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Las 'milloneuristas' de Mallorca
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Matías Vallés

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Las 'milloneuristas' de Mallorca

Un ictus mortal reveló la presencia en Baleares de Rosalía Mera, abreviada en la mayoría de menciones biográficas como la mujer más rica de España. Puede

Foto: Imagen del puerto de Mallorca.
Imagen del puerto de Mallorca.

Un ictus mortal reveló la presencia en Baleares de Rosalía Mera, abreviada en la mayoría de menciones biográficas como la mujer más rica de España. Puede que el oro sea “una reliquia bárbara”, en la cita de Keynes, pero España se ha sumado a las coordenadas capitalistas porque la pregunta “¿cuánto vales?” ha sustituido al obsoleto “¿quién eres?”.

Es un buen momento para recordar que la mujer más rica del planeta posee una casa en la península mallorquina de Formentor, donde disfruta del mes de agosto desde tiempos inmemoriales. Lilianne Bettencourt, única heredera del fundador de L’Oréal y accionista importante de Nestlé, adquirió notoriedad planetaria a raíz de las disputas con su hija, de los extravagantes regalos a un amigo entrañable y de la posible financiación mediante sobres de la campaña de Nicolas Sarkozy. Sucesivamente inhabilitada y rehabilitada por sus herederos, doy fe de que es una de las personas más ágiles de mente y más elegantes que me ha sido dado contemplar. Cada día ingresaba millones de euros.

Mallorca se repuebla cada verano de mujeres milloneuristas. Antes de que Rosalía Mera fuera la empresaria más rica de España, el título se repartía entre dos hermanas que estuvieron casadas con dos primos. Las figuras de Alicia y Esther Koplowitz, junto a Alberto Cortina y Alberto Alcocer son relevantes en Mallorca, porque ambos matrimonios veraneaban en la costa de Santa Ponça desde mucho antes de que adquirieran notoriedad por sus escandalosos divorcios. Los vínculos geográficos no se rompieron con las separaciones matrimoniales. Las dos hermanas están ligadas a sendos hoteles en las proximidades de Marivent. En concreto, Alicia inició una joint venture hotelera con el príncipe saudí Alwaleed, famoso por tratarse del único magnate que se queja de que la revista Forbes subestima su fortuna.

Puede que el dinero sea una de las pasiones tristes. Las esposas y amantes de numerosos magnates mundiales han tenido la oportunidad de comprobarlo en Mallorca, donde disfrutaban de un exilio de lujo para mantenerlas alejadas de sus sucesoras o de las mujeres oficiales. En otras ocasiones, las milloneuristas desembarcaban en la isla cuando ya habían cesado en los cargos que les otorgaron su fortuna. Hasta dos esposas del sha iraní disfrutaron de largas estancias. Soraya fue la princesa de los ojos tristes en las noches etílicas del Club de Mar. Su sustituta Farah Diba ejerció de emperatriz de la colonia de exiliados de su país en Mallorca. Tomaba como ejemplo a la reina de España y soñaba inútilmente con el papel de Juan Carlos de Borbón para su hijo Reza.

En un ligero desplazamiento lateral hacia Ibiza, nos topamos con Athina Onassis, para la que el apellido exime de mayores explicaciones. Denise Rich ya ha aparecido en estas crónicas como la anfitriona del Rey que solicitó a Bill Clinton el indulto de su exmarido, el bróker Marc Rich. Y aunque pertenece al folklore antes que a las finanzas, no olvidamos el bikini inigualable de la duquesa de Alba, la mujer con los apellidos más caros de España. Hay más milloneuristas, pero su oportunidad no llegará hasta el próximo verano.

Un ictus mortal reveló la presencia en Baleares de Rosalía Mera, abreviada en la mayoría de menciones biográficas como la mujer más rica de España. Puede que el oro sea “una reliquia bárbara”, en la cita de Keynes, pero España se ha sumado a las coordenadas capitalistas porque la pregunta “¿cuánto vales?” ha sustituido al obsoleto “¿quién eres?”.

Rosalía Mera