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Podemos: el fuego amigo de Maduro

No parece que estén por la labor de sumarse al gesto solidario y comprometido de González en defensa de los opositores venezolanos Leopoldo López y Antonio Ledezma

Foto: El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ante sus seguidores. (EFE)
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ante sus seguidores. (EFE)

Después de las vacaciones de Semana Santa se producirá la anunciada incorporación de Felipe González a la defensa de Leopoldo López y Antonio Ledezma, dirigentes de la oposición venezolana encarcelados desde hace un año, el uno, y un mes el otro. Estamos ante un asunto más de la política española. Si había alguna duda, la despejó ayer Nicolás Maduro con su insensata arremetida contra el expresidente del Gobierno.

A sus amigos de Podemos les hubiera gustado ponerle un bozal al sucesor de Hugo Chávez. No han podido evitar la inoportuna descarga de fuego amigo. El presidente venezolano pone en evidencia al partido emergente, algo más que un partido de moda en España. Aparece en algunas encuestas como eventual ganador de las próximas elecciones generales. Pero la rabieta televisada de Maduro contra el histórico líder del PSOE no ha hecho más que multiplicar en la opinión pública el impacto de la resistencia de Iglesias, Monedero y compañía a valorar el encarcelamiento arbitrario de los líderes antichavistas.

Burdo, inmaduro, desapacible, excesivo y tan demagógico como siempre, a Nicolás Maduro no se le ha ocurrido otra cosa que declarar a Felipe Gonzálezenemigo de la revolución bolivariana. Le acusa sin más de “lobbista” y “golpista” al servicio del eje Madrid-Bogotá. Fantasías propias de una mente averiada que busca salidas a sus ataques de contrariedad. Entre dictadores y corruptos, la tendencia a declararse víctimas de una conjura es más vieja que la tos.

Burdo, inmaduro, desapacible, excesivo y tan demagógico como siempre, Maduro ha definido a González como enemigo de la revolución bolivariana

Sin embargo, al menos en este caso, no alcanza a silenciar el general aplauso de los españoles por la solidaria implicación del expresidente español (1982-1996) en la causa de las libertades fundamentales y el respeto a la ley. El reconocimiento de ese compromiso con los valores democráticos le llega por la derecha y por la izquierda, por el poder y la oposición.

El líder de los socialistas, en rueda de prensa,no ha podido ser más explícito: “Aun siendo una decisión personal, quiero que tengan ustedes claro que tiene el apoyo rotundo del PSOE”, ha dicho Pedro Sánchez. También el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aplaudido la iniciativa por boca del ministro García-Margallo: “Defender las libertades, los derechos humanos y el Estado de derecho me parece una tarea muy digna que enaltece a Felipe González”.

De la reacción de Podemos no hay noticia, más allá de la bien documentada y bien retribuida afinidad de sus principales dirigentes con el régimen chavista. No parece que estén por la labor de sumarse al gesto solidario y comprometido de González en defensa “no de unos presos políticos,sino de unos políticos que están presos”, según dice. En estos momentos hay más de cien en las cárceles venezolanas.

Después de las vacaciones de Semana Santa se producirá la anunciada incorporación de Felipe González a la defensa de Leopoldo López y Antonio Ledezma, dirigentes de la oposición venezolana encarcelados desde hace un año, el uno, y un mes el otro. Estamos ante un asunto más de la política española. Si había alguna duda, la despejó ayer Nicolás Maduro con su insensata arremetida contra el expresidente del Gobierno.

Nicolás Maduro