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Ni con 'Gürtel', ni con Garzón, ni untando a un falso sastre, se salva ZP de su destino
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Federico Quevedo

Dos Palabras

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Ni con 'Gürtel', ni con Garzón, ni untando a un falso sastre, se salva ZP de su destino

“¿Cuánto le ha pagado el diario El País a José Tomás?”. Tomás es el falso sastre de Francisco Camps, que con sus declaraciones al mencionado diario

“¿Cuánto le ha pagado el diario El País a José Tomás?”. Tomás es el falso sastre de Francisco Camps, que con sus declaraciones al mencionado diario ha inculpado al presidente valenciano en el tráfico de trajes de encargo con fines aparentemente ilícitos. Y la pregunta se la hacía ayer mucha gente. Yo no lo sé, obviamente, pero teniendo en cuenta que el falso sastre en cuestión ha pasado a formar parte del elevado porcentaje de españoles en paro porque en su empresa sospechaban que falsificaba facturas para la trama de Correa-El Bigotes, y que por lo tanto debe estar más tieso que la mojama, es fácil sospechar de que a cambio de algo pa come le haya cantado la Traviata a un periodista de El País, aunque se inventara la letra. Una letra que, por otra parte, parece sacada de una novela de intriga de Agatha Christie por encargo del juez Garzón quien, obligado por el secreto del sumario, puede ser que le haya indicado al buque insignia del Grupo Prisa como dar cuenta de lo que él no puede dar cuenta.

Porque está claro que al margen de lo que de verdad pueda haber de comportamiento ilícito por parte de algunos, y en el PP empieza a haber cierta preocupación por el futuro del tesorero Luis Bárcenas, la llamada ‘Operación Gürtel’ se sostiene a base de las filtraciones a El País, filtraciones perfectamente dirigidas con el único fin de hacer daño al Partido Popular y generar la sospecha de que ha habido financiación ilegal de éste partido. Pues bien, lo cierto es que con Gürtel o sin Gürtel, con Garzón o sin Garzón, con sastre o sin sastre, Rodríguez está tan acabado que en este momento pocas cosas pueden salvarle de su ya destino definitivo, que no es otro que el de salir por la puerta de atrás de La Moncloa, por la puerta de la vergüenza torera que debería darle pasar a la Historia como el presidente-mentiroso compulsivo en que se ha convertido. Hoy ya nadie le cree, ni siquiera los suyos, y su gobierno se encuentra cada vez más a la deriva y totalmente debilitado en el Parlamento.

Lo que la ‘operación Gürtel’ no puede tapar, por mucho que se empeñe la izquierda gobernante, es que cada día que pasa nos acercamos un poco más a la temible cifra de los cuatro millones de parados, que Rodríguez mintió cuando negó la crisis real, y volvió a mentir cundo dijo que nuestro sistema financiero era el mejor del mundo y que su solidez le mantendría al margen de la crisis financiera, y hoy la crisis real y la crisis financiera se combinan para situarnos al borde de la mayor de las depresiones económicas que haya podido vivir éste país en décadas, por no decir en siglos, y lo que te rondaré morena. Rodríguez se enfrenta a un panorama dramático, abandonado de sus socios en el Parlamento, y abandonado de sus fieles en la calle donde cada día que pasa es mayor el riesgo de conflictividad social. ¿Qué va a ocurrir cuando superemos la cifra de cuatro millones de parados y vayamos camino de los cinco? Prefiero no saberlo, pero me temo que vamos a vivir tiempos muy, pero que muy difíciles.

Las elecciones del 1 de marzo le han pasado una factura engorrosa y complicada. Tiene que abandonar su proyecto de ‘todos contra el PP’ por el de ‘necesito urgentemente al PP’ tanto si quiere que Patxi sea lehendakari como si quiere oxígeno en el Parlamento, y el PP ya le ha dicho que naranjas de la China, que ahora no va a contar con ellos cuando resulta que les ha ninguneado una vez detrás de otra, mirando para otro lado en cada momento en el que Rajoy le presentaba una oferta de pacto y de diálogo. Y en el País Vasco no se van a vender al precio de ‘gratis total’ que pretende Patxi López, por lo que si éste quiere ser lehendakari no tendrá más remedio que pactar con Basagoiti y poner por escrito lo que le exige el PP. Rajoy sabe que ahora tiene casi todo de su parte, y que la ‘Operación Gürtel’ nace viciada de origen por la instrucción partidaria y parcial de un juez bajo sospecha, y ahora que por fin ha mordido a su presa no tiene intención de soltarla, no sea que ésta se revuelva y de nuevo caiga en una de sus trampas. Lo más normal es que el PP gane, arrase, en las elecciones europeas de junio, con una diferencia notable -ocho o diez puntos sobre el PSOE-, y que a partir de ahí la debilidad del Gobierno sea tal que la única luz al final del túnel se llame elecciones anticipadas. Pero eso es anticiparse demasiado.

“¿Cuánto le ha pagado el diario El País a José Tomás?”. Tomás es el falso sastre de Francisco Camps, que con sus declaraciones al mencionado diario ha inculpado al presidente valenciano en el tráfico de trajes de encargo con fines aparentemente ilícitos. Y la pregunta se la hacía ayer mucha gente. Yo no lo sé, obviamente, pero teniendo en cuenta que el falso sastre en cuestión ha pasado a formar parte del elevado porcentaje de españoles en paro porque en su empresa sospechaban que falsificaba facturas para la trama de Correa-El Bigotes, y que por lo tanto debe estar más tieso que la mojama, es fácil sospechar de que a cambio de algo pa come le haya cantado la Traviata a un periodista de El País, aunque se inventara la letra. Una letra que, por otra parte, parece sacada de una novela de intriga de Agatha Christie por encargo del juez Garzón quien, obligado por el secreto del sumario, puede ser que le haya indicado al buque insignia del Grupo Prisa como dar cuenta de lo que él no puede dar cuenta.

Baltasar Garzón Francisco Camps