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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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¿Estamos saliendo?

Si tuviera que contestar en una frase a la pregunta sobre si estamos saliendo de la crisis, lo haría como mis nietos cuando tienen algún asunto entre manos y no le acaban de meter el diente

Foto: La directora gerente del FMI, Christine Lagarde. (Reuters)
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde. (Reuters)

Acabo este artículo en Madrid y lo envío. Hoy no pasa por la censura de mimujer. Después, me pongo la corbata y el pasador, porque participo en undebate en la Fundación Canal Isabel II con el tema "¿Estamos saliendo de la crisis?".

Me habría ido mejor escribir el artículo mañana, porque habría añadido las ideas de Anabel Díez, Emilio Ontiveros y Carlos Rodríguez Braun, mis compañeros de debate, que esos sí que saben, y el escrito habría quedado muy redondo.

Pero lo tengo que entregar hoy. Escribo cosas que se me ocurren, que luegopodré utilizar en la discusión, suponiendo que ellos se pongan a mi altura, porque a mí meva a costar bastante ponerme a la suya.

Si tuviera que contestar en una frase a la pregunta sobre si estamossaliendo de la crisis, lo haría como mis nietos cuando tienen algún asuntoentre manos y no le acaban de meter el diente: "Estamos en ello".Frase quepuede significar cualquier cosa: que no han empezado, que están más menos ala mitad, que se han quedado atascados, que su padre no les entiende, etc.

Gracias a Dios, no tengo que dar una contestación de síntesis y puedodetallar más lo que pienso. Igual con este procedimiento, al final delartículo, digo entusiasmado que ya hemos salido o que buff cuánto falta.

Aquí sí que he de intentar ejercitar eso que recomiendo siempre: tenercriterio, o sea, "juicio y discernimiento", no creyéndome las cosas porquelas diga algún profesional listo, que ya ha advertido Mariano que no estánlos tiempos para amateurismos. (Frase que no acabo de entender, porquerecuerdo cuando Mariano era amateur, o sea, hace cuatro días. Esa frase me cierra las puertas para mi futura carrera política, en la que mi familia y yo habíamos puesto muchas ilusiones. Medoy cuenta de que soy amateur y no sé a qué escuela hay que ir para sacar el título de políticoprofesional.)

Hace unos años -pocos- la situación era angustiosa y ahora no lo es. Angustiosa a nivel de suspensión de pagos del Estado o rescate

Empiezo por Cataluña, para saber cómo van las cosas:

*Hablo con un taxista. Me dice que en 2014 facturó un 7% más que en2013 y que de enero a marzo de 2015 ha facturado un 10% más que en los meses de 2014.Que le parece que esto empiezaa funcionar.

*Leo en La Vanguardia a Felip Puig, conseller d´Empresa i Ocupació de la Generalitat.Asegura que "hay que decir alto y contundente que la recuperación enCataluña está llegando". Luego baja la altura y la contundencia y dice quela crisis todavía hace estragos entre los ciudadanos. Y por eso exige, oruega, que la gente se crea "que estamos saliendo adelante". Delicioso.

Voy a Madrid y encuentro a Luis de Guindos, que "vincula la recuperación conlas medidas del Gobierno". Me detengo aquí un momento porque creo que esverdad. Que hace unos años –pocos–la situación era angustiosa y ahora no loes. Angustiosa a nivel de suspensión de pagos del Estado o rescate. Y ahora,apretando aquí y apretando allí, "estamos bien considerados" en Europa.(Lo de "bien considerado" se decía en Zaragoza cuando un chaval de la familia trabajaba enuna empresa y alguien le aseguraba a su madre que el niño "apuntaba maneras").

Me hace gracia cuando oigo hablar a estos señores de "inestabilidadpolítica". Un año en el que coinciden no sé cuántas elecciones es, pordefinición, año de inestabilidad política. Además, si ha habido algúnaccidente que otro y hay gente, mucha gente, que piensa –que pensamos–quequé pena, con lo bien que lo podías haber hecho, tú te pones nervioso, diceslo del amateurismo y alguna chuminada más.

Como siempre pasa, ha pasado y pasará, hay cosas que van bien y otras quevan menos bien.Vabien que elpetróleo haya bajado. (De paso, esto se ha cargado el presupuesto de Rusia y el de Venezuela, que se creían gallitos, y no son más que pollitos.)Vabien que el BCE haya empezado a echar dinero a la economía ya comprar todo lo comprable, entre otras cosas, "deuda empaquetada", que merecuerda los célebres paquetitos hipotecarios de la época gloriosa de losninjas. Si es que todo está inventado.

