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Estos chicos que pululan
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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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Estos chicos que pululan

Estos chicos que pululan por ahí, en cuanto ven un micrófono, enloquecen. Si enloquezco yo, no pasa nada. Pero si enloquecen esos mozos (los pululantes) el

Estos chicos que pululan por ahí, en cuanto ven un micrófono, enloquecen. Si enloquezco yo, no pasa nada. Pero si enloquecen esos mozos (los pululantes) el tema puede ser más grave.

Empieza D. Alberto Ruiz-Gallardón que, como es ministro de Justicia, yo suponía que sabía de Justicia. Pues no, señor. Sabe de economía, con lo que ahora tenemos tres ministros que saben de eso: Montoro, de Guindos y este que se apunta al carro. No creo que D. Alberto lea nada de lo que yo escribo, pero como siempre he dicho que no sabía nada de economía y hablo, debe pensar que por qué no puede hablar él. 

Este señor habla de la independencia de Cataluña y dice que si nos quedamos sin Cataluña, España tendrá que salir del euro. Afirmación que, dicha con cara seria y voz profunda, alguien puede llegar a pensar que es verdad.

Seguimos con los pululantes.

Resulta que el otro día, dos F-18 salieron de Zaragoza y se fueron al Ripollès e hicieron mucho ruido. Hubo sustos y protestas, todo normal. Lo pintoresco es cuando unos vecinos dijeron que eran "maniobras de intimidación del Ejército español". Hace poco leí que Cataluña, cuando sea independiente, no necesitará ejército, pero como el Ejército español siga intimidando, Cataluña tendrá que comprar unos cuantos F-18. Lo tendrán que hacer pronto, antes de la independencia, para cargarlos a la cuenta del Ministerio de Defensa español y que la deuda suba un poco más y que los intereses los pague lo que quede de España, que, como además estará fuera del euro, los tendrá que pagar en pesetas y no habrá suficientes calculadoras para saber cuántas pesetas son.

Me hacen llegar una intervención de D. Pedro Gómez de la Serna, diputado en las Cortes, de quien -lo confieso- no había oído hablar nunca. Además, no sé a qué partido pertenece. Según dice el correo que me ha mandado un amigo de Barcelona, este señor, en el Congreso, les dijo hace unos días a los diputados de CiU y ERC que todo lo que decían era falso, empezando por lo que sucedió en 1714 y llegando al partido Barcelona-Madrid del domingo pasado. No sé si existe D. Pedro o es un invento de mi amigo, y tampoco sé si ha dicho lo que dicen que ha dicho. Ya sé que por Internet circulan muchas inexactitudes y alguna calumnia. No sé nada, pero me voy a comprar en seguida un libro serio (he dicho SERIO) y veraz (he dicho VERAZ) de historia que me diga lo que ha pasado, porque en este asunto me juego mucho y no puedo quedarme solamente con lo que dice Artur Mas o lo que dice Oriol Pujol, máster del IESE. (En mi defensa, digo que yo no le di clase.)

Si un Ministro habla,  ¿por qué se han de callar los demás? Llega D. José Ignacio Wert, se va al Congreso y suelta que quiere españolizar a los alumnos catalanes.

¿No podía hacerlo peor? ¿Tan torpe es este mozo? Pero, ¿qué les pasa a  estos empleados nuestros, a los que les pagamos religiosamente el sueldo el día 30 de cada mes? Da la impresión de que, antes de empezar a hablar, se pegan un trago para tranquilizarse y luego se les enreliga la lengua y empiezan a desbarrar hasta que se les van los efectos del alcohol. 

(Nota 1: ya sé que "enreligar" es una palabra que no existe, pero un amigo mío de Zaragoza la dice y me parece muy descriptiva. Nota 2: sobre lo del alcohol, no digo que estén borrachos. Digo que, a veces, lo parecen.)

Oigo a hablar a Xavi, del Barcelona, todo un jugador. Le preguntan antes del partido contra el Madrid qué le parece el ambiente que se ha montado alrededor del partido y dice que es fútbol, no política. O sea, que lo del mosaico, lo de recordar 1714, y otras cosas más, todo eso es fútbol. ¡Cómo han cambiado las cosas desde que yo iba con mi padre al campo de Torrero en Zaragoza y lo más que se oían eran los gritos de la gente amenazando al árbitro con tirarle a la piscina!

Y sigo con La Vanguardia y leo a Francesc de Carreras, que vuelve a decir que hay muchas falsedades y que lo de los 759 millones de euros que debe el Estado a la Generalitat es falso. ¡Caray, D. Francesc, usted no se anda por las ramas! Y, animado y cuesta abajo, dice que lo de los 1.459 millones de deuda también es falso. Como tenga razón el Sr. de Carreras, estamos en peligro. Y, además, este señor amenaza, diciendo que tiene apuntadas muchas más falsedades habituales. Y remata a puerta diciendo que, cuando una mentira repetida mil veces se convierte en verdad oficial, la democracia corre peligro.

Como cada semana, leo Time y así me oxigeno y me animo al ver que los demás también hacen patochadas, o sea, "disparates y despropósitos". Además, como los tengo lejos, pienso que siempre dicen la verdad y que vivir allí debe ser una gozada. (Yo viví allí unos meses y era una gozada, quizá porque yo era muy joven y todo me parecía una gozada.)

Pero me encuentro con una encuesta que me impacta. Casi puedo decir que me abofetea. Solo hay una pregunta: "¿Quién dice la verdad, Obama o Romney?"

Y luego pone: "Vote aquí".

Y me acuerdo de Ramoncín, con quien coincidí en una mesa redonda y que dijo en voz muy alta que todos tenemos nuestra verdad, pero que hay UNA verdad objetiva.

Y oyendo a los pululantes, me parece que a algunos de ellos la verdad objetiva les importa muy poco y tratan de imponernos su verdad que, en algunos casos -muchos- es más falsa que Judas. De ahí viene mi manía por tener Criterio. Porque pienso que si tengo Criterio (siempre lo pongo con mayúscula) puedo decirle a un señor que aquello que dice, en el mejor de los casos, es una bobada.

Y en el peor, algo peor. Mucho peor.

Estos chicos que pululan por ahí, en cuanto ven un micrófono, enloquecen. Si enloquezco yo, no pasa nada. Pero si enloquecen esos mozos (los pululantes) el tema puede ser más grave.