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Antonio Casado

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La España política mira hacia Grecia

El PSOE pide al Gobierno de Alexis Tsipras que asuma responsablemente la necesidad de acometer reformas modernizadoras de la Administración, el sistema fiscal y el aparato productivo

Foto: El primer ministro griego Alexis Tsipras se ve en varias pantallas durante una entrevista. (EFE)
El primer ministro griego Alexis Tsipras se ve en varias pantallas durante una entrevista. (EFE)

La derivada nacional de la crisis griega pasó ayer por la respuesta del PSOE a las acusaciones de Rajoy. Se trata de un comunicado de su oficina de prensa donde, con ciertos matices, coincide con Moncloa en el apoyo al “sí” europeo de los griegos. De Bruselas reclama un esfuerzo para alcanzar un acuerdo. Y del Gobierno griego, una actitud “madura y responsable”.

Veinticuatro horas ha tardado Ferraz en recoger el guante del presidente quien, al hilo de la presunta radicalización de Pedro Sánchez, había declarado el lunes pasado: “El PSOE le ha dado el poder a Syriza-Podemos”. Como ayer comenté en esta misma esquina de EC, aquello fue un balón al pie del líder socialista. Debía rematar cuanto antes, so pena de cargar con el sambenito de estar apadrinando la conexión populista de los dos partidos de moda, el de Tsipras allí y el de Iglesias aquí.

No puede consentir el PSOE que cunda la falacia de su presunto apareamiento con la extrema izquierda. Perdería los dos partidos que ha de jugar de cara a las elecciones generales. Uno, en el centro del campo, por la Presidencia del Gobierno frente al PP. Y otro, por el control de la banda izquierda frente a Podemos, cuya aspiración es precisamente ocupar el espacio que, según sus dirigentes, han dejado vacío los socialistas.

No puede consentir el PSOE que cunda la falacia de su presunto apareamiento con la extrema izquierda

Por eso interesa tanto a Sánchez como a Rajoy fomentar el efecto vacuna. Sin dejar de confiar en un final feliz de las negociaciones del Gobierno griego con la troika, ya después del referéndum, pondrán ante los ojos de los votantes españoles los efectos prácticos, visibles, verificables (corralito, salida de capitales, malestar social, pobreza, inestabilidad) de unas políticas predicadas en nuestro país por Podemos, que, con su defensa del “no” de los griegos a la oferta europea (ayuda financiera a cambio de reformas), se coloca en el bando contrario al de los dos aspirantes creíbles a la Moncloa (PP y PSOE).

Ahora los socialistas españoles piden públicamente a la Comisión Europea y FMI que no rompan los puentes, que sigan negociando, que le den una salida al Gobierno griego que favorezca el acuerdo entre las dos partes negociadoras. Después de criticar el momento, las formas de la convocatoria y la complicada pregunta del referéndum del domingo, el PSOE pide al Gobierno de Alexis Tsipras que asuma responsablemente la necesidad de acometer reformas modernizadoras de la Administración, el sistema fiscal y el aparato productivo.

Nada que ver con la posición oficial de Podemos, que defiende el “no” en el referéndum del domingo, habla de “chantaje” a los griegos y se pregunta si el Gobierno de Rajoy quiere hacer lo mismo con los españoles, En cambio, la argumentación del PSOE podría haber figurado en un comunicado oficial de Moncloa. No lo habríamos notado, salvo por el pasaje donde se pide al Gobierno que sea más constructivo y forme parte de la solución a la crisis griega. O por el pellizco de monja en el que se comparte el consabido “España no es Grecia”, gracias a que tenemos una economía “sólida”, aunque “más vulnerable” por el aumento de la deuda pública en 300.000 millones de euros.

La derivada nacional de la crisis griega pasó ayer por la respuesta del PSOE a las acusaciones de Rajoy. Se trata de un comunicado de su oficina de prensa donde, con ciertos matices, coincide con Moncloa en el apoyo al “sí” europeo de los griegos. De Bruselas reclama un esfuerzo para alcanzar un acuerdo. Y del Gobierno griego, una actitud “madura y responsable”.

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