El 16%

Para entretenerme un poco, me meto en YouTube. Y me encuentro con un vídeo que se titula algo así como 'Si en el mundo fuéramos 100'.

Hay varias clasificaciones: cuántos hombres y cuántas mujeres seríamos; la procedencia geográfica, las horquillas de edades...

Me paro en las creencias: 31 cristianos, 23 musulmanes, 15 hindúes, siete budistas, 16 'unaffiliated'. Suma 92. Se han perdido ocho. No sé dónde estarán. Deben ser menos que 'unaffiliated'.

'Unaffiliated', el que no se afilia. Que no es cristiano ni musulmán ni hindú ni budista. No es NADA. No cree en nada. No practica nada. Nada.

Tengo algunos amigos 'unaffiliated'. No sabía que se llamaban así y me parece que ellos tampoco lo saben. Me lo dicen de dos maneras: "Soy agnóstico"/"soy ateo". Algunos precisan un poco más: "Yo no soy muy de iglesia".

Según el DRAE, 'agnosticismo' es la actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia". Y 'ateo' es el "que niega la existencia de cualquier dios".

Partiendo de esas dos definiciones, prefiero ser ateo que agnóstico. Porque el agnóstico se siente incapaz de ver más allá de lo que puede tocar (la 'experiencia') y el ateo dice que nanay, que no hay nadie por ahí arriba que le pueda pedir cuentas de lo que hace. Quizás el agnóstico es más humilde y piensa que igual hay algo, pero que su cabecica no le da. El otro utiliza la suya para decir lo del nanay.

Unos en nombre de un dios, otros porque son ateos y otros por ser agnósticos y no tener opinión, están convirtiendo este mundo en un valle de lágrimas

Vuelvo a YouTube. 16 'unaffiliated'. Y pienso: "¡Qué mala pata tenemos en España! ¡Nos han tocado los 16!".

Porque veo biografías de algunos chicos de esos que se van reuniendo para, según dicen, hacer gobiernos de progreso, de cambio, de maravilla, de ya iba siendo hora de que mandara yo. En algunas biografías pone la religión. Alguno es católico (será uno de los 31 cristianos); no encuentro musulmanes -por ahora- ni hindúes ni budistas. Pero, en la casilla de 'unaffiliated' sí encuentro. Con frecuencia, ateos. En un caso, un mozo riza el rizo: es "agnóstico o ateo". O sea, como si hubiera puesto "no sabe/no contesta".

Mientras escribo el artículo, me llega el 'Heraldo de Aragón', del que un amigo mío, de Zaragoza, claro, decía que era el mejor periódico de España. Estamos suscritos y así nos ponemos al día de las cosas que pasan en nuestra tierra y de los amigos que se mueren, cosa muy frecuente a estas edades.

El titular de la portada dice que "El ayuntamiento de Huesca prohibirá a los concejales acudir a misas y procesiones". Los 'unaffiliated' aprietan.

No son los únicos. Ya llevamos un cierto tiempo en que lo hacen. La llegada de unas señoras asegurando que son las reinas magas; las procesiones paralelas en Semana Santa; las exposiciones de formas consagradas, el Padrenuestro blasfemo de una señora que dice que es poetisa...

Y si salimos fuera, las matanzas de cristianos por el mundo. Aquí me parece que no puedo echar la culpa solo a los 'unaffiliated', porque también hay algunos 'affiliated' que son muy bestias.

O sea, que unos en nombre de un dios, otros en nombre de ningún dios porque son ateos y otros en nombre de su incapacidad por ser agnósticos y no tener opinión, están convirtiendo este mundo en un auténtico valle de lágrimas, a base de persecuciones, o sea, de "instancias enfadosas y continuas con que se acusa a alguien a fin de que condescienda a lo que de él se solicita". Es decir, lo que siempre se ha llamado 'persecución'.

Persecución en el siglo XXI. En España, en nuestras ciudades, con ayuntamientos cuyo objetivo parece ser hacer la vida imposible a grupos concretos.

Paseo por las Ramblas, que antes eran una preciosidad. Sucias, no se puede ir por el centro porque pisas manteros y puedes ser denunciado por su sindicato (¡?) por racismo... Cojo un taxi. A los 100 metros vuelve a ser Barcelona. Llego a pensar que el ayuntamiento ha decidido que haya dos Barcelonas: la sucia y la limpia. En cuanto nos descuidemos, dirán que la sucia es la pobre y honrada y la otra, la normal, será calificada como opulenta y deshonesta. Y hala, a freírla a impuestos.

