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La Cataluña de Iceta
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Joan Tapia

Confidencias Catalanas

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La Cataluña de Iceta

La victoria sin trauma de Miquel Iceta confirma al PSC como una fuerza con capacidad para coadyuvar a cualquier salida negociada del conflicto catalán

Foto: l líder del PSC, Miquel Iceta. (EFE)
l líder del PSC, Miquel Iceta. (EFE)

La victoria de Miquel Iceta en las primarias del PSC por el 54% de los votos contra el 46% de Núria Parlon, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet (ciudad dormitorio pegada a Barcelona en la que gobierna con mayoría absoluta), es una noticia relevante que indica que el PSC se mantiene firme en sus señas de identidad y que, por lo tanto, es un partido que puede jugar un papel positivo en el difícil desbloqueo de la situación catalana, siempre y cuando el Gobierno de Madrid y el de Barcelona están dispuestos algún día a modular sus inflexibles posiciones.

Miquel Iceta forma parte de la corriente dominante del PSC, la de José Montilla y antes Josep María Sala, que ganó hace muchos años el congreso de Sitges frente al sector mas nacionalista de Joan Reventós y Raimon Obiols, pero que optó decididamente por apoyar a Pasqual Maragall como candidato a la presidencia de la Generalitat y no dudó para ello en pactar con ERC e ICV en los gobiernos tripartitos. Es también un político pragmático que defiende la obra del tripartito (bajo las presidencias de Maragall y de Montilla), pero que sabe admitir los errores cometidos.

Foto: Miquel Iceta conversa con Núria Parlon tras resultar vencedor de las primarias del PSC, este 15 de octubre en la sede del partido en Barcelona. (EFE)

Además, es un hombre con personalidad propia. Procede del PSP de Tierno Galván (cosa mucho más rara en el PSC que en el PSOE) y, aunque ligado a la corriente del Baix Llobregat (Ia predominante en el partido desde el congreso de Sitges), siempre ha procurado tener buenas relaciones con el sector catalanista del partido y ha pensado por cuenta propia con cierta ecuanimidad, como demuestra que dos mujeres muy distintas del socialismo catalán, Manuela de Madre, la anterior alcaldesa de Santa Coloma del sector españolista, y Anna Balletbó, la famosa diputada socialista que salió del Congreso el 23-F porque estaba embarazada de gemelos (perteneciente a la corriente nacionalista de Obiols), le hayan apoyado con entusiasmo.

Esta actitud 'independiente' de Iceta es la que seguramente hizo que el Baix Llobregat no le apoyara para relevar a Montilla en 2012 y que tampoco lo haya hecho ahora. Iceta ha ganado así con el apoyo de muchos cuadros diversos del partido (sin corriente propia) y contra una especie de coalición formada por el Baix Llobregat y la izquierda mas atrevida del PSC, formada por muchos cuadros jóvenes del área metropolitana de Barcelona.

Iceta se afilió muy joven al PSP de Tierno Galván y luego ha trabajado mucho con José Montilla, pero conoce bien Madrid

Iceta es un socialdemócrata clásico (un antiguo socialista de izquierdas que vivió La Moncloa de los gabinetes de Felipe González y del vicepresidente Serra) y un catalanista nada nacionalista, que quiere el máximo autogobierno para Cataluña que sea compatible con un Estado español viable y con una idea de España como nación de naciones. En este sentido, Iceta ha logrado que, manteniendo sus esencias, el PSC haya sobrevivido a la conversión al independentismo de CDC (cuyo 'agit-prop' lo intentó desacreditar, presentándolo como caballo de Troya del españolismo) y a la huida de socialistas relevantes del sector catalanista, como los 'exconsellers' Antoni Castells y Montserrat Tura o los 'gironinos' (la provincia más independentista) Joaquim Nadal y Marina Geli. Pero Iceta —pese a las sucesivas escisiones, unos se fueron a un movimiento socialista de difícil vida, otros a ERC y otros a casa— siempre ha procurado no romper los puentes. Así, el presidente del PSC es Àngel Ros, alcalde de Lleida y uno de los antiguos líderes del sector catalanista. Y en la presentación de su candidatura no tuvo reparo en admitir su respeto por Antoni Castells, el 'conseller' de Economía de Maragall y Montilla.

¿Qué separaba a Iceta de Núria Parlon, que oficialmente ya era su segunda en el partido? Fundamentalmente, la maduración de una intensa vida política. Iceta es un socialdemócrata y un catalanista nada independentista sin complejos e incluso con cierto descaro, de la misma forma que fue el primer político catalán (y español) en asumir ya hace años su homosexualidad. Parlon representa ideas próximas, pero con más complejos hacia el independentismo y hacia Podemos, que han adquirido mucha fuerza en los últimos tiempos. Quizás está mas próxima a Podemos, y sobre el independentismo ha tenido actitudes cambiantes.

