Tres hurras por Carme Chacón: ¡Hurra, hurra, hurra!

Vale, ya sé que no voy a hacer precisamente muchos amigos diciendo esto, pero… ¿por qué tanto revuelo con la decisión que ha tomado Carme Chacón de repatriar nuestras tropas de Kosovo? Vamos a ver, resulta que todos estamos de acuerdo en que no tenía sentido que nuestras tropas estuvieran allí una vez que Kosovo ha declarado unilateralmente su independencia y España no la reconoce. De hecho, en los últimos seis años es la primera vez que todo el arco parlamentario -con la excepción, quizás, de los nacionalistas-, está de acuerdo en algo, y en lugar de primar el acuerdo nos dedicamos a criticar la decisión porque no se ha hecho de acuerdo con la OTAN. La ministra ha actuado con independencia -tanta que ni Moratinos sabía lo que iba a hacer-, con decisión y con audacia. ¡Chapeau! Esta ministra, incluso cuando se equivoca, lo hace cojonudamente bien. ¿Qué más queremos? Se ha hecho lo que todos defendíamos que se hiciera, y con un par, para que no se diga. Pues ya está, aplaudamos la decisión, mandemos a Bernardino León a calmar a los prebostes de Washington, y sigamos a lo nuestro que es lo que mejor se nos da, o sea, seguir perdidos en las musarañas de la crisis.

Claro que, también se podrían haber hecho las cosas de otra manera y, aprovechando que casi todo el mapa político respaldaba la decisión, pactarla con los mandos de la OTAN, anunciarla con ese acuerdo ya tomado, y repatriar nuestras tropas de manera escalonada permitiendo a la Alianza cubrir esa baja con tropas de otros países, sin desairar a nadie ni cabrear a la nueva Administración norteamericana. Pero entonces no seríamos nosotros, entonces seríamos Francia o Alemania y ya no tendría la misma gracia. Nosotros hacemos las cosas así, por las bravas, sin preguntar a nadie, porque nos sale de los… y que a alguien se le ocurra chistarnos que le mandamos a Moratinos. Oiga, pero si desde que gobierna Rodríguez ese es nuestro estilo, tan propio, ¿por qué íbamos a cambiarlo ahora? Es como nuestra seña de identidad, nuestra tarjeta de visita. Somos así de chulos, no nos casamos con nadie, ni siquiera con Obama… ¡Qué se entere el negro de con quien se la juega, a ver si se piensa que porque él no es Bush vamos a dejar de tocarle los bemoles! Si a Bush le sacamos las tropas de Iraq de un día para otro, ¿por qué no se las íbamos a sacar a Obama de Kosovo, que ni le va ni le viene?

Nuestro destino es ser mosca cojonera y tocarle los cataplines a la OTAN, a Washington y a la madre que los parió. Y para eso tenemos una ministra que lleva los pantalones muy bien puestos y calza unos tacones de aguja de aquí te espero, de esos que cuando pasa revista a las tropas hacen catacloc-catacloc para que no se diga que la ministra es menos que un capitán general. ¡A cuadrarse todo el mundo, coño! Si la ministra ha dicho que vuelven nuestras tropas, es que vuelven nuestras tropas, y si el resto del Gobierno tiene que decir digo donde antes decía Diego, que espabilen, que por algo mi Carme Chacón es toda una señora de las de ordeno y mando. Y fíjense en lo que les digo, si tiene que ser la sustituta de Rodríguez para encabezar la lista a las elecciones generales, que se vaya preparando Rajoy, porque se las va a tener que ver con una mujer de armas tomar, que cuando toca diana se pone firmes hasta el conserje. Si ya les dije yo que era de lo más valioso que hay en el Gobierno… Claro que tampoco el listón es que esté muy alto. Pero con la carencia de liderazgo que hay en este Gobierno, a mi una ministra como Chacón, aunque se equivoque, que quieren que les diga… me pone.