Es noticia
Castigo al PDC, más desconexión
  1. España
  2. Confidencias Catalanas
Joan Tapia

Confidencias Catalanas

Por

Castigo al PDC, más desconexión

Los cuatro partidos españoles se han equivocado porque romper puentes en un país plural, y además en crisis, no es nunca inteligente

Foto: El portavoz parlamentario de CDC, Francesc Homs. (EFE)
El portavoz parlamentario de CDC, Francesc Homs. (EFE)

El martes la mesa del Congreso, con los votos de Ciudadanos (2) y las abstenciones del PP (3), PSOE (2) y Podemos (2) decidió que el nuevo Partido Demócrata Catalán (PDC), el heredero de la antigua Convergencia (CDC), no tenga grupo parlamenario en el Congreso de los Diputados. El argumento formal es que no tiene el número reglamentario de diputados ni ha obtenido el 15% de los votos en el total de Cataluña y que no ha llegado tampoco a ese porcentaje en las provincias de Barcelona y Tarragona. Es así.

[El independentismo quería desconectar, pero fue el Congreso el que les dejó colgados]

El segundo argumento es que no se pueden mantener las prácticas de cortesía parlamentaria con quienes acaban de votar en el Parlamento de Cataluña no respetar la Constitución española (CE) y seguir una hoja de ruta que lleva a la ruptura unilateral con España. Es un argumento de profundidad pero menos relevante que otras consideraciones.

El tercer argumento es que si el PDC dice que quiere romper España, las instituciones españolas no están obligadas a nada que no sea el estricto respeto de la ley con los enemigos del orden constitucional. Y que por lo tanto privar de una importate subvención a un partido que quiere romper España es lógico.

Creo en cambio que, vistas las cosas en su globalidad, la decisión es un nuevo y quizás grave error de una larga cadena que posiblemene va a complicar todavía más las cosas y que no es lo más conveniente para los intereses de España a medio plazo. Y que no es inteligente sacrificar la conveniencia a largo plazo (que Cataluña se sienta lo más cómoda posibe en España) con intereses puntuales o electorales a corto.

Los responsables son el PP y el PSOE, que en el pasado se beneficiaron del sentido de estado de CDC. Aznar fue investido con el apoyo de Pujol y Zapatero evitó el rescate en 2010 con la abstención de CIU

La decisión es un error de C´s que, fruto de su historia y de la tentación de ser más españolistas que el PP, ha votado a favor de la medida de retorsión. Pero C´s tiene poca responsabilidad porque es un partido nuevo y no ha participado en la reciente historia de la democracia española. Todo lo más, indica que a Albert Rivera, que ha lanzado un interesante proyecto de partido liberal de centro en toda España, le falta todavía bastante madurez. Pero los más responsables son el PP y el PSOE, que saben el papel positivo y las ayudas (naturalemente a cambio de algo porque en política nadie regala ada) que han recibido de CDC. Y también de Podemos, que ha vuelto a votar contra sus proclamados principios como hizo la pasada legislatura uniendo dos veces sus votos a los del PP para evitar un gobierno del cambio.

Es un error privar al PDC de grupo parlamentario por varios motivos. El primero es que en un país y un estado muy plural, y encima en grave crisis, no es inteligente romper puentes con un intelocutor de cierta relevancia con el que en el pasado se lograron acuerdos.

Foto: El portavoz del Partit Demòcrata Català en el Congreso, Francesc Homs, en rueda de prensa en la Cámara Baja este 2 de agosto. (EFE)

