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Objetivo, El Vendrell: aumentan las presiones para 'desactivar' al juez del 3%
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Nacho Cardero

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Objetivo, El Vendrell: aumentan las presiones para 'desactivar' al juez del 3%

A Josep Bosch Mitjavila le han metido en el lío de su vida. Un juez primerizo, de perfil bajo, se ha visto envuelto en una investigación policial que salpica a políticos y empresarios 'intocables'

Todo cambió en el municipio tarraconense de El Vendrell cuando, por uno de esos golpes del destino que te sacuden como si fueras un muñeco de trapo, alguien dejó caer en sus tribunales una denuncia por corrupción que afectaba al Ayuntamiento de Torredembarra. Aquel hilo pertenecía a una tupida madeja de comisiones y cohechos en aquel momento imposible de calibrar. Era el origen del caso 3%. Desde entonces, El Vendrell se ha convertido en epicentro de la vida catalana. Sus carreteras y peajes han mutado en un peligroso cruce de caminos de intereses políticos y económicos, un tráfago de presiones que va ‘in crescendo’ según la Guardia Civil desempolva los archivos de la trama y en sus documentos aparecen otrora prominentes personajes de Convergència.

Hablamos, más concretamente, de Germà Gordó. Desde que surgiera el nombre de este diputado próximo a Artur Mas y consorte de una miembro del Consejo General del Poder Judicial, la tensión anda a flor de piel. El ambiente es irrespirable. Hay correos electrónicos, sugerencias, llamadas que jamás deberían producirse en un Estado de derecho.

Desde que surgieron los nombres de Gordó, consorte de una miembro del CGPJ, y de Miquel Roca, el ambiente se ha vuelto irrespirable

El caso lo lleva el titular del juzgado número uno de El Vendrell, Josep Bosch Mitjavila, un joven que bien podría haber salido de una película de los hermanos Coen, por eso de que hace cuatro años, nada más aterrizar como magistrado en esta localidad, le metieron en el lío de su vida. Parecía un guion escrito de antemano: juez primerizo, de perfil bajo y catalán de pura cepa, es destinado a una tranquila localidad del Bajo Penedés que se ve envuelta en una investigación policial que salpica a políticos y empresarios ‘intocables’.

“El juez lo lleva bien, al menos todo lo bien que se puede llevar una investigación como esta. También es cierto que cuenta con el apoyo de dos fiscales que saben por dónde pisan [José Grinda y Fernando Bermejo]”, comenta una persona conocedora de las interioridades del caso. “Bosch no es un enviado al servicio del Estado español, como algunos han querido hacer ver. Más bien al contrario. En un primer momento, el entorno de Artur Mas reconoció la profesionalidad del magistrado… Se la reconoció hasta que el propio 'expresident' salió a la palestra y dijo que todo era una operación política. Entonces, cambiaron de discurso”.

placeholder Germà Gordó. (EFE)
Germà Gordó. (EFE)

Hay intentos sutiles de malbaratar la instrucción llevada a cabo por el juez, acaso un juez molesto, incontrolado, quien tal vez por su juventud no se presta a las convenciones dictadas por los poderes fácticos. Así las cosas, los entornos de los investigados llevan tiempo dejando caer que no entienden que un caso de tamaña relevancia haya caído en un tribunal como el de El Vendrell y consideran que, por las personas, empresas e instituciones a las que afecta, la mayoría con sede en Barcelona, debería continuarse en la ciudad condal.

En definitiva, los señalados por el 3% pretenden llevar la causa a su terreno. Jugar en casa. Con otros jueces. Otras reglas. Hacer una voladura controlada. Limitar los daños.

Otra posibilidad es que el magistrado se inhiba en favor de la Audiencia Nacional, ya que los delitos y la trama de corrupción sobrepasan el territorio nacional, según los datos obtenidos de las últimas rogatorias a Andorra. En todo caso, la parte que afecta al diputado Germà Gordó deberá ser vista indubitablemente por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) debido el aforamiento del mismo.

