Un tal López Aguilar, que va de pedante insoportable

“Menuda faena nos han hecho”. A Ramón Jáuregui se le veía visiblemente contrariado el martes por la noche en los pasillos del Congreso. A media tarde saltaba la noticia: el PP no incluía a Gerardo Galeote en su lista para las europeas. “Menuda faena nos han hecho”, insistía el número dos de la lista del PSOE para el Parlamento Europeo. Y es que, en efecto, la faena para el PSOE era gorda, puesto que Ferraz tenía previsto hacer descansar buena parte de la estrategia de la campaña electoral en las críticas al PP por incluir a Galeote en la lista. De hecho, los medios llevábamos varios días insistiendo en que esto iba a ser así, y ahora no descarto que Génova haya jugado al gato y al ratón precisamente para ‘mosquear’ al contrario y hacerle creer lo que no era. No lo sé, lo cierto es que Rajoy se la ha jugado al PSOE tomando una decisión de lo más oportuna, porque ahora la lista está limpia de polvo y paja y se puede dedicar a hacer una campaña poniendo en evidencia los múltiples errores del peor gobierno de nuestra historia democrática. Pero, ¿por qué Ramón Jáuregui opina que el PP les ha hecho una faena? Es evidente: en lugar de un candidato de tirón, conocido y con un discurso atrayente, el  PSOE ha apostado por Juan Fernando López Aguilar. A buenas horas se arrepienten en Ferraz, y ahora ni siquiera le pueden hacer la contra al PP por el asunto Galeote.

El propio Jáuregui hubiera sido infinitamente mejor candidato que el ex ministro de Justicia, pero estos son los problemas de las prisas y de la necesidad que tiene Rodríguez Zapatero de quitarse muertos de encima antes de tiempo. Primero lo envió a Canarias, allí fue un auténtico desastre incapaz de ganar el Gobierno autónomo para el PSOE en el mejor momento electoral de este partido y el peor de los nacionalistas y el PP, y hace casi un año decide mandarlo a Bruselas sin ser consciente de que la situación a estas alturas iba a ser la que es. Rodríguez apostó por López Aguilar como mal menor y porque a la vista de lo mal que le habían ido las cosas en Canarias necesitaba encontrar un recambio en aquella Comunidad, donde ni siquiera inventándose escándalos de José Manuel Soria, ni metiendo en la cárcel a concejales del PP en Telde y sacándolos meses después sin cargos en un ejercicio brutal de utilización de la justicia en beneficio de los intereses socialistas, López Aguilar fue capaz de romper la dinámica de supremacía del centro-derecha. Y ahora se encuentra el PSOE con una lista encabezada por un candidato al que, a pesar de haber sido ministro de Justicia, no lo conoce nadie y recuerda aquello que Pedrojota dijo una vez del ahora presidente andaluz, “un tal Griñán”, y que se podría traducir en “un tal López Aguilar”.

No sé si escucharon ustedes la entrevista que le hizo Carlos Herrera en su programa de Onda Cero ayer por la mañana, pero pocas veces han podido asistir a un ejercicio de pedantería política, de discurso vacío y demagógico, como el que ofreció López Aguilar en las ondas. Tedioso, aburrido, con sabor rancio… Miren que este chico apuntaba maneras y había incluso quien le auguraba un futuro prometedor, pero a medida que las circunstancias políticas han ido haciendo mella en él, en lugar de ganar en modestia y humildad, ha crecido en vanidad y soberbia y se permite ir por la vida dando lecciones y extendiendo certificados de toda clase y condición, fundamentalmente de democracia, cuando en su haber se cuenta el mayor y más clamoroso ejercicio antidemocrático de aprovechamiento de las instituciones y de acoso al contrario utilizando los medios que a su disposición pone el Estado de Derecho, entre ellos la Policía. Vamos, como en las más auténticas dictaduras bananeras. Y Rodríguez diciendo que ya salimos de la crisis… ¡Éstos no aprenden!