Necesitamos más señores Gómez, Márquez, López y Condal

Como en agosto suceden menos cosas, porque con este calor no hay quien trabaje mucho, me ha dado por fijarme en las cosas pequeñas que pasan por el mundo o por la acera de la calle de Pamplona donde estoy pasando el verano. Y, de repente, me he ido a Alpera, en Albacete. En confianza, yo no sabia que existía Alpera. Ahora ya se que esta a 68 kilómetros de Albacete, que tiene una ermita barroca y una iglesia parroquial del mismo estilo, dedicada a santa Marina. Y que las fiestas son hoy -escribo el dia 15- y mañana.

O sea, primer propósito: que tengo que ir a Alpera en cuanto pueda, porque, además, tiene pinturas rupestres y las fotos que he visto me hacen pensar que es un pueblo majisimo.

Pero hoy no se trata de hacer publicidad de Alpera, sino de hablar de lo que me ha parecido una buena noticia: que la Caja Rural de Castilla-La Mancha ha abierto una agencia financiera allí. Tampoco sabia que existía esta Caja Rural, pero las alegrías vienen muchas veces por caminos desconocidos. La noticia dice además que con esta son ya 16 las poblaciones que cuentan con estas franquicias desde que esa Caja Rural inicio su Plan de Expansión.

O sea, que mientras los bancos sistémicos -los que se cargan el sistema- despiden gente a motrollón, cierran oficinas, consiguen millones de euros como Dios les da a entender y luego los guardan en la facilidad de deposito del BCE porque no es cuestión de hacer imprudencias y se fusionan y piden rescate, la Caja Rural de Castilla-La Mancha ¡abre oficinas! En esas oficinas habrá, por lo menos, una persona. O sea, que estos señores han creado 16 puestos de trabajo, por lo menos.

¡Y no salen en primera pagina de Expansión! No salen porque esa primera página esta ocupada por la noticia de que Rajoy empieza una ofensiva en el exterior para suavizar el rescate Pero también hay otra noticia: que dos ex banqueros de Credit Suisse van a montar una cadena de peluquerías en el Reino Unido. O sea, que habrá menos personas sin empleo alli porque dos personas que trabajaban en la banca han tenido un ataque de lucidez y se han cambiado de sector.

El Presidente de la Caja Rural es D. Andres Gómez y los ex banqueros-peluqueros, Borja Márquez y Joaquin López-Chicheri. (A este ultimo le quito el Chicheri para que el titulo de este  articulo me salga mas redondo.)

Estos tres señores me han hecho feliz. Porque sigo pensando que las empresas son las que crean empleo. Y sigo pensando que las empresas no existen: que son las personas.

Leo otra noticia, esta vez en La Vanguardia. Se refiere a la cadena de supermercados Condis. Dice que, en 2011, facturaron 806 millones y ganaron 6, el 0,75 %.  O sea, que cuando yo compro 100 euros en el Condis que han abierto hace poco al lado de mi casa, el señor Condal y su familia, muy capitalistas ellos, se meten en el bolsillo menos de 0,75 euros, porque algo hay que dejar en la empresa como reservas y no te puedes llevar todo a casa como dividendos.

Es verdad que los recursos propios de Condis son 79 millones y que a esos recursos les sacan 6, o sea, el 7,59 %. Pero pienso que en las islas del Cayman alguien le daría a la familia Condal el 7,59, sin que tuvieran que preocuparse por las 3.500 personas que trabajan en su empresa.

Las personas que dirigen la Caja y los dos ex banqueros y el señor Condal están haciendo  algo muy bueno. Unos han conseguido salir en primera página. Los de la Caja, en la página 11. El señor Condal, en la 47.

Pero a todos ellos hay que darles las gracias.

Y yo creo que seria bueno que el Gobierno español, entre viaje y viaje, rescate si y rescate no, declaraciones no y declaraciones si, encontrase unos minutillos y unos eurillos para poner un anuncio en la primera pagina de Expansión y La Vanguardia, con el siguiente texto:

"Se necesitan urgentemente muchos señores Gómez, Márquez, López y Condal". Puestos a poner, se podria añadir: "Y que desaparezcan señores tales como...." (Aquí iba a poner los nombres que tengo en la punta de la lengua, pero, como son los mismos que tenéis todos en las puntas de vuestras lenguas, no hace falta ponerlos. Basta con que os miréis en el espejo con la lengua afuera.)