El segundo argumento es una consecuencia y un desarrollo del primero. La democracia se basa, entre otras cosas, en la colaboración entre grupos distintos con ideas e intereses contrapuestos. Es cierto que la accidentalista CDC poco tiene que ver con el independentista PDC, que además vota textos a favor de la ruptura unilateral. Y tampoco tiene la relevancia que tenía antes porque el grupo que en las legislativas de 2011 -con Duran i Lleida abriendo la lista- fue la primera fuerza catalana y sacó 16 escaños, lleva ahora ya dos elecciones (la del 20-D y la del 26-J) siendo la cuarta fuerza política y obteniendo 8 escaños, justo la mitad. Y ello le coloca detras no solo de ECP (Podemos Cataluña) sino también de ERC y el PSC. Y en las provincias de Barcelona y Tarragona ha quedado incluso por detrás del PP. Claro, proclamar que se es el auténtico representante de Cataluña y quedar por detras del PP en las provincias de Barcelona y Tarragona y en la capital catalana es suficiente motivo para una visita a un buen psiquiatra. La gestión de Artur Mas a partir de 2012 con su conversión a la independencia (porque Rajoy le ninguneaba) ha sido un desastre total y el nuevo PDC lo paga.

Pero la historia es la historia y no es ni inteligente ni justo hundir más a alguien que en el futuro puede ser necesario. En democracia las tradiciones positivas hay que mantenerlas y cuidarlas. Y el PP y el PSOE no lo hicieron. Del PP me inquieta pero no me extraña. Del PSOE esperaba una actitud menos esclava del nacionalismo español de vía estrecha, más abierta. Y me extraña más el silencio del socialismo catalán. El PSC sabe que cambiar la situación en Cataluña exigirá alguna colaboración con el nuevo PDC y que empujarles al enroque puede ser contraproducente.

La presencia de dos grupos independentistas catalanes -que no son inventos sino que tienen bastantes votos detrás- ha sido el reflejo de una democaracia pluralista que reconoce sus problemas

Y la lista de colaboraciones de CDC a la democracia española es larga. La normalización democrática debe mucho a la participación de Miquel Roca en la elaboración de la Constitución y luego a las diversas colaboraciones (y claro también enfrentamientos) de Pujol y Roca con los sucesivos gobiernos de Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo y Felipe González. Después, la primera alternancia al socialismo desde 1982 pudo hacerse con normalidad en el 96 por los pactos de Aznar, que se había quedado en 156 diputados, con Jordi Pujol. Y en 2010 Zapatero logró evitar el rescate de España no por los votos del PP -que priorizé el 'asesinato' de Zapatero y votó en contra- sino por la abstención de CiU acordada entre Artur Mas y Duran i Lleida. Y el PP tampoco puede olvidar el mucho más reciente apoyo de CiU a la reforma laboral.

¿Hay que olvidar todo esto a la hora de privar al nuevo PDC de grupo parlamentario? ¿Es lo más adecuado para que el PDC inflexione su rumbo actual?

Quedaban todavía dos razones más para no privar al PDC de grupo parlamentario. La primera es que la pluralidad enriquece un parlamento. Y que haya dos grupos independentistas catalanes, que no son inventos sino que tienen votantes en el parlamento español, puede ser un factor de pluralidad, bueno para Cataluña y para España. Además, para España penalizar la división del independentismo, entre el PDC y ERC, no es en prinicipio la opción más inteligente. En lenguaje primitivo se habla de fomentar la división del enemigo.

Por otra parte, no todo lo que sucede hoy es culpa del PDC. Conviene recordar -aunque sé que algunos lectores me lo recriminarán- que antes de la sentencia del Constitucional sobre el Estatut, ni Artur Mas ni CDC eran independentistas.

El martes la mesa del Congreso, con los votos de Ciudadanos (2) y las abstenciones del PP (3), PSOE (2) y Podemos (2) decidió que el nuevo Partido Demócrata Catalán (PDC), el heredero de la antigua Convergencia (CDC), no tenga grupo parlamenario en el Congreso de los Diputados. El argumento formal es que no tiene el número reglamentario de diputados ni ha obtenido el 15% de los votos en el total de Cataluña y que no ha llegado tampoco a ese porcentaje en las provincias de Barcelona y Tarragona. Es así.

Parlamento de Cataluña Artur Mas Convergència Democràtica de Catalunya (CDC)