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Carmena y la seducción del PSOE
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Carmena y la seducción del PSOE

Tras el acuerdo entre Ahora Madrid y el PSOE, tal vez convenga recordar una vez más que PSOE-Podemos es el consorcio preferido por los españoles (29,7%) según el Gabinet d'Estudis Socials

Foto: Manuela Carmena, futura alcaldesa de Madrid. (EFE)
Manuela Carmena, futura alcaldesa de Madrid. (EFE)

Horas antes de que se cerrase el acuerdo de los socialistas con Ahora Madrid, que mañana convertirá a Manuela Carmena en alcaldesa de la capital de España –si no toma cuerpo el fantasma del tamayazo que circula por las redes sociales–, el desahuciado líder del PSM, Tomas Gómez, se sumaba a la campaña del Gobierno y del PP contra un eventual apareamiento del PSOE con las fuerzas del mal. Gómez no lo expresaba de esa mantera tan burda. Nunca se le hubiera ocurrido construir un malicioso paralelismo argumental entre los planes de la futura alcaldesa y el proyecto frustrado de convertir a España (años treinta del siglo pasado) en un satélite de la Unión Soviética, según denuncia preventiva de Esperanza Aguirre, candidata ganadora que se queda en la cuneta porque los socialistas han preferido apoyar a la candidatura de Ahora Madrid, en la que se inscribe Podemos junto a otros grupos.

Por mucha manía que le tenga a Pedro Sánchez, que se la tiene, tanta como se la tenía a Rubalcaba, tampoco se le habría ocurrido nunca juntarse con los trogloditas que hace unos días se plantaron a las puertas de Ferraz cantando el “Cara al Sol” y pidiendo al PSOE que, por su bien, no se convierta en la muleta de Podemos. No. Nada de eso. A Gómez lo único que se le ha ocurrido es pedirle de buenas maneras a la dirección de su partido que no se eche en los brazos de Podemos. Más o menos en los términos que vienen advirtiendo de lo mismo desde Carmen Chacón, de la Ejecutiva Federal, a Eduardo Madina, el rival de Sánchez en la pugna por la secretaria general, sin olvidar a Susana Díaz, la ya investida presidenta de Andalucía, el exministro José Bono, y el expresidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, más por puro alineamiento con los anteriores en la desafección a Sánchez que por sentir realmente amenazada la causa electoral del PSOE por el sí de sus nueve concejales a Carmena en la votación de mañana.

El PSOE ya rompió con sus electores en mayo de 2010, y eso lo puso al borde de la bancarrota. Le podría ocurrir lo mismo si repitiese viejos errores

Es el mismo síndrome del agravio que afecta a Tomás Gómez, destronado de aquella manera por Sánchez como jefe de los socialistas madrileños. Respira por la herida. Y eso le lleva a sugerir que sus compañeros de Ferraz solo quieren “el poder por el poder”, olvidando que se trata de dar salida a una investidura, no de cogobernar el Ayuntamiento de Madrid. También le lleva a sugerir que su amigo Antonio Miguel Carmona, candidato a la Alcaldía, se quedó corto en la cosecha de votos (15%) porque todo el favor del aparato del partido se centró en el candidato independiente a la Comunidad, Ángel Gabilondo (37%). Se entiende que Gómez esté dolido, pero que eso le lleve a considerar un fracaso la apuesta de Sánchez por el exministro, como ayer vino a decir, me ha dejado sin habla.

La caja negra del problema se esconde en la respuesta a la pregunta que los socialistas se hacen en la intimidad a la hora de identificar a su adversario: ¿es Podemos o es el PP? En la misma entrega para la radio (en Onda Cero), Tomas Gómez no tenía dudas: “Nuestro adversario es el PP”. Una tesis difícil de casar con la presunta toxicidad de Ahora Madrid, porque la alternativa de no apoyar a Carmena era votar a Aguirre, por respeto a la aritmética de las urnas. Puestos a elegir entre una y otra, no tengo la menor duda respecto a las preferencias de afiliados, simpatizantes y votantes socialistas.

Tal vez convenga recordar una vez más que PSOE-Podemos es el consorcio preferido por los españoles según el Gabinet d´Estudis Socials i Opinió Pública

En línea con el parecer de Gómez, Rajoy, Bono, Floriano, Zapatero y Sáenz de Santamaría, la propia candidata del PP ya propuso hace unos días la formación de un bloque “de centro” junto a PSOE y Ciudadanos. Consciente del rechazo que produce su figura, Aguirre se mostró dispuesta a entregarle la alcaldía al candidato socialista, Antonio Miguel Carmona. ¿La alcaldía para la fuerza que había obtenido nueve de las cincuenta y siete concejalías en juego, con los 21 concejales de su adversario natural, el PP, ejerciendo de costaleros? Evidentemente era una extravagancia que se agotó en símisma.

El PSOE ya rompió con sus electores en mayo de 2010 y eso lopuso al borde de la bancarrota. Le podría ocurrir lo mismo si repitiese el error por renunciar a entenderse con sus afines sin necesidad de echarse en sus brazos, pues Podemos también va a ser su adversario electoral. Tal vez convenga recordar una vez más que PSOE-Podemos es el consorcio preferido por los españoles (29,7%), por afinidad, según el Gabinet d´Estudis Socials i Opinió Pública. El segundo es PP-Ciudadanos (21,7%), según las mismas razones, equiparable a una tercera opción alternativa de PSOE-Ciudadanos (21%). Y a mucha distancia, en cuarto lugar, una hipotética gran coalición PP-PSOE (8,3%). ¿Quién cree seriamente que esta era la buena alternativa de los socialistas como remedio frente a los peligros de Ahora Madrid, como caballo de Troya de Podemos?

Horas antes de que se cerrase el acuerdo de los socialistas con Ahora Madrid, que mañana convertirá a Manuela Carmena en alcaldesa de la capital de España –si no toma cuerpo el fantasma del tamayazo que circula por las redes sociales–, el desahuciado líder del PSM, Tomas Gómez, se sumaba a la campaña del Gobierno y del PP contra un eventual apareamiento del PSOE con las fuerzas del mal. Gómez no lo expresaba de esa mantera tan burda. Nunca se le hubiera ocurrido construir un malicioso paralelismo argumental entre los planes de la futura alcaldesa y el proyecto frustrado de convertir a España (años treinta del siglo pasado) en un satélite de la Unión Soviética, según denuncia preventiva de Esperanza Aguirre, candidata ganadora que se queda en la cuneta porque los socialistas han preferido apoyar a la candidatura de Ahora Madrid, en la que se inscribe Podemos junto a otros grupos.

Manuela Carmena