Los investigados por el 3% pretenden llevar la causa a Barcelona. Jugar en casa. Con otros jueces. Otras reglas. Hacer una voladura controlada

El caso ha subido un peldaño en complejidad con la aparición de Gordó en este alambicado tablero de ajedrez, en el que se intentan colocar los peones de tal forma que el ‘rey Mas’ quede protegido de los ataques. Bien por sus conexiones con el mundo judicial, bien por ser uno de los pocos diques de contención que le quedan al 'expresident', la investigación al diputado de Junts Pel Sí ha hecho que más de uno se remueva en sus asientos.

En la exposición razonada enviada por Bosch al TSJC solicitando la imputación de Gordó, la Fiscalía lo señalaba como un “conseguidor” y “recaudador” de la trama del 3%. “No existe explicación legal y coherente que justifique la cantidad de gestiones, comidas, interlocuciones y reuniones con estos empresarios, coincidiendo, en ocasiones, con el tesorero del partido Viloca, todos ya investigados en la presente causa”, decía el profuso informe.

Con todo y con eso, los magistrados que componen el TSJC desestimaron la solicitud, al entender que había inconcreciones en el texto remitido desde El Vendrell. Esta decisión causó el consiguiente estupor de la Guardia Civil encargada de investigar el caso.


Orlado con la bonhomía y 'seny' de una burguesía hoy en vías de extinción, Gordó exhibe un halo protector confeccionado desde muy distintos ámbitos. De hecho, el diputado fue visto en un momento concreto como pieza clave para desencallar el tema catalán. 'Exconseller' de Justicia, se postulaba como un hombre de consenso capaz de recuperar la confianza del nacionalista moderado y restablecer los puentes con Madrid. Además, es el marido de Roser Bach, miembro del CGPJ a propuesta del PSOE y con buena sintonía con Carlos Lesmes, presidente de este organismo.

Circunstancias sobrevenidas como las anteriormente descritas vienen a enturbiar aún más el citado auto del TSJC, según el cual no se debía actuar, por el momento, contra este diputado por la trama del 3%. Todo ello pese a que el informe enviado por Bosch aportaba “pruebas que eran prácticamente condenatorias”, denuncian fuentes próximas al caso. Por si no hubiera ya de por sí pocas sombras de dudas, el ponente del polémico auto del TSJC, Enric Anglada, pidió ser sustituido por otro de los magistrados alegando estrecha amistad con uno de los empresarios investigados, Josep Manel Bassols. El tribunal no atendió su petición y le instó a seguir.

Allí, en los tribunales de instrucción de El Vendrell, el juez Bosch se enfrenta en solitario a todos los elementos, en un contexto político enormemente complejo, en que unos pretenden celebrar un referéndum de independencia y los otros quieren llegar a un acuerdo a través del diálogo. Los intereses se entremezclan hasta el punto de confundirse unos con otros. Pero el juez tira de la madeja, y ahí aparece también Miquel Roca, fundador de CDC y abogado de la hija del rey Juan Carlos. Y el juez tira, y tira, y sigue tirando.

Todo cambió en el municipio tarraconense de El Vendrell cuando, por uno de esos golpes del destino que te sacuden como si fueras un muñeco de trapo, alguien dejó caer en sus tribunales una denuncia por corrupción que afectaba al Ayuntamiento de Torredembarra. Aquel hilo pertenecía a una tupida madeja de comisiones y cohechos en aquel momento imposible de calibrar. Era el origen del caso 3%. Desde entonces, El Vendrell se ha convertido en epicentro de la vida catalana. Sus carreteras y peajes han mutado en un peligroso cruce de caminos de intereses políticos y económicos, un tráfago de presiones que va ‘in crescendo’ según la Guardia Civil desempolva los archivos de la trama y en sus documentos aparecen otrora prominentes personajes de Convergència.

Artur Mas Miquel Roca i Junyent Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) CGPJ