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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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El 'Think Tank'

"Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco"

Foto: Refugiados esperan para ser registrados tras haber cruzado la frontera entre Serbia y Croacia. (EFE)
Refugiados esperan para ser registrados tras haber cruzado la frontera entre Serbia y Croacia. (EFE)

Sigue sorprendiéndome. Ahora, mi amigo de San Quirico quiere poner en marcha un Think Tank. Acaba de leer en Wikipedia que eso se llama también laboratorio de ideas y que es una institución o grupo de expertos de naturaleza investigadora, cuya función es la reflexión intelectual sobre asuntos de política social, estrategia política, estrategia militar, economía, tecnología, cultura, etc.

Vuelvo a coger servilletas para apuntar, porque si no, se me olvidan las cosas.

Me dice que el presidente del Think Tank será él, porque la idea es suya. Entre él y yo elegiremos a los "expertos". No serán más de seis, uno de los cuales hará de secretario para recoger lo que se discuta y producir, un par de veces al año, documentos que firme el Think Tank.

Lo tiene todo muy bien pensado. No estará vinculado NUNCA -lo dice en voz muy alta y todos los que están desayunando en el bar nos miran- a un partido político, ni a un grupo de presión ni a un lobby, y la orientación ideológica se la daremos él y yo, que "ya sé de qué pie cojeamos", dice con esa sonrisa cariñosa y un poco ratonil que, de vez en cuando, emplea.

Le da lo mismo que alguien se aproveche de lo que el Think Tank publique. Allá ellos. "Nosotros diremos lo que nos parezca y el que quiera copiar, que copie". Luego se arrepiente un poco de lo que ha dicho y añade: "Respetando el copyright".

Sigue hablando. Se ve que lleva mucho tiempo pensando en esto, porque no trae ningún papel escrito, pero lo que dice lo tiene bien estructurado en su cabeza, que yo diría que la tiene muy bien amueblada, si no fuera porque eso se ha dicho de bastantes, algunos de los cuales la tenía bien amueblada, pero con muebles de Cantia, la versión mexicana de Ikea.

Pero sí que trae un papel. Se acaba de leer 'Laudato si', la última encíclica del Papa, y después de decirme que este Papa cada vez le cae mejor, lee un párrafo. Lo lee con tanta entonación y tan convencido, que parece que la encíclica la ha escrito él:

"Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco".

La prensa diaria es un muestrario de desigualdad. Desigualdad en los refugiados, en ciudades potentes, entre mujeres y hombres, en atención sanitaria...

Después de este preámbulo, mi amigo me dice que el tema fundamental del Think Tank -ahora le llamamos TT en espera del nombre definitivo- va ser la DESIGUALDAD que existe en la sociedad.

Que a él le parece que con ética, bondad, fe, honestidad y sin superficialidad, lo de la desigualdad estaba resuelto. Pero que una cosa son las palabras y otra, la realidad, en la que hay bastantes a los que la ética, la bondad, la fe, la honestidad y la sin superficialidad les parecen palabras muy bonitas y nada más.

Desigualdad. La prensa diaria es un muestrario de desigualdad. Desigualdad en los refugiados, que salen como pueden -como no pueden- corriendo de su país porque allí les matan; y que quieren entrar y no les dejan; y que cuando ves en el Ayuntamiento de Madrid un cartel que dice "Refugees, welcome!", habría que poner debajo: How many?", porque el problema es cuántos.

Desigualdad en ciudades potentes -Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia, Zaragoza...-donde hay personas que viven muy bien y personas que no viven. Desigualdad en sueldos. En algún caso el de arriba gana 183 veces lo que gana el de abajo, y no sé por qué, a mi amigo le molesta y a mí también.

Desigualdad entre mujeres y hombres.

Desigualdad en atención sanitaria. Desigualdad en educación.

Desigualdades curiosas y absurdas. Tanta gente revolucionada con el trato a los animales y pocos preocupados por la reforma de la ley del aborto, mientras se van cargando niños como si fueran toros de la Vega.

Mucho pobre. Mucha clase media que ha ido hacia abajo y que, gracias a que hay buena gente, resuelve algunos de sus muchos problemas.

Pocos ricos, en comparación con los muchos pobres, pero con gran desigualdad de ingresos.

Desigualdad en países: nosotros tiramos toneladas de alimentos a la basura y otros, a 4 horas de avión, no comen.

Con la desigualdad nos está ocurriendo lo mismo. Quizá es que me fijo más, pero me parece que, de repente, todos hablan de desigualdad

Mi amigo dice que no duerme tranquilo por lo de las cuatro horas de avión. Antes pensaba que lo del hambre era de otro continente y allá ellos. Pero, con la globalización, el hambre se ha acercado y el "allá ellos" ya no vale.

Luego se pone optimista. Me dice que, en 2014, el secretario para Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, en un informe, dijo que "en el mundo, la pobreza extrema se ha reducido a la mitad". Y que la mitad que ha dejado la pobreza extrema -personas que viven (¡?) con menos de 1,25 dólares por día- son 700 millones, de donde se deduce que la otra mitad -la mala- son otras tantas personas. Pero pasar de 1.400 millones de personas a 700 desde 1990 a 2014 es un éxito.

Sigue hablando y dice que el porcentaje mundial de personas con nutrición insuficiente pasó del 24% de la población mundial al 14%, en 20 años.

Amenaza con darme más datos positivos (acceso a agua potable, disparidades de matriculación de niños y niñas en la escuela primaria, lucha contra enfermedades endémicas, etc.)

