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Rajoy y Sánchez fomentan el 'efecto vacuna'
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Antonio Casado

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Rajoy y Sánchez fomentan el 'efecto vacuna'

Grecia no es España, pero nos vendrá bien lo que ocurra allí como banco de pruebas en los pocos meses que aquí nos faltan para las elecciones generales

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. (EFE)

Vista sólo con ojos españoles, la crisis griega reporta elementos de juicio para indagar con fundamento en el impacto de la misma sobre la situación política y económica de nuestro país. Ayer se disparó la prima de riesgo hasta los 155 puntos (37 puntos más en la jornada anterior) y se produjo la mayor caída en el Ibex de los últimos tres años (4,6%) ¿Vuelve la pesadilla especulativa de los mercados contra los países más vulnerables?

En el plano político asistimos a una carrera de declaraciones con la carga electoral propia de la incipiente campaña en lucha por la Moncloa. Esa proximidad a las elecciones generales es la sombra de duda que flota sobre los tranquilizadores mensajes de ayer. ¿No serán voluntaristas? El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, nos dice que “España y los españoles pueden estar tranquilos” porque, según él, las “políticas serias” nos protegen del contagio heleno. El mismo argumento fue utilizado por el ministro de Economía, Luis de Guindos, cuando le preguntaron sobre cómo afrontar los efectos de la espantada unilateral griega.

Sin embargo, el hecho de que uno y otro insistieran en apostar por un arreglo de última hora, incluso de dar por hechauna fumata blanca antes de terminar la jornada de hoy, martes 30, fecha de caducidad del plan de asistencia financiera (segundo rescate), denota que algo parecido al pánico define el estado de opinión en Moncloa ante una posible quiebra financiera del socio heleno y la consiguiente salida del euro. Eso no impide a Rajoy insistir en denunciar una presunta capitulación socialista frente a la ola de populismo que nos invade: “El PSOE le ha dado el poder a Syriza-Podemos”, dijo.

PP y PSOE tratarán de reconducir la mirada de los españoles hacia los efectos tóxicos de unas políticas predicadas en nuestro país por Podemos

En realidad es un balón centradopara que lo remate Sánchez. Le está poniendo en bandeja la ocasión de desmentirlo por la cuenta que le trae. Es la resulta de airear la conexión populista de estos dos partidos emergentes, el de Tsipras y el de Iglesias, un activo caballo de batalla en la lucha PP-PSOE por la Moncloa. Tampoco dejará de utilizarla el líder socialista en su pulso electoral con Podemos por la supremacía de la izquierda. Mejor dicho, por la ocupación del espacio de centro-izquierda, en cuya ubicación se sitúa una mayoría de electores.

Al fin y al cabo, tanto al PP como al PSOE les interesa fomentar el efecto vacuna. Por tanto, tratarán de reconducir la mirada de los españoles hacia los efectos tóxicos de unas políticas predicadas en nuestro país por Podemos. Sus dirigentes, que votarían “no” en el referéndum del domingo que viene si fueran griegos, dan toda clase de facilidades en este sentido, con simplezas como la de decir que los jerarcas de Bruselas y el FMI “pretenden asustar a los españoles castigando a los griegos”, decía ayer Iglesias, que califica de “totalitaria” la actitud de Alemania, el FMI y el Gobierno español.

Lo dicho. Grecia no es España, pero nos vendrá bien lo que ocurra allí como banco de pruebas en los pocos meses que aquí nos faltan para las elecciones generales.

Vista sólo con ojos españoles, la crisis griega reporta elementos de juicio para indagar con fundamento en el impacto de la misma sobre la situación política y económica de nuestro país. Ayer se disparó la prima de riesgo hasta los 155 puntos (37 puntos más en la jornada anterior) y se produjo la mayor caída en el Ibex de los últimos tres años (4,6%) ¿Vuelve la pesadilla especulativa de los mercados contra los países más vulnerables?

Mariano Rajoy Pedro Sánchez