Ese camino tiene una meta: Europa. Aunque ahora a algunos no les guste, olvidando que llevamos 53 años diciendo que queremos ser europeos

Como los intereses en Europa están bajos, la gentese lleva el dinero a la bolsa, quesube. Como nos financiamos a interés negativo, o sea, que hay gente que sefía tanto de nosotros que nos deja el dinero para que se lo guardemos,pagando lo que haga falta, mejora el déficit y sinmayores agobios, vamosacercándonos a los 30.000 millones que nos comprometimos conseguir en 2016.Como nunca llueve a gusto de todos, la Seguridad Social–que tiene muchodinero prestado al Estado, o sea, invertido en deuda soberana, que es lomismo pero que, dicho así, queda mejor–, si se descuida tiene que pagar poresa inversión, lo cual hace que el futuro de las pensiones se ennegrezca unpoco más todavía.

Con todas estas cosas, hay una en la que todos estamos de acuerdo: que lamal llamada "economía real" no acaba de salir adelante. Que a mucha, mucha gente le cuesta llegar a final de mes y muchas familias tienen bastantes, sino todos, sus miembros en paro. Y como muchos tenían muchas deudas, euro que les llega lo emplean en desapalancarse, o sea, en desendeudarse, como exige el sentido común. Y mientras tanto, no salen a cenar porque se les ha acabado el dinero en el desapalancamiento...

Más cosas: que las prioridades todavía no se marcan bien en los muchísimos niveles de poder. Que se achacan muchas veces los apuros a los recortes (o sea, aMadrid y a Merkel), mientras hacen gastos superfluos, en muchas ocasiones superfluísimos, unos cuantos personajes que quieren pasar a la historia y que no perderíamos nada si pasasen de una vez. (Aclaración para evitar malos entendidos: para pasar a la historia no hace falta morirse, cosa que no deseo a nadie. Conozco personas que ya están en la historia, con buena salud. En algunos casos, la historia es buena. En otros, no. Pero es historia, al fin y al cabo.)

Me voy a Washington.Encuentro por la calle a Christine Lagarde. Dicen que se suele bajar del coche antes de llegar para que le hagan fotos en el tramo final. Está contenta,porqueGrecia le ha pagadopuntualmente los 460 millones de euros que vencían el día 9.Pero me advierte de que estamos en un período de mediocridad que va aser largo.Que unos crecerán, que otros, no. Hace unos años, a mí me daba lo mismo que unoscrecieran y que otros no, siempre que yo estuviera entre los primeros. Pero ahora,como todo está tan interconectado–esto de la globalización y de internet es unagaita–me preocupa que Christine diga que, dado el impacto persistente de la crisisen la gente (esta es una profesional y mira por encima del hombro a los amateurs), no hay nada seguro. Y que, después de un par de años de euforia, vendrán años de crecimiento raquítico.

 Estamos saliendo, pero lentamente. No era una crisis en V (hundimiento y salida), sino una crisis con tres partes: hundimiento, tramo largo y salida

Vuelvo a casa y, antes de ir al debate, miro la situación de España, resumida en tres cifras; 55.000 millones de déficit.Un millón de millones de deuda. 5.427.900 personas sin empleo según la EPA de 31 de diciembre.

Y pienso que sé, que es verdad, que estamos saliendo, pero lentamente, como es lógico. Aquello que se me ocurrió decir en una conferencia, que esto no era una crisis en V(hundimiento y salida), sino una crisis con tres partes: hundimiento, tramo largo, largo, largo y salida lenta, lenta, lenta, y de la que alguien dijo: "¡Ah, en ele!".

En ele. Tramo largo, largo, duro, duro, doloroso, doloroso y que muchos que yo conozco están convirtiendo en apasionante, dejándose la piel en el empeño.

Estamos en el buen camino. Ese camino tiene una meta: Europa. Aunque ahora a algunos no les guste, olvidando que llevamos 53 años diciendo que queremos ser europeos.

Lo que pasa es que ahora, otros europeos aprietan para que nos portemos bien, algo que me parece espléndido.

Portarse bien quiere decir obedecer al que manda en Europa y no hacer tonterías. Aunque no nos guste. (Lo mismo, portarse bien en la España de la que formáis parte quiere decir que vosotros, presidentes de comunidades autónomas, tenéis que obedecer al que manda en España, que, a su vez, obedece al que manda en Europa, aunque no os guste.)

Que también obedecen los belgas y los holandeses y los finlandeses...y los alemanes, que cuando aprietan a los demás, están obedeciendo a eso que se llama Europa y que exige seriedad, concretada en un déficit del 3 % del PIB % (estamos en el 5,5) y en una deuda del 60 % del PIB (estamos en el 100).

Esta es mi preparación para el debate de las 7 de la tarde.

No sé lo que dirán Anabel, Emilio y Carlos. Igual dicen que ya hemos salido de la crisis y que yo no me he enterado. O que no hemos salido y no saldremos en muchos años.

Aunque a mí, por ahora, me parece que la respuesta adecuada es que estamos en ello.

Acabo este artículo en Madrid y lo envío. Hoy no pasa por la censura de mimujer. Después, me pongo la corbata y el pasador, porque participo en undebate en la Fundación Canal Isabel II con el tema "¿Estamos saliendo de la crisis?".

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