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Qué barata sale la demagogia, ¿verdad, Pablo Iglesias?
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Federico Quevedo

Dos Palabras

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Qué barata sale la demagogia, ¿verdad, Pablo Iglesias?

Me gustaría saber qué opinan Iglesias y los suyos sobre si debemos o no desembolsar más dinero de nuestro bolsillo para ayudar a los ciudadanos griegos

Foto: Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. (Reuters)
Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. (Reuters)

Hace unos días Juan Carlos Monedero publicaba una tribuna en este mismo periódico bajo el título de "El Paso de las Termópilas de la reestructuración" en el que hacía un denodado esfuerzo por justificar lo que ya se aventuraba como la capitulación de Alexis Tsipras ante el resto de Europa, y presentaba a Grecia y a su primer ministro como aquellos 300 que resistieron hasta la muerte al ejército de los Jerjes… Primer detalle: aquellos murieron defendiendo su posición, estos han hincado la rodilla.

A míMonedero me cae bien, es un leninista entrañable, y seguramente hasta podamos estar de acuerdo en algunas cosas. Lo estamos, por ejemplo, en que fueron Gobiernos de izquierda y de derecha los que engañaron sistemáticamente a las autoridades europeas haciendo creer que las cuentas de Grecia eran unas muy distintas de las reales. Lo estamos también en que probablemente en los años más duros de la crisis la troika sometió al pueblo heleno a un ajuste excesivamente duro, y que las consecuencias de eso se midieron en términos de voto a Syriza en las últimas elecciones.

Unos y otros han hecho cosas mal. Hoy parece evidente que Europa no puede ser solo una unidad de mercado y que los cambios que empiezan a producirse en algunos países tendrán que verse reflejados en las estructuras de la Unión, pero negarle a la UE haber aportado a Europa uno de los periodos más largos de paz, estabilidad y prosperidad es como negar que todas las mañanas amanece por el Este.

Negados a aceptar una taza de caldo, su propio primer ministro les acaba de obligar a aceptar no dos, sino una docena por lo menos

Acusaba Monedero en su tribuna a Europa de haber ejercido “presiones y más presiones hasta que el gobierno de Syriza hizo lo correcto: pedirle al pueblo autorización para negociar con las potencias imperiales acantonadas a las puertas de la ciudad”. Una imagen muy bélica, no sési extraída del imaginario de Juego de Tronos que tanto veneran los chicos de Podemos, pero rotundamente falsa y engañosa. Las potencias imperiales son naciones soberanas que lo único que hacen es pedirle un esfuerzo añadido a sus ciudadanos para ayudar a Grecia.

España, en concreto, va a aportar 10.000 millones de euros más, y me gustaría saber –porque no lo he escuchado–quéopinan Pablo Iglesias y los suyos sobre si debemos o no desembolsar más dinero de nuestro bolsillo para ayudar a los ciudadanos griegos. Y no es un dinero que nos sobre, precisamente. Segundo: es mentira que el referéndum tuviera la intencionalidad de pedir al pueblo griego una autorización… De haber sido así, la pregunta era bien sencilla: “¿Autoriza al Gobierno a negociar con las autoridades europeas las condiciones de un nuevo rescate a Grecia? Sí/No”.

Decía Monedero que 'los griegos han ganado'… No, han perdido, y han perdido lo único que les quedaba: la dignidad

Pero no fue eso lo que se preguntó, sino –de una forma un tanto enrevesada–si el pueblo griego estaba de acuerdo con las condiciones que las autoridades europeas ponían a Grecia, no ya para un nuevo rescate, sino para extender el anterior. Y el pueblo, empujado además por su primer ministro, dijo que “no”. La consecuencia de eso ha sido que negados a aceptar una taza de caldo, su propio primer ministro les acaba de obligar a aceptar no dos, sino una docena por lo menos. Y eso gracias al apoyo de los únicos partidos que después de haber cometido muchos errores han entendido que solo volviendo a la senda de la seriedad y la transparencia en el ejercicio del poder puede salir Grecia de su profunda crisis, es decir, la izquierda moderada del PASOK y la derecha moderada de Nueva Democracia.

¿Qué han dicho ahora los dirigentes de Podemos? Pues casi nada, más allá de ese grito un tanto bochornoso de Pablo Iglesias a Tsipras: “Aguanta, que llegamos”. Se lo podía haber enviado por SMS, que habría quedado muy propio. ¿Con quiénes están ahora los chicos de Podemos? ¿Con los griegos que han salido a la calle a protestar contra el Gobierno que les ha mentido y engañado, precisamente lo mismo que Monedero reprochaba a los anteriores? ¿O con un Tsipras entregado a la ‘casta’ de socialistas y conservadores para no perder el cargo?

Decía Monedero que “los griegos han ganado”… No, han perdido, y han perdido lo único que les quedaba: la dignidad. Y se la ha hecho perder un populista que no ha dudado en traicionar todos sus principios para mantenerse en el poder. El problema de la demagogia es que sale muy barata a quienes la practican, y muy cara a los pueblos que la sufren.

Hace unos días Juan Carlos Monedero publicaba una tribuna en este mismo periódico bajo el título de "El Paso de las Termópilas de la reestructuración" en el que hacía un denodado esfuerzo por justificar lo que ya se aventuraba como la capitulación de Alexis Tsipras ante el resto de Europa, y presentaba a Grecia y a su primer ministro como aquellos 300 que resistieron hasta la muerte al ejército de los Jerjes… Primer detalle: aