¿Campaña electoral y juego limpio? ¡Imposible!

El próximo 25 de mayo los ciudadanos de toda Europa están llamados a votar para elegir a los eurodiputados que van a ocupar el nuevo Parlamento Europeo surgido de las urnas. Los españoles también. Sí, aunque no lo parezca. De un tiempo a esta parte todas las campañas electorales que tienen lugar en nuestro país se suceden bajo el prisma negro de la corrupción, y esta no podía ser menos.

Si las cosas fueran normales, de lo que tocaría hablar en esta campaña electoral sería de Europa, de cómo influye en nuestras vidas y de lo que cada partido propone para que desde las instituciones europeas se mejore la calidad de vida de los ciudadanos españoles. Pero eso es una quimera. A cuatro días de que dé oficialmente comienzo la campaña electoral, el tema estrella de la misma vuelve a ser la corrupción y la financiación de los partidos y, precisamente, de sus campañas.

La corrupción es como un manto de lodo que se extiende por toda la clase política sin excepción y contamina todos los debates, impidiendo que los sonidos de otras cuestiones que también afectan a los ciudadanos lleguen a sus oídos. Y esto es en verdad algo de lo que hay que preocuparse porque bien es verdad que la corrupción es uno de los problemas importantes de este país, pero no el único, y sin duda nuestra presencia en Europa y el papel que jueguen nuestros eurodiputados en sus instituciones va a influir, y mucho, sobre la resolución de los mismos.

Si las cosas fueran normales, de lo que tocaría hablar en esta campaña electoral sería de Europa, de cómo influye en nuestras vidas y de lo que cada partido propone para las instituciones europeas

Y, sin embargo, hoy no se habla de otra cosa que del caso Cuadrifolio, que afecta al PSOE de Castilla-La Mancha y al modo presuntamente ilegal que utilizó para financiarse, y que recuerda mucho a otros casos conocidos como Gürtel o Filesa. A pesar de esto, me van a permitir que, en un ejercicio de fidelidad a mí mismo, ponga este asunto en cuarentena y les pida que no se dejen llevar por las primeras impresiones y esperen a ver si la Justicia decide actuar en este caso o, por el contrario, considera que no hay tal.

Verán, no deja de resultarme muy sospechoso que cierto tipo de noticias, especialmente las que afectan a la corrupción, aparezcan justo cuando los ciudadanos son llamados a las urnas. Y me consta que, en este caso, la fuente de información se localiza en la propia empresa implicada y no en la Junta de Castilla-La Mancha, como podría suponerse...

En otras ocasiones han sido los propios partidos políticos o Gobiernos los que han utilizado determinada información sobre el contrario para 'torpedear' su campaña electoral. Lo hizo Rubalcaba siendo ministro de Interior cuando apareció el caso Gürtel en plena campaña de las elecciones vascas y gallegas de hace ya cinco años, pero este no es el caso, sino que más bien parece que es el fruto de un cierto 'ajuste de cuentas'.

Hace meses, y aquí viene lo de la 'fidelidad a mí mismo', me puse en guardia ante algunas de las informaciones que venía publicando el diario El Mundo sobre el caso Bárcenas, y el tiempo ha venido a darme la razón en la medida en que no se han podido demostrar las acusaciones que se vertían en ellas sobre algunos de los actuales dirigentes del PP, en especial su secretaria general, María Dolores de Cospedal.

No deja de resultarme muy sospechoso que cierto tipo de noticias, especialmente las que afectan a la corrupción, aparezcan justo cuando los ciudadanos son llamados a las urnas

Bien, ahora le toca el turno al PSOE y a quien fuera su máximo dirigente en esa región tras la era Bono, es decir, José María Barreda, y me veo obligado a aplicar el mismo rasero y, al menos, poner en entredicho lo que se ha venido publicando, al menos hasta que no haya una intervención judicial que dé veracidad a las acusaciones que se han vertido y que hacen pensar que se trata más bien de una venganza por parte de la propia empresa implicada hacia los dirigentes del PSOE. Y qué mejor momento para pasar factura que la notoriedad que da una noticia como esta en plena campaña electoral.

¿Significa esto que la minusvalore? No, significa que antes de hacer juicios de valor gratuitos creo que es necesario esperar a ver qué curso llevan los acontecimientos y si la Justicia decide actuar o no… En el primer caso, seré el primero en denunciar el comportamiento inadecuado e incluso delictivo de los responsables de la Junta en aquel momento. Pero si se da el segundo caso, alguien tendrá también que dar explicaciones.

Porque no deja de ser sorprendente que la propia empresa se queje de que allí no llamara nadie a contrastar las informaciones que han aparecido en la prensa, y eso –al menos así me lo enseñaron– es la primera labor de quien escribe la información.

Pero como ya existen antecedentes en esa misma dirección por parte de los firmantes de las informaciones es por lo que considero apropiado ponerla en cuarentena. Y porque, además, entiendo que existe en nuestro país una tendencia muy poco ética a utilizar las campañas electorales para esparcir determinada porquería que en muchos casos resulta que no es tal –ya lo expuse en mi post del fin de semana a cuenta de las acusaciones de Soraya Rodríguez sobre la vicepresidenta del Gobierno y el cabeza de lista del PP, Arias Cañete–, y deberíamos empezar a pensar que estas formas de actuar hacen un daño a veces irreparable a la credibilidad del sistema y de los partidos políticos llamados a sostenerlo.