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Catexit (XI): limpieza
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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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Catexit (XI): limpieza

Aquí también hay muchos nombres, pero se les elimina en cuanto, una vez examinados, se comprueba que no cumplen con las condiciones que exige la pureza de sangre independentista

Foto: El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (d), junto al vicepresidente del Govern y 'conseller' de Economía, Oriol Junqueras (c), y el 'conseller' de Presidencia y portavoz del Govern, Jordi Turull. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (d), junto al vicepresidente del Govern y 'conseller' de Economía, Oriol Junqueras (c), y el 'conseller' de Presidencia y portavoz del Govern, Jordi Turull. (EFE)

Pues sí. Sigo mirando de lejos el Brexit y, un poco más de cerca, el Catexit.

En Reino Unido, a la señora May le salen competidores. De su mismo partido, como es natural. Por lo que dicen, los peores enemigos son siempre los de casa. Seguramente, porque te fías más de ellos, les dejas que se acerquen y para cuando te han clavado el puñal, solo se te ocurre decir en latín: 'Tu quoque, fili mi!', en vez de llamarles brutos, y no precisamente porque se llamen así.

Los Brutos británicos son David Davis, Boris Johnson y Philip Hammond. Por ahora.

Hammond quiere un Brexit blando, muy blando, que mantenga el acceso al mercado único y a la unión aduanera. Es partidario de la austeridad, la prudencia fiscal y la reducción del déficit. Lo que pasa es que alguien puede decir que para ese viaje, no necesitábamos alforjas. Nos quedamos en la UE y ya está.

David Davis es el ministro del Brexit, el que en las negociaciones da la cara, de manera que para Michel Barnier, que es el que da la cara por la UE, David es 'Mr. GB'. Dicen que es el ministro más poderoso del Gobierno. Además, se lo cree, porque el otro día, en una fiesta, sin duda animado por un par de whiskies y una copa de vino, amenazó con pegarle una patada a Johnson en el trasero.

De Johnson sé poco. Le califican de "excéntrico, culto, fanfarrón y ególatra". Fue alcalde de Londres y, como era ciudadano estadounidense, presumía de que podía ser presidente de Estados Unidos. Luego ya se hizo ciudadano británico y supongo que aspira al puesto de Theresa May.

Mientras tanto, negocian. Pero supongo que con bastante poca fe por las dos partes. Por la parte británica, porque, mientras David está en Bruselas, debe pensar: "¿Qué estarán haciendo Boris y Philip?". Por parte de Michel, porque, al ver llegar a David sin un solo papel, con las manos en los bolsillos, debe decir a los de su delegación: "Estamos perdiendo el tiempo". El otro día, una vez empezada la última ronda, David se volvió a Londres y dejó a los suyos negociando o así. Volverá en cuanto se haya asegurado de que no le han quitado la silla.

Salto a Cataluña, donde hay una movida que ríete de la famosa 'movida madrileña', que Wikipedia define como "movimiento contracultural".

Esto sí que es contracultural. Porque aquí también hay muchos nombres, pero se les elimina en cuanto, una vez examinados, se comprueba que no cumplen con las condiciones que exige la pureza de sangre independentista, que también se llama soberanista, aunque quieren ser una república y nuestro soberano les sobra.

Supongo que a David, en Reino Unido, le encantaría que alguien echara a Boris y a Philip. Y Philip se entusiasmaría si despidieran a David y a Boris. Y Boris, etc. Pero no. Aquello no es Cataluña. Nosotros somos distintos.

Albert Batlle, ex director general de los Mossos d'Esquadra, uno de los despedidos, es un inocentón. Ha escrito una carta de despedida en la que dice que "nuestra policía (...) lo hará, como siempre con escrúpulo, respeto y sujeción a la ley". Ya se ve que el buen Albert es una buena persona, que no se ha enterado de que aquí la ley no la cumple nadie. Eso sí, en nombre de la democracia que extienden por el país todos los dictadores que gobiernan.

En la parte cómica, el PDeCAT quiere mantener a los despedidos. Mantener, en mi tierra, y en el DRAE, quiere decir "proveer a alguien del alimento necesario" o "costear las necesidades económicas de alguien". Aunque en el PDeCAT no se puede decir tan claro y se adorna: "Los soldados del partido están dispuestos a todo". Ay, que me da la risa floja.

Como buenos soldados, todos los despedidos "son activos fundamentales" y algo hay que hacer con ellos. Parece que uno está pensando en decir adiós muy buenas y dedicarse a la empresa privada, dejando la milicia para los que tienen vocación militar. Supongo que piensa que él ya sabe/puede mantenerse. Los demás, quizá ni saben, quizá ni pueden, quizá no quieren, porque no sabe usted cómo está el mercado laboral.

Así estamos.

