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Leopoldo Abadía

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Ya sé qué ponerme

M.ª Jesús es una amiga nuestra de Barcelona. Nos vemos y nos mandamos correos con una cierta frecuencia. Cuando hoy por la mañana me he puesto

M.ª Jesús es una amiga nuestra de Barcelona. Nos vemos y nos mandamos correos con una cierta frecuencia. Cuando hoy por la mañana me he puesto a escribir este artículo, he recibido un mensaje suyo. Nos da sus últimas noticias, dice que se acuerda "un montón" de nosotros y acaba como siempre, enviándonos "un abrazote".

Pero lo mejor del mensaje es una foto que adjunta, de un niño sonriente, con cara de listo y de pillo, que dice: "Hoy no sabía qué ponerme y... ¡¡¡me puse contento!!!"

Leo mis dos periódicos de hoy, y no encuentro datos objetivos para ponerme contento. Vi anoche la tele, y, excepto lo del Real Madrid, tampoco encontré nada animante.

Pero M.ª Jesús, que de tonta no tiene nada y que seguro que ha leído los periódicos y ha visto la tele y ha oído la radio, me está diciendo que me ponga contento. Y me pongo a pensar, a ver de dónde saco la 'contentez' (palabra que acabo de inventar y que supongo que no volveré a utilizar nunca).

Cuando pienso, se me ocurren muchas cosas y las relaciono entre sí, aunque no haya por qué relacionarlas. Además, normalmente, las interrelaciones se interrelacionan con mis manías, con lo que no se sabe qué parte de las conclusiones que saco son eso, conclusiones, o simplemente empanadas maníaco-mentales.

En primer lugar, que sé todo lo que pasa. Quizá todo todo, no, porque es difícil. Pero sé:

- Que el juez ha imputado a la infanta Dª Cristina.

- Que Mas advierte que está en juego el país. (En eso, estoy de acuerdo con él, aunque, no sé por qué, me parece que mi país es más grande que su país, porque el mío abarca el suyo y el suyo no pasa del Ebro.)

- Que Rajoy quiere hablar con Cataluña dentro de la ley. (Como si yo anunciase que, a partir del 1 de mayo, cruzaría los semáforos cuando estuvieran en verde).

- Que los chipriotas están muy preocupados.

- Que nosotros también lo estamos, entre otras razones porque nos dicen que no nos preocupemos y no nos fiamos nada de los que nos lo dicen.

- Que D. Emilio Botín dice que no le gusta nada lo de poner dinero de su banco para arreglar el chanchullo preferente de otras entidades financieras.

- Que unos cuantos directivos de empresas importantes, acompañados por unos economistas top level, se lanzan por el mundo a explicar las cosas buenas que tenemos en España. Lo cual quiere decir que se lo creen. Y es importante que estos señores se lo crean. (He puesto 'directivos' y no 'empresarios' -otra manía-, porque siempre he pensado que 'empresario' es el que tiene la idea madre y se juega su dinero, y 'directivo' es un empleado. De categoría, pero empleado. Ejemplo: Amancio Ortega es un empresario. Pablo Isla, con todo respeto, un empleado. A este viaje solo van empleados).

- Que Rusia se está planteando volver a Afganistán.

- Y así sucesivamente, hasta llegar a lo fundamental: que la lesión de Messi no es importante.

O sea, en el 'todo todo' hay cosas buenas y cosas menos buenas. Incluso alguna muy mala.

Pero, como dicen mis nietos, "eso es lo que hay".

Eso es lo que hay. En confianza, eso es lo que ha habido siempre, lo que no quiere decir que, como borreguicos, tengamos que sonreír cuando vemos comportamientos tirando de malos a deplorables, ni cuando alguien de quien nos fiábamos nos demuestra con sus hechos que no nos teníamos que fiar.

De ahí, otra manía: que nos hagamos mayores, que tengamos criterio.

Como muy bien dije en un libro (si no me echo piropos yo, no me los echa nadie), un país con 47 millones de personas con criterio es riquísimo y con 47 millones de personas sin criterio, paupérrimo. Quizá existe el ICDUP (índice del criterio de un país). Si existe, no sé qué puesto ocuparíamos. Pero sí veo que, cada vez más, la gente piensa, la gente habla, aunque, en algunos casos, la gente insulta.

Lo del insulto no me gusta, porque no me gusta nada lo que conduzca a que yo odie al vecino, aunque el vecino sea un pajarraco. Pero creo que es muy bueno para un país que, sin insultar, se digan las cosas claras. Y eso incluye a decirle a alguien educadamente: "Mire, según el Diccionario, su comportamiento es el de un sinvergüenza, y sus palabras, y sus gestos y sus hechos. Mire, no me meto con su padre (sería un insulto), pero usted es un impresentable y, por favor, no se me vuelva a presentar".

Releo el mensaje de mi amiga M.ª Jesús.

Y veo que hay mucha gente, con la que me encuentro, que tiene criterio. Que lucha por tener cada día más. Y que luchan  para "ponerse contentos", porque piensan que no es verdad que todo está podrido, y ven que, a pesar de los pesares, hay muchas personas, y muchas familias, y muchas instituciones, que están limpias, que huelen bien.

P.S.

1. El Ministro Margallo plantea ceder a las autonomías todo el IRPF, reservando para el Estado el IVA y el impuesto de sociedades. ¿Pero no habíamos quedado en que cada ministro se ocuparía de lo suyo? O sea, Fernández Díaz, del interior; Margallo, del exterior, etc. Pues no, aquí cada uno habla de lo que le pasa por la cabeza en cada momento. 

2. Mariano, pon orden en esta jaula de grillos, porque en la otra -tu partido- lo podemos dar por imposible. 

3. Ese señor que va en yate con un narcotraficante me parece que no es el más listo de tu partido, Mariano. Tiene buena pinta, dice que aspira a ser tu sucesor, pero le patina el embrague. La última vez que yo salí a navegar con un narco tuve mucho cuidado con los fotógrafos, porque ya se sabe cómo son: lo quieren captar todo. Pues este mozo, nada. Hala, a navegar y a que le fotografíen.

4. (En realidad, yo no conozco a ningún narco. En San Quirico, todos son muy honrados y, además, ninguno tiene barco. Lo de mi salida con el narco era solo un ejemplo).

5. En descargo del amigo del narco, está que las fotos son de hace años, de cuando el narco no era narco. Pero seguro que ya se le notaban sus inclinaciones.

M.ª Jesús es una amiga nuestra de Barcelona. Nos vemos y nos mandamos correos con una cierta frecuencia. Cuando hoy por la mañana me he puesto a escribir este artículo, he recibido un mensaje suyo. Nos da sus últimas noticias, dice que se acuerda "un montón" de nosotros y acaba como siempre, enviándonos "un abrazote".