Pongo cara de sorpresa y me dice que son datos que los han publicado "los míos". Aclara que los ha copiado de los Comentarios de Coyuntura Económica que publica mensualmente el IESE, y que son recientes, de junio de este año. Y que el artículo está firmado por Juan José Toribio, que es muy amigo mío.

Con estos argumentos me deja callado durante un rato, pero, mientras tanto, pienso: "Si todo está arreglado, ¿para qué montamos el TT?"

Pero es que no todo está arreglado. Es que hay situaciones muy dolorosas, y no me refiero solo a la tragedia de los refugiados. Y esas situaciones están muy cerca. Y las diferencias siguen. Y parece que aumentan.

Hablamos de personas y montamos el equipo. Nos faltan una o dos. En cuanto les hagamos convencido, a trabajar. A ver qué se nos ocurre. Y cuando se nos ocurra algo, a escribirlo. Y a publicarlo. Y hasta es posible que tenga alguna utilidad.

''¿Te das cuenta de que esto del TT nos exige intentar ser buena gente, o sea, luchar por vivir de una manera ética, con bondad, fe, y honestidad?''

Decidimos prohibirnos la crítica destructiva, aunque un amigo me dijo una vez que la constructiva es muy aburrida y que criticar a personas concretas, con nombre y apellidos, no en general, era mucho más divertido.

Es decir, no diremos que la culpa de todo es de Merkel y Rajoy, y que lo van a arreglar Pablo Iglesias, Alexis Tsipras y Jeremy Corbyn, rompiendo todo lo que haya que romper o desobedeciendo todas las leyes que haya que desobedecer. (Por cierto, qué debate más educado el día de la presentación de Jeremy en la Cámara de los Comunes. Con corbata, que lo de ir desastrado a actos serios está muy pasado de moda).

O que hay que cambiar de sistema, que es una manera cómoda de criticar sin ninguna posibilidad de cambiar nada.

Como el Think Tank empieza en época de elecciones, decidimos no seguir la campaña, ignorando las cosas que dicen estos chicos, que, en materia de eslóganes, no son los mejores de Europa. Y en materia de credibilidad, tampoco.

Es posible que se nos ocurran cosas pequeñitas, porque creo que a esas llegamos y a las otras, no. Y que decepcionen a los que nos lean, pero como nuestro objetivo no es que nos lean, sino intentar pensar, y lo otro es "a más a más", al que no le guste, que no aplauda.

Cuando te duele la cabeza y lo comentas con alguien, resulta que a todo el mundo le duele la cabeza. Cuando te rompes la cadera, descubres que se la han roto casi todos los que conoces.

Con la desigualdad nos está ocurriendo lo mismo. Quizá es que me fijo más, pero me parece que, de repente, todos hablan de desigualdad.

Dije que la crisis económica no se arreglaría si no se arreglaba la crisis de decencia

Por supuesto, hay una desigualdad normal. El que mide metro y medio no puede jugar al baloncesto. El soso no puede hacerse cargo del programa de humor de la tele de su pueblo. El que no ha estudiado nada no puede aspirar a ser ministro. (Ejemplo puesto con idea retorcida, que hará que algunos aporten sus comentarios diciendo que más de uno se ha visto). El empleado de nivel más bajo es diferente del presidente de la compañía, aunque los dos sean hijos de Dios, porque, en una familia, todos son diferentes, desiguales. Que me lo digan a mí.

Pero una cosa es ser diferente y otra es ser 183 veces diferente. Uno de los miembros del TT, director general de una empresa de tamaño medio, me dice que gana tres veces lo que ganan las personas de un nivel similar al de directores de sucursal en un banco. Eso, en bruto. Por la diferencia fiscal, las tres veces se convertirán en dos y pico, en neto. Es una diferencia importante, pero no sangrante.

En este lío me ha metido mi amigo de San Quirico. Ya decía yo que con este, desayunar y prou. Pero nadie podrá decirnos que no nos preocupamos de lo que pasa, porque, en confianza, pasan muchas cosas.

Pensaba que ya había quedado claro todo, pero cuando nos hemos levantado para pagar -hoy me toca a mí-, mi amigo vuelve a la encíclica: "¿Te das cuenta de que esto del TT nos exige intentar ser buena gente, o sea, luchar por vivir de una manera ética, con bondad, fe, y honestidad?"

Me quedo con la boca abierta, porque eso mismo, tal cual, me dijo un embajador cuanto di una conferencia en la embajada de España en un país europeo y dije que la crisis económica no se arreglaría si no se arreglaba la crisis de decencia. Lo peor es que el embajador añadió: "Si esto es así, ¡qué difícil es el arreglo!"

Nadie ha dicho que fuera fácil, pero si no vamos por ahí, me temo que nuestro Think Tank no va a servir de mucho.

Hay que ir por ahí, por coherencia.

Iba a decir por coherencia política y casi digo por coherencia democrática, porque hay palabras a las que, si no les pones un adjetivo, parece que pesan menos. Pero no me da la gana. La palabra "coherencia", que significa la "actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan" tiene la suficiente riqueza como para que yo pueda decir: "A eso me refiero".

Pues sí. A eso me refiero.

Sigue sorprendiéndome. Ahora, mi amigo de San Quirico quiere poner en marcha un Think Tank. Acaba de leer en Wikipedia que eso se llama también laboratorio de ideas y que es una institución o grupo de expertos de naturaleza investigadora, cuya función es la reflexión intelectual sobre asuntos de política social, estrategia política, estrategia militar, economía, tecnología, cultura, etc.

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