en cartel

Foto: Pedro Sánchez, en la clausura de la Conferencia Autonómica. (Efe)
Pedro Sánchez, en la clausura de la Conferencia Autonómica. (Efe)

Los partidos políticos están en celo. Es lo que toca en vísperas electorales. Y así hasta finales de año. Cuatro convocatorias en cartel. En fin de semana coincidieron la Conferencia Autonómica del PSOE en Valencia y la manifestación de Podemos en Madrid. Sábado para la marcha de indignados, convertidos ya en partido político, por ahora extraparlamentario. Domingo para la puesta de largo de los candidatos socialistas a las elecciones autonómicas de mayo con tronante discurso de cierre a cargo de Pedro Sánchez. Tan tronante como el anterior de Pablo Iglesias. Con los mismos gritos de “¡presidente!,¡presidente!”.

Comienza a escenificarse así la dura lucha que se avecina por el territorio de la izquierda. Los dos bandos están clarísimos. Uno es el de lo malo conocido, que para Sánchez es la izquierda “acreditada, seria, solvente y contrastada”. Y el otro, el de lo bueno por conocer, que para Iglesias es “construir un país para la gente". El líder de Podemos siempre dijo que su partido aspira a “ocupar el espacio abandonado por el PSOE”, mientras que Sánchez ha vuelto a recordar en su discurso de ayer que “lo mejor que le ha pasado a este país siempre ha venido de la mano del PSOE”.

Con tres líneas de actuación estratégica: ocupar el centro, presentar un proyecto claro para demostrar que “hay otra forma de hacer las cosas” sin desairar a Bruselas y mantener unido al partido. La tercera parece encarrilada tras el adelanto electoral en Andalucía. Ha silenciado el ruido interno que arrojaba dudas sobre la gestión de Sánchez. "Tus enemigos se sentarán a tu lado”, escribía ayer Vicent citando a Churchill. Los enredadores saben que Susana Díaz necesita el apoyo de la dirección federal del PSOE. Han decidido aplazar unas hostilidades que habrían dañado a la lideresa, cuya estampa llevan los adversarios internos de Sánchez en sus devocionarios

Es lo que tiene ser el enemigo común. Sin olvidar que también las dos fuerzas en disputa por el espacio de la izquierda de toda la vida tienen en el PP al enemigo común: la derecha de toda la vida. Y eso une mucho a la hora de forjar una nueva Legislatura que va a estar marcada por la política de alianzas a causa de una fragmentación de fuerzas inédita hasta ahora en nuestra orografía electoral.

Los partidos políticos están en celo. Es lo que toca en vísperas electorales. Y así hasta finales de año. Cuatro convocatorias en cartel. En fin de semana coincidieron la Conferencia Autonómica del PSOE en Valencia y la manifestación de Podemos en Madrid. Sábado para la marcha de indignados, convertidos ya en partido político, por ahora extraparlamentario. Domingo para la puesta de largo de los candidatos socialistas a las elecciones autonómicas de mayo con tronante discurso de cierre a cargo de Pedro Sánchez. Tan tronante como el anterior de Pablo Iglesias. Con los mismos gritos de “¡presidente!,¡presidente!”.

Pedro Sánchez