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Marcha atrás de Maduro el inmaduro
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Antonio Casado

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Marcha atrás de Maduro el inmaduro

Venezuela se ha convertido en asunto de política nacional. Pero, pese a la fuerte tensión diplomática de estos últimos días, las lanzas se han vuelto cañas y Maduro ha suavizado el tono

Foto: El presidente venezolano, Nicolás Maduro, en los actos conmemorativos del golpe de Estado de hace 13 años contra el presidente Hugo Chávez. (Efe)
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, en los actos conmemorativos del golpe de Estado de hace 13 años contra el presidente Hugo Chávez. (Efe)

Los directivos de grandes multinacionales españolas con intereses en Venezuela (Acciona, BBVA, Santander, ACS, Planeta, Meliá, Iberdrola, Mapfre, Telefónica, Repsol, etc.) recuperan el ritmo normal de la respiración en esta mañana de lunes. Al menos de momento, quedan libres del miedo al ataque de pánico que los acechaba ante un ocasional brote expropiatorio de Maduro el inmaduro, después de unos días de fuerte tensión diplomática entre los Gobiernos de España y Venezuela.

Las lanzas se han vuelto cañas de un día para otro. Aunque con advertencia incluida a Rajoy (“Espero no tener que llegar con las lanzas a Europa”), el líder chavista escuchó los buenos consejos de sus colegas brasileño y ecuatoriano. Y ahora suaviza el tono, recula ante una segura reprobación europea por sus amenazas a España y se muestra inesperadamente conciliador: “Aquí está mi mano tendida, Rajoy”, dice a la espera de estrechársela en persona cuando coincidan en la cumbre Europa-Latinoamérica y Caribe de los próximos 10 y 11 de junio en Bruselas.

Nuestro ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, de viaje oficial en Nueva Delhi, acusa recibo y anuncia el rápido regreso a Caracas del embajador, Antonio Pérez-Hernández, cuya llamada a consultas del miércoles pasado fue una ocasional respuesta diplomática a la sarta de calumnias, injurias y amenazas de Nicolás Maduro contra España y sus gobernantes presentes y pasados. Lo último había sido acusar al Gobierno de Rajoy de estar apoyando el terrorismo contra Venezuela.

Las lanzas se han vuelto cañas de un día para otro. Aunque con advertencia a Rajoy, el líder chavista suaviza ahora el tono

El presidente venezolano se encomienda a la doctrina del “respeto mutuo” y Moncloa dice amén porque, además de compartir el principio básico de las relaciones internacionales, favorece su renuncia a proseguir una absurda escalada de tensión con efectos perjudiciales para ambas partes. Pero también fue oportuna, justa y necesaria la llamada a consultas del embajador. “España no podía tolerar afrentas verbales que atentasen contra la dignidad nacional”, dijo entonces el ministro en declaraciones adjuntas a la firme voluntad de preservar las relaciones con un país hermano en historia, lengua y cultura, donde hoy por hoy operan más de cien empresas españolas.

Venezuela ya ha devenido asunto de política nacional. No solo por las consabidas razones que están ahí desde hace cinco siglos, sino también por representación de la política venezolana en la opinión pública española mediante el partido de moda, Podemos, controlado por un grupo de jóvenes profesores de bien retribuida afinidad al régimen chavista. Con las mismas, los partidos recelosos de Podemos potencian el seguimiento de la política venezolana con la indisimulada intención de frenar el avance de los amigos españoles de Nicolás Maduro.

“Una vez que Maduro ha dicho que vamos a conducir nuestras relaciones desde el respeto mutuo, es obvio que estamos más que encantados de recoger ese guante”, dijo García-Margallo ayer en Nueva Delhi. Sin embargo, no está despejada la sombra de un rebrote de la tensión si el sucesor de Hugo Chávez impide el próximo viaje del expresidenteFelipe Gonzálezpara intervenir en la defensa de los presos políticos venezolanos. El histórico líder del PSOE, declarado “persona non grata” por el régimen bolivariano, se ratifica en su intención de viajar a Venezuela a esos efectos, aunque advirtiendo de que no desea forzar la situación y hará lo posible por evitar un nuevo conflicto.

Los directivos de grandes multinacionales españolas con intereses en Venezuela (Acciona, BBVA, Santander, ACS, Planeta, Meliá, Iberdrola, Mapfre, Telefónica, Repsol, etc.) recuperan el ritmo normal de la respiración en esta mañana de lunes. Al menos de momento, quedan libres del miedo al ataque de pánico que los acechaba ante un ocasional brote expropiatorio de Maduro el inmaduro, después de unos días de fuerte tensión diplomática entre los Gobiernos de España y Venezuela.

Nicolás Maduro Ibex 35 Mariano Rajoy José Manuel García Margallo