El atentado

Otro atentado. Como si no tuviéramos bastante con las salvajadas de París, ahora nos llega la canallada de Pamplona.

Un pobre hombre, que dice de sí mismo que es artista, roba sagradas formas, las pone escribiendo la palabra 'pederastia', va al ayuntamiento y monta una exposición.

Y el ayuntamiento lo admite.

El 'ayuntamiento' no existe. Existen las personas. Lo que se llama "la corporación municipal", con Joseba Asirón, el alcalde, de Bildu, al frente. Con 10 miembros de UPN, cinco de Geroa Bai, cuatro de Bildu, tres del PSN, tres de Aranzadi y uno de Izquierda Unida.

Todos ellos, formando la corporación, cada uno con su responsabilidad individual, porque ya son mayorcitos.

(Pongo números, no nombres, aunque los tengo -en Google está todo-, para que el artículo no parezca la guía telefónica).

Quiero pensar que Joseba y los concejales son unos ignorantes, que no saben que los católicos creemos firmemente que en una hostia consagrada está el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.

Quiero pensar que los concejales que creen en Dios ya han publicado cartas en los periódicos diciendo que ellos votaron en contra de esta animalada

Quiero pensar que Joseba y los concejales, que, dados los datos, no creen en Dios, han decidido pasar al ataque, para que se vea que plantean su vida como una lucha contra un enemigo que, lógicamente, no les ametrallará al grito de ¡Allahu Akbar!

Quiero pensar que los concejales que creen en Dios ya han publicado cartas en los periódicos pamplonicas, diciendo que ellos votaron en contra de esta animalada. Como no vivo en Pamplona y no leo los periódicos navarros todos los días, no las he visto, pero estoy seguro de que las han escrito, han dado la cara y se han eximido de la responsabilidad.

Quiero pensar que todos los concejales, los que han escrito la carta y los que no, dimitirán inmediatamente e inmediatamente se irán de Pamplona, porque no podrán salir a la calle sin ponerse nariz y barba postiza. No porque les vayan a pegar un par de tortas, sino por el desprecio de la gente honrada que se cambiará de acera cuando les vea venir.

Quiero pensar que tú, Joseba, no has escrito lo de "Bien mirado, cabemos todos" que veo por la calle en carteles del ayuntamiento de Pamplona. Si lo has escrito tú, mientes como un bellaco. Si lo ha escrito un bellaco, deberías leer lo que ese individuo escribe antes de mandar pegar los carteles en las calles.

Porque tú, Joseba, no quieres que quepamos todos. Quieres que mucha gente de bien, católicos y no católicos, se vaya, para quedaros solos tú, tus concejales y el pobre 'artista', que os necesitará para comer, porque solo sirve para cometer sacrilegios pagados por tu ayuntamiento. Otra cosa para la que podría servir sería pedir limosna, pero la limosna suele darla la gente de bien y esos, si le reconocen, saldrán corriendo, por el peligro de infección.

Por favor, no me hables de la libertad de expresión, de la creatividad del artista y de todas esas cosas que tú y yo sabemos que son más falsas que Judas y que, a fuerza de repetirlas, algunos queréis convertirlas en verdaderas, olvidando que una mentira repetida miles de veces no se convierte en verdad. Se convierte en una mentira repetida miles de veces.

Veo que el obispo de Pamplona-Tudela celebró el miércoles un acto de desagravio en las catedrales de las dos ciudades. Cuando este artículo se publique el viernes, se sabrá si tú, estrenando la nariz y la barba postizas, has ido al acto litúrgico.

Quiero pensar que tú, Joseba, no has escrito lo de “Bien mirado, cabemos todos“ que veo por la calle en carteles del ayuntamiento de Pamplona

Joseba, si no has ido, tendrías que ir, sin que se sepa, porque no se trata de desagraviarnos a los que nos has ofendido gravemente, sino de desagraviar a Dios, y para eso no hace falta que vayas a la Catedral de Pamplona ni a la de Tudela. Desde tu despacho, sin que te vea nadie, puedes hacerlo tranquilamente.

Y por favor, llama al 'artista' y que devuelva todas las sagradas formas que tenga en casa. No pasa nada si te las entrega en una bolsa de El Corte Inglés. Cuando las tengas, llama al párroco del barrio donde está el ayuntamiento y que se las lleve. Él ya sabrá qué hacer con ellas. Por ejemplo, ponerlas en el Sagrario de la parroquia e irlas dando en la Comunión. Por favor, Joseba, dile a tu secretaria que me avise cuando las formas estén en el Sagrario, para ir de Barcelona a Pamplona a comulgar.

Y, al final, habrás hecho una cosa buena, que yo, y muchos como yo, te agradeceremos, porque habrás demostrado que, a pesar de todo, eres el alcalde de todos y también que "bien mirado, en Pamplona cabemos todos".

Hasta los de Barcelona.