Rajoy: cuatro años en Moncloa "si me dejan"

Horas después de cerrar la cena navideña del PP madrileño al grito de “hasta dentro de poco y ya preparando las próximas elecciones”, Mariano Rajoy declaró en Bruselas que se propone agotar la legislatura. Para ser completamente lógico y creíble, debió haber liberado la parte elíptica de su afirmación pública con la coletilla que es recurrente en sus conversaciones privadas: “Si me dejan”.

Pero la aparente colisión del doble mensaje disparó el quinielismo sobre las verdaderas intenciones del presidente del Gobierno. ¿Un aviso para navegantes o, como dijo la vicepresidenta Santamaría, cosas del cansancio mental al final de una jornada? Ni lo uno ni lo otro. Solo doctrina marianista ante la legislatura recién nacida: “De mucho diálogo, mucho pacto y mucho acuerdo”, explicó ante la junta directiva del PP el 14 de noviembre. Lo había dicho en la investidura: “Tan malo es no tener un Gobierno como tener un Gobierno al que no se deje gobernar”.

El Gobierno de Rajoy por un lado y la comisión gestora del PSOE por otro padecen el síndrome del 3 de mayo en sus planes de futuro. En esa fecha de 2017 se cumple el primer aniversario de la última disolución de las Cortes. Oigo decir al vicesecretario general del PP, Fernando Martínez Maillo: “A partir de esa fecha, cualquier cosa puede pasar”. Ningún misterio. La variable es que dejen gobernar a Rajoy. Y si no le dejan, o él entiende que no le dejan, se acogerá a las generales de la ley. O sea, al artículo 115 de la Constitución.

Más expresivo ha estado en público el portavoz parlamentario, Rafael Hernando, al ser preguntado si de las palabras de Rajoy se podía deducir que tendremos elecciones anticipadas. “No depende de nosotros”, dijo. Y ese es el pensamiento de Rajoy sobre lo que haría si los partidos de la oposición no le dejan gobernar. Sobre todo el PSOE, por ser determinante en la formación de mayorías insalvables. Pero no está el PSOE en condiciones de apadrinar mayorías hostiles para desgastarle. Lo mejor que puede hacer es salir de la uvi abrazado a la doctrina marianista: larga vida a la legislatura si me dejáis gobernar.

Lo último que desean en la comisión gestora, presidida por Javier Fernández, es dar motivos a Mariano Rajoy para convocar elecciones en mayo

De hecho, con esa fecunda complicidad con el PP, los socialistas obtienen resultados por la vía del diálogo, se hacen visibles como “oposición útil” y dejan fuera de juego a sus competidores de Podemos. Lo último que desean en la comisión gestora, presidida por Javier Fernández, es dar motivos a Rajoy para convocar elecciones en mayo y pillar al PSOE sin los deberes hechos (no habrá congreso federal antes de junio).

El PSOE está obligado a entenderse con el Gobierno en esta especie de retorno bipartidista. Sobre estos trazos del nuevo escenario: uno, el Gobierno del PP reconoce al PSOE como real alternativa de poder; dos, el PSOE recobra protagonismo y vuelve a meterse en el partido; tres, Bruselas aplaude con las orejas este inesperado oasis de estabilidad en la convulsa UE, y cuatro, Podemos se instala en el gallinero de la política.