Unos, los de allí, negociando, aunque, desde fuera, parece que no avanzan mucho.

Otros, los de aquí, no negociando, por lo menos en público. De los de aquí, uno, preparando su equipo de un modo violento: "No te veo entusiasmado. ¡Largo!".

Lo que pasa es que me parece que cuando dice eso, está mirando por encima del hombro a ERC y CUP, pensando que en la vida, libres libres no hay muchos y, siempre, todos tenemos que obedecer a alguien.

Algunos de los de allí dicen que este va a ser el mayor desastre, desde Suez.

Los de aquí, en plena ruta hacia el éxito, cada vez más ligeros de equipaje. Entreteniendo al personal, mientras echan gente o dimiten antes de que les echen. Hoy miércoles me entero de que ha dimitido el responsable del 112.

El nuevo director general de los Mossos, hombre educado en las mejores escuelas, suele mandar muchos tuits. Dos de ellos son interesantes: en uno "siente pena por todos los españoles" y en el otro, asegura que "hará butifarra" a los fiscales.

(Aunque supongo que ya lo sabéis, no está de más aclarar que lo de la butifarra no tiene nada que ver con la charcutería. Significa hacer un corte de mangas. Por eso, he hablado de las mejores escuelas donde este mozo —hasta ahora, no de Esquadra— se ha educado antes de pasar a dirigir los auténticos Mossos).

Nos vamos acercando al 1-O. Ni idea de qué va a pasar. Los de aquí, "respetando la ley" (de la selva, supongo). Los de Madrid, utilizando la ley (la otra). Las urnas, que si se compran que si no se compran. Que a ver quién las compra, o, mejor dicho, quién firma la orden de compra y con quién se van a meter por haberla firmado. Mientras tanto, muchos descuelgues. Supongo que algunos de gente válida, que se quiso dedicar a la política, pero no a 'esto'.

Cuando salimos a cenar con nuestros amigos, un poco de cuidado con los temas, sobre todo después del aperitivo, de la copa de vino con el segundo plato y con el chupito de orujo final, porque nos permite discurrir bien, pero nos suelta un poco la lengua y en ese 'suelte' podemos acabar perdiendo amigos. No sería el primer caso que he visto en este mes de julio.

Como siempre, vuelvo a los orígenes. En los orígenes me encuentro con Fausto, mi suegro, el hombre que hizo la guerra, el que desactivó una de las bombas que cayeron sobre el Pilar, el que tenía ideas muy claras sobre quiénes eran los buenos y quiénes los malos. Ese señor prohibió que en casa se hablara de política. Sabía de sobra que eso rompe las familias, las amistades y las comunidades de vecinos.

Ya sé que lo de las prohibiciones, oficialmente, no se lleva ahora. Digo 'oficialmente'. En la realidad, hay muchas palabras que no se pueden decir, porque alguien, no sé quién, ha prohibido tajante y duramente que se digan. Y todos obedecemos religiosamente, no vaya a ser que.

Pues hay que cuidar, para que yo, que soy un acérrimo españolista, unionista le llaman ahora, que quiero con toda mi alma que fracasen los que se quieren ir de España, siga siendo muy amigo de Joan, que no quiere ver a España más que como un Estado que comparte frontera con Cataluña. Y ser muy amigos quiere decir que los dos, en el momento en que veamos que hay peligro de que discutamos en serio y empecemos a caernos mal y, poco a poco, nos vayamos deslizando al odio, digamos: ¡¡¡STOP!!!

Porque lo opinable es opinable y mirad, majos, incluidos Joan y Leopoldo, hay muchas cosas opinables y esta es una de ellas, aunque haya gente que viva de esto, que coma de esto y que se vaya de vacaciones gracias a esto.

P.S.

1. El Tribunal de Cuentas está examinando la actuación de Mas, Ortega, Rigau y Homs para decidir si incurrieron en responsabilidad contable el 9-N.

2. Si son responsables, tienen que pagar 5.129.833 euros, que es lo que estos señores se gastaron —supuestamente, claro, como todo lo que pasa en España— en la convocatoria y organización del 9-N.

3. Por la tele, vi a Artur, que ya no sonreía, decir que él no tenía dinero para pagar lo que le tocase.

4. Añadió que esto era una falta de decencia democrática.

5. Artur, a ver si aprendes de una vez. La decencia es decencia, y nada más, sin adjetivos, porque, a base de ponérselos, desvirtuáis el significado de las palabras.

6. El que es decente, es decente. Si es demócrata, es un demócrata decente. Si es otra cosa, es otra cosa decente, pero no al revés.

7.Porque lo importante es el sustantivo —decencia—. Lo demás son adjetivos, o sea, algo "accidental, secundario, no esencial".

Pues sí. Sigo mirando de lejos el Brexit y, un poco más de cerca, el Catexit.

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