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El "Ay Carmena, ay Carmena" de Esperanza Aguirre
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Antonio Casado

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El "Ay Carmena, ay Carmena" de Esperanza Aguirre

Tan disparatado y surrealista es endosarle a la jueza la tentación bolchevique como a Aguirre la de restaurar los Principios Fundamentales del Movimiento

Foto: La presidenta del PP de Madrid y candidata a la Alcaldía de la capital, Esperanza Aguirre. (EFE)
La presidenta del PP de Madrid y candidata a la Alcaldía de la capital, Esperanza Aguirre. (EFE)

Tal vez solo los muy cafeteros entiendan a primera vista el título de mi comentario de hoy, alusivo a una legendaria canción del bando republicano en la guerra civil: “Ay, Carmela”. También les sonará a quienes hayan tenido la suerte de ver la magnífica película de Carlos Saura del mismo título.

De aquella Carmela mítica, musa de milicianos, a la Manuela Carmena real y verdadera que va camino de convertirse en alcaldesa de Madrid con el apoyo de los socialistas. Unidas por encima del tiempo histórico en la causa de la izquierda. Eso, seguro. Pero lo que a nadie se le podía pasar por la cabeza es la tramposa permutación fraguada en la mente de Esperanza Aguirre, que paso a comentar.

Consiste en adaptar los sueños revolucionarios de la Carmela virtual de entonces al programa de gobierno de la Carmena de nuestros días. Como si el proyecto frustrado comunista de convertir España en un satélite de la Unión Soviética fuese una asignatura pendiente de la candidata de Ahora Madrid, que ha sido acusada por la dirigente madrileña del PP de querer usar la Alcaldía como trampolín para romper el sistema democrático y occidental”. Toma nísperos, que diría Campmany.

Uno tiene que restregarse los ojos y leer varias veces la propuesta alternativa de Esperanza Aguirre: un gobierno de todos, incluida Carmena

Para tan alta misión buscó la complicidad de PSOE y Ciudadanos, pero Antonio MiguelCarmona y Begoña Villacísle dijeron que ni en sueños han imaginado a Manuela Carmena retejiendo la conspiración judeo-masónica contra el mundo civilizado. Al pinchar en hueso por ese camino, a Aguirre se le ha ocurrido tomar otro, tan desatinado como el anterior. Esta vez apelando al viejo proverbio de que si no puedes vencer a tu enemigo debes unirte a él.

Uno tiene que restregarse los ojos y leer varias veces la propuesta alternativa de Esperanza Aguirre: un gobierno de todos, incluida Carmena, capaz de frenar la constitución de soviets. No es una broma. Justo en estos términos: “Un gobierno de concentración, incluida la señora Carmena, pero con un programa apoyado por todos en el que decaigan las propuestas de constituir soviets en los distritos municipales”. A los enemigos de la civilización es mejor tenerlos dentro.

La averiada aspirante del PP a la Alcaldía de Madrid rescata esa figura de su memoria anticomunista corriendo el riesgo de que Carmena y sus seguidores –solo los más talluditos–digan que aceptan la propuesta siempre que Aguirre se comprometa a no recuperar los tribunales franquistas de orden público. Por el mismo precio. Con la misma lógica y los mismos prejuicios. Contrapuestos, en este caso, se entiende, porque tan extravagante, tan ucrónico, tan surrealista, tan disparatado, es endosarle a la jueza la tentación bolchevique como a Aguirre la de restaurar los Principios Fundamentales del Movimiento.

¿Qué quieren que les diga, señores? Me limito a recoger la sobria reacción de la interesada, Manuela Carmena. “Seamos serios, por favor”. Pues eso.

Tal vez solo los muy cafeteros entiendan a primera vista el título de mi comentario de hoy, alusivo a una legendaria canción del bando republicano en la guerra civil: “Ay, Carmela”. También les sonará a quienes hayan tenido la suerte de ver la magnífica película de Carlos Saura del mismo título.

Manuela Carmena Esperanza Aguirre