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“Regeneración sin limpieza no es regeneración”
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Federico Quevedo

Dos Palabras

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“Regeneración sin limpieza no es regeneración”

“Está muy bien que el PP haga ahora propuestas de regeneración de la vida pública, pero, en primer lugar, esas propuestas llegan tarde porque se tenían

“Está muy bien que el PP haga ahora propuestas de regeneración de la vida pública, pero, en primer lugar, esas propuestas llegan tarde porque se tendrían que haber hecho al principio de la legislatura y, en segundo lugar, es poco creíble esa apuesta por la regeneración si quienes la impulsan son los mismos que llevan treinta años sentados en el mismo sillón… Regeneración sin limpieza no es regeneración”. Con estas palabras se despachaba ayer un dirigente ‘popular’ al que el anuncio de que se van a empezar a estudiar medidas como la reducción de aforados, o la elección directa de alcaldes, o la reducción de diputados autonómicos, le ha sabido a poco.

“No me creo que eso se vaya a hacer si ahí sigue sentado Javier Arenas… ¿Qué regeneración es esa? Rajoy lleva mucho tiempo en política, es verdad, pero ha ganado las elecciones por mayoría absoluta, pero Javier Arenas y una serie de gente que de una u otra manera han tenido que ver con una etapa que ahora se ha descubierto como muy sucia del PP deberían haber dejado ya el partido hace tiempo y dar paso a gente nueva, más joven, y que no tenga nada que ver con los tiempos de Bárcenas y de Gürtel”.

Esa es la limpieza que reclama mucha gente en el PP, la limpieza y la regeneración, que pasa también por promover las listas abiertas y el recambio generacional: “Ahora se acercan las elecciones municipales y autonómicas, y ya sabemos lo que va a pasar: listas cerradas, decididas a dedo por los de siempre y en las que irán los de siempre, y a las nuevas generaciones que no tenemos nada que ver con el pasado nos dejarán fuera porque esos de siempre tienen que mantener sus feudos particulares”. La queja de este dirigente del partido no es nueva, ni es minoritaria. De hecho, son muchos los militantes del PP que sangran por esa misma herida y reclaman de la Dirección del partido cambios reales que den respuesta a ese nuevo tiempo del que todo el mundo habla pero al que nadie le pone nombre y apellidos.

Es evidente que las elecciones del 25-M y la pérdida de más de dos millones de votos han servido de acicate, han despertado la agenda dormida de la regeneración, pero también lo es que los principales partidos políticos y, sobre todo, el PP que gobierna, acometen este proceso con absoluta desgana, como creyendo que la regeneración implica acabar con muchos de los privilegios de los que han gozado durante años. Y en el fondo es así, pero también eso les va a permitir acercarse de nuevo a los ciudadanos y recabar su confianza, y no hacerlo implicará que la desafección siga creciendo y que la ciudadanía apueste por movimientos demagógicos y populistas o, sencillamente, por la abstención.

Es un error creer que sólo la economía le va a permitir al PP recuperar el voto perdido. Es probable que la reactivación económica y la vuelta a la creación de empleo le permitan frenar su caída e, incluso, recuperarse un poco, pero no parece suficiente si eso no va acompañado de una apuesta real por la regeneración que implique cambios importantes como las listas abiertas, las primarias por norma y no por conveniencia, la reforma de la ley electoral y, sobre todo, una profunda limpieza en los partidos para que los ciudadanos no tengan ninguna duda sobre su compromiso con la ética y la transparencia.

Y vale que en el PP se ha apartado de toda responsabilidad pública a aquellos directamente implicados en casos de corrupción como todo lo relacionado con Gürtel, pero hay todavía dirigentes de ese partido que, cuando menos, tienen una responsabilidad moral por todo lo que pasó que siguen ahí y hace ya tiempo que tendrían que haber dejado paso a otros sobre los que no recayera ni una sombra de sospecha. Regeneración sin limpieza no es regeneración, y en el PP falta esa limpieza a nivel nacional, falta esa limpieza profunda en sitios como Madrid o Valencia, donde Fabra ha hecho mucho pero no todo; en Galicia, donde a pesar de los esfuerzos de Feijóo sigue habiendo elementos de la vieja guardia del partido directamente relacionados con la corrupción.

El PP corre el riesgo de vincular regeneración con medidas de austeridad, y no se trata de eso, sino de convencer a los ciudadanos de que no se van a volver a repetir comportamientos que sacuden la ética y la moral públicas, y que si se producen serán castigados con absoluta firmeza. Tan simple, y a la vez tan complicado, como eso.

“Está muy bien que el PP haga ahora propuestas de regeneración de la vida pública, pero, en primer lugar, esas propuestas llegan tarde porque se tendrían que haber hecho al principio de la legislatura y, en segundo lugar, es poco creíble esa apuesta por la regeneración si quienes la impulsan son los mismos que llevan treinta años sentados en el mismo sillón… Regeneración sin limpieza no es regeneración”. Con estas palabras se despachaba ayer un dirigente ‘popular’ al que el anuncio de que se van a empezar a estudiar medidas como la reducción de aforados, o la elección directa de alcaldes, o la reducción de diputados autonómicos, le ha sabido a poco.

Mariano Rajoy Javier Arenas Alberto Núñez Feijóo Caso Gürtel