¡Lo que pueden hacer los 16! Sobre todo, cuando se ponen en pie de guerra e intentan convencernos de que eso es el cambio, eso el adelanto, eso el avance hacia la libertad, igualdad y fraternidad.

Persecución en el siglo XXI. En España, en nuestras ciudades, con ayuntamientos cuyo objetivo parece ser hacer la vida imposible a grupos concretos

Y deciden que la igualdad es por abajo. Si hay pobres, todos pobres. Si un pobre pasa a menos pobre porque ha tenido una idea brillante y ha contratado unas cuantas personas de su barrio, le llaman 'emprendedor' durante una temporada hasta que contrata más gente, saca la empresa a bolsa y reparte buenos dividendos. En ese momento pasa a ser 'empresario', o sea, mala persona.

Los 'unaffiliated' aprietan. Si alguno dice que es 'affiliated', sobre todo cristiano, sobre todo católico, se le ve como mala persona, retrasado, pasado de moda, porque eso ya no se lleva.

Leo en algún periódico que las iglesias estaban vacías estos días de Semana Santa. No sé qué me pasa, que siempre que voy a misa la iglesia está llena. Y me pregunto cómo se habrán enterado de que las iglesias están vacías, si ellos no van.

Los 'affiliated' tenemos mucho trabajo por delante. En primer lugar, se tiene que ver que luchamos por ser buena gente, porque hay cada 'affiliated' que más valía que fuera 'unaffiliated', que a desfachatez no le gana nadie.

Pero lo que me está asfixiando es la falta de libertad. Siempre me ha gustado sentirme libre, dentro de un orden, como es natural. "Dentro de un orden" quiere decir que si quiero salir a la calle, salgo. Y si no, me quedo en casa. Y si quiero pasear por las Ramblas, paseo. Y si no, no paseo. Pero no admito que se me hayan cargado un paseo tan bonito unos cuantos señores que venden falsificaciones, y que aparentemente están protegidos por el ayuntamiento, a juzgar por la actitud de los pobres guardias urbanos con los que me tropecé.

Pero lo que me está asfixiando es la falta de libertad. Siempre me ha gustado sentirme libre, dentro de un orden, como es natural

Los 'unaffiliated' aprietan. Quieren que vivamos como ellos, que blasfememos como ellos, que aguantemos sus insultos a las cosas que para nosotros son sagradas, que hablemos como ellos, que levantemos el puño como ellos, que vistamos como ellos, que nos proletaricemos como les apetece a ellos.

Y como tienen complejo de inferioridad, visten con un gusto espantoso, para demostrar que son de otra clase, inferior, por supuesto.

Y vete a hablar a esta gente de la Patria, de los valores, del servicio al prójimo, de la lealtad, de la limpieza de vida. ¡¿Para qué?! Si lo otro, el desprecio a la Patria, la suciedad de vida, la deslealtad es lo que les gusta y lo que quieren imponer a los demás.

He hablado muchas veces de revolución civil, que no tiene nada que ver con barricadas ni con chillidos.

Tiene que ver con una revolución personal por dentro, con criterio, que nos permita saber que hay cosas que no cambian ni con los tiempos ni con las redes sociales. En una entrevista dije algo -no me acuerdo lo que dije- y la entrevistadora -una gran profesional- me dijo: "O sea, lo que me decía mi abuela". Pues eso.

Tiene que ver con una revolución personal por dentro, con criterio, que nos permita saber que hay cosas que no cambian ni con los tiempos ni con las redes

Hablé el otro día con un amigo, que había estudiado Medicina con mi mujer en Zaragoza. Recordábamos a un catedrático que era el médico de mi familia. Su sencillez, su sentido común, su ojo clínico. Mi amigo me decía: "Nunca he olvidado el consejo que nos dio el primer día de clase: 'Lo raro es raro; lo corriente es corriente". Quería decir que cuando una persona tose, antes de pensar que tiene cáncer de pulmón hay que pensar que se ha acatarrado y darle paracetamol.

Me quedé con la primera parte. Lo raro es raro.

Y están mandando muchos raros en muchas ciudades de España. Y peor, hay cola de raros preparados para mandar.

En resumen: o tenemos criterio o estos mozos se cargan España, que es lo que parece que están deseando.