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¿Y si la VI Flota de EEUU desembarcara en Barcelona?
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Federico Quevedo

Dos Palabras

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¿Y si la VI Flota de EEUU desembarcara en Barcelona?

Ayer, una de las noticias más leídas en este diario hacia referencia a la surrealista pregunta que un supuesto periodista le hizo al subsecretario para Europa

Ayer, una de las noticias más leídas en este diario hacia referencia a la surrealista pregunta que un supuesto periodista le hizo al subsecretario para Europa de la Administración Obama, Philip Gordon, en una rueda de prensa tras la cumbre de la OTAN. El pseudo-periodista en cuestión quería saber si Estados Unidos “está preparado para desplegar una posible misión en Barcelona para asegurar unas elecciones pacíficas y libres”. Obviamente, Gordon se salió por la tangente con el clásico de no inmiscuirse en los asuntos internos de los aliados, pero la pregunta, además de osada, implicaba una serie de acusaciones absolutamente delirantes contra el Gobierno español, entre otras, la de que éste pretende arrestar a Artur Mas o la de que los militares españoles han amenazado con dar un golpe de estado.

Nada de esto estaría pasando si desde la propia anarquía ideológica del nacionalismo no se hubiera propiciado la recreación de semejantes fanfarronadas, cuya única obsesión es la de crear un miedo injustificado en la opinión pública catalana

Bien, no se indignen, que no merece la pena. Semejante sarta de estupideces solo cabe en la cabeza de un mentecato. Lo verdaderamente preocupante es que un terrorista informativo de este calibre haya sido capaz de colarse en una rueda de prensa que se supone seria para conseguir poner en apuros a un miembro del Gobierno norteamericano, a cuenta de una de las historias más rocambolescas que se le haya podido ocurrir a nadie en los últimos tiempos. Pero nada de esto estaría pasando si, obviamente, desde la propia anarquía ideológica del nacionalismo no se hubiera propiciado la recreación de semejantes fanfarronadas, cuya única obsesión es la de crear un miedo injustificado en la opinión pública catalana.

Vivimos en la España del Siglo XXI, con muchos problemas, es cierto, pero es una España moderna, anclada en Europa, con un sistema democrático consolidado y con un profundo respeto constitucional por los hechos diferenciales de todos los pueblos que la conforman. Pretender ofrecer una imagen distinta es, además de profundamente injusto, rotundamente falso. Pero el principal artífice de esa mentira es el propio Artur Mas cuando hace esa referencia a las armas para después reclamar a los catalanes que no tengan miedo. ¡Claro que no deben tener miedo! Desde luego, no tienen que tener miedo del resto de España, ni de su Gobierno, que lo único que está haciendo todo este tiempo es buscar fórmulas con las que ayudar a la Generalitat a salir de la desastrosa situación que ella misma ha provocado con sus propias cuentas, hasta el punto de no poder siquiera pagar las nóminas a sus proveedores.

Las únicas armas que ha utilizado el Gobierno de la Nación son las líneas de crédito y las ayudas, que se cuentan ya en miles de millones de euros, con las que ha seguido socorriendo al Ejecutivo de Artur Mas durante todos estos meses, a pesar de los desaires y las mentiras con las que la Generalitat ha agradecido estos gestos. En todo caso, los catalanes deberían tener miedo los catalanes de quien les ha conducido a una deriva imposible para ocultar su propio fracaso como gestor. Miren, si la VI Flota de los EEUU desembarcara en el puerto de Barcelona el 25 de noviembre para garantizar unas elecciones libres, lo único que encontrarían a su paso serían, precisamente, ciudadanos catalanes disfrutando de una jornada dominical de elecciones libres y democráticas vigiladas por los Mossos, ni siquiera por la Policía Nacional. A su paso por las Ramblas los marines podrían contar por cientos, o por miles, las senyeras que ondean en balcones y fachadas, y se sorprenderían de leer en catalán rótulos que ni siquiera están traducidos al castellano, por cierto idioma oficial de todo el Estado. Y, al llegar al Palau de la Generalitat, descubrirían a Artur Mas y a su equipo haciendo un seguimiento de la jornada electoral, desde luego una imagen que nada tendría que ver con la de un presidente de la Generalitat encerrado en un calabozo de la Audiencia Nacional en Madrid.

Miren, todo esto no hace más que darnos la razón a quienes creemos que este país necesita entrar en una senda de sentido común y racionalidad, y eso solo se consigue con un acuerdo esencial entre las dos principales fuerzas políticas. No puede ser que todo lo que nos ha costado construir una España moderna -en la que, por supuesto, hacen falta muchas reformas y muchas mejoras- se vaya al traste porque a un indocumentado se le ocurra la idea de que Estados Unidos intervenga militarmente en nuestro país para garantizar el libre ejercicio de unas elecciones autonómicas…  ¡Pues anda que no iban  a tener trabajo entonces teniendo que desembarcar también en Ferrol y en el puerto de Bilbao!

Ayer, una de las noticias más leídas en este diario hacia referencia a la surrealista pregunta que un supuesto periodista le hizo al subsecretario para Europa de la Administración Obama, Philip Gordon, en una rueda de prensa tras la cumbre de la OTAN. El pseudo-periodista en cuestión quería saber si Estados Unidos “está preparado para desplegar una posible misión en Barcelona para asegurar unas elecciones pacíficas y libres”. Obviamente, Gordon se salió por la tangente con el clásico de no inmiscuirse en los asuntos internos de los aliados, pero la pregunta, además de osada, implicaba una serie de acusaciones absolutamente delirantes contra el Gobierno español, entre otras, la de que éste pretende arrestar a Artur Mas o la de que los militares españoles han amenazado con dar un golpe de estado.