Ninguno de los dos admite diferencias ideológicas, pero Parlon está más atenta a las actitudes de En Comú Podem y del soberanismo

Por eso, es importante que Iceta haya ganado sin tensionar las relaciones con Núria Parlon y sus seguidores. El PSC de Iceta y Parlon puede ser un interlocutor fuerte y con personalidad propia, tanto con las fuerzas nacionalistas como con las españolistas, y aunque ha perdido mucha fuerza, sigue al frente de muchos ayuntamientos —empezando por L´Hospitalet, la segunda ciudad catalana, y las capitales de Tarragona y Lleida—- y ha sido la tercera fuerza política (tras En Comú Podem y ERC, pero algo por delante de CDC) en las legislativas de 2015 y 2016. Eso sí, de 25 diputados en las legislativas de 2008 ha pasado a solo siete en las de 2016.

Entre tanto, ha habido los dos terremotos que cambiaron Cataluña en 2010, el forzado programa de austeridad de Zapatero y la sentencia del Constitucional sobre el Estatut, cuatro años después de su aprobación en referéndum. Es precisamente por este motivo que Iceta ha apoyado firmemente a Pedro Sánchez. Como ya escribí en esta crónica hace 15 días, Iceta cree que después de haber alentado con malos modos el recurso contra el Estatut y de cinco años de gobierno de inmovilismo, Rajoy no inspira ninguna confianza para abordar el contencioso catalán con una actitud dialogante. Y teme que su permanencia en el Gobierno de España haga mas difícil cualquier aproximación a una solución pactada y negociada del problema.

Pero es un pactista por definición, y aunque mantiene la actitud de no votar a Rajoy en ningún caso, ya el lunes declaraba al 'Ara' (diario soberanista) que “la abstención parcial [de 11 diputados] sería una opción inteligente, pero mi opción es que todos los diputados socialistas voten no”.

El encuentro del ministro y Puigdemont

Ha llamado la atención en los medios informados el encuentro —“distendido”, según ambas partes— que el ministro de Justicia y Fomento en funciones, Rafael Catalá, mantuvo el pasado viernes en Barcelona con el 'president' Puigdemont.

El encuentro se produjo en el aperitivo de la comida anual que organiza el 'cazatalentos' Luis Conde, el del 'civet' de Fonteta, con motivo del Salón Náutico de Barcelona que preside. Al almuerzo asisten siempre empresarios aficionados a los barcos así como algún político catalán —el presidente de la Generalitat ha estado algunas veces— y autoridades desplazadas desde Madrid.

Rafael Catalá asistió esta vez como ministro de Fomento (ya había estado cuando era secretario de Estado de Ana Pastor) y coincidió con Carles Puigdemont en el almuerzo del Club Náutico, en pleno puerto de Barcelona y mirando al tradicional barrio gótico. Lo que sorprendió a los presentes es que, tras el protocolario saludo —y pese a que el clima entre los dos gobiernos es especialmente espeso estos días por las querellas contra Mas y Forcadell—, los dos políticos estuvieron hablando en solitario y de pie relajadamente durante mas de 20 minutos sin que ninguno de los presentes —entre ellos, Pablo Casado— osara interrumpirles o unirse a la conversación.

Fuentes de la Generalitat han confirmado que el encuentro mereció interés, y un empresario explica que el ministro le comento: “Al menos, con este Puigdemont se puede hablar”.

Claro, una conversación distendida no cambia un clima político muy enrarecido con múltiples procesos judiciales abiertos, pero en la cena del Premio Planeta, presidida por los Reyes, flotaba un aire diferente y el delegado de la Generalitat en Madrid, Ferran Mascarell (que abandonó el PSC al asumir las tesis soberanistas), daba la sensación de que husmeaba un inicio de “deshielo”.

Lo más probable es que estemos ante un espejismo, pero…

La victoria de Miquel Iceta en las primarias del PSC por el 54% de los votos contra el 46% de Núria Parlon, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet (ciudad dormitorio pegada a Barcelona en la que gobierna con mayoría absoluta), es una noticia relevante que indica que el PSC se mantiene firme en sus señas de identidad y que, por lo tanto, es un partido que puede jugar un papel positivo en el difícil desbloqueo de la situación catalana, siempre y cuando el Gobierno de Madrid y el de Barcelona están dispuestos algún día a modular sus inflexibles posiciones.

Miquel Iceta PSC