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La reforma de la Constitución está muy verde
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Antonio Casado

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La reforma de la Constitución está muy verde

El Gobierno no está dispuesto a permitir que se abra un proceso constituyente. Es decir, frenará cualquier intento de cambiar esta Constitución por otra

Foto: Vista general del hemiciclo del Congreso de los Diputados. (EFE)
Vista general del hemiciclo del Congreso de los Diputados. (EFE)

Verde, que te quiero verde. El Gobierno no tiene ninguna prisa en reformar la Constitución de 1978. No lo ve necesario, ni oportuno, porque “no responde a una demanda de la ciudadanía” y porque “no se puede abrir una puerta sin saber cómo se va a cerrar”, te dicen en los entornos de Moncloa y Génova, donde temen los referéndums más que a un terremoto.

Incluso para una reforma parcial ineludiblemente pactada con los socialistas se necesitaría de un referéndum si lo pide una décima parte de la Cámara. Al alcance de Podemos. Podría utilizarse para destronar a Rajoy.

El Gobierno no está dispuesto a permitir que se abra un proceso constituyente. Es decir, frenará cualquier intento de cambiar esta Constitución por otra. Según distintos testimonios recogidos por este comentarista en fuentes seguras, no se cierra a pactar con otros partidos el estudio de reformas puntuales, por la vía sencilla prevista en el propio texto constitucional (reforma parcial, con referéndum y sin disolución de las Cortes). Pero en ningún caso se prestará a la reforma 'total'. Ni siquiera a la 'parcial' que, por afectar a la naturaleza del sistema, la forma de Estado, el dogma de la soberanía única e indivisible o el cuadro de derechos y libertades, también pasaría por disolver las Cortes.

Foto: El portavoz parlamentario popular, Rafael Hernando (d), conversa con el portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando (i). (EFE) Opinión
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Amén de otros argumentos, conviene referir la contundencia de esa posición solo a uno: la mayoría absoluta del PP en el Senado. Los demás decaen ante el peso del anterior. Un armario en el medio del pasillo para quienes, como Podemos, se adhieren con entusiasmo a la doctrina Jefferson (“Cada generación merece una constitución”). Sin embargo, hay un ancho campo de encuentro del Gobierno con el PSOE y Ciudadanos. Las tres fuerzas suman sobradamente los 210 escaños del Congreso previstos para la llamada reforma 'sencilla', incluso los 234 necesarios para la reforma 'agravada'.

Todo esto viene a cuento del 38 cumpleaños de la Constitución española que celebramos mañana. El mejor día para acusar recibo del mensaje que Moncloa y Génova vienen emitiendo desde la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, el jueves pasado ante la comisión Constitucional del Congreso. Sáenz de Santamaría se mostró dispuesta a estudiar las propuestas de reforma que se planteen y a llevarlas adelante, “poco a poco” y “paso a paso”, y sólo si hay el suficiente consenso.

Podría salir adelante una reforma de la Constitución como salieron en su día sus dos únicos retoques. Uno, en el año 1992, y otro, en 2011

De momento, ni siquiera se ha formulado ninguna propuesta. Lo que hay por parte del PSOE es la anunciada iniciativa para crear una subcomisión de estudio que, a modo de tormenta de cerebros, pulse, depure y recoja el sentir de los ciudadanos para saber si hay o no hay una demanda real de una reforma de la Constitución, con qué amplitud y en qué partes de la misma.

En el entorno de Rajoy explican que, aunque “hay muchas divergencias entre los distintos partidos", el PP no se cierra a consensuar con los socialistas y Ciudadanos los aspectos de la reforma ya planteados en su día por Zapatero: sucesión a la Corona, reforma del Senado, reflejar nuestra pertenencia a la UE y nominar a las CCAA en el texto de la Carta Magna. Podrían salir adelante como salieron en su día sus dos únicos retoques. Uno, en 1992, para admitir el voto de ciudadanos europeos en las elecciones municipales. Otro, en 2011, para constitucionalizar el compromiso de estabilidad presupuestaria. Ambas por mayoría de 210 diputados (3/5 de la Cámara). PP, PSOE y Ciudadanos suman en esos momentos 256, suficientes incluso para la mayoría reforzada que exigiría una reforma total (234 escaños, equivalentes a los 2/3 de la Cámara), que ni está ni se la espera en la mente de Rajoy.

Verde, que te quiero verde. El Gobierno no tiene ninguna prisa en reformar la Constitución de 1978. No lo ve necesario, ni oportuno, porque “no responde a una demanda de la ciudadanía” y porque “no se puede abrir una puerta sin saber cómo se va a cerrar”, te dicen en los entornos de Moncloa y Génova, donde temen los referéndums más que a un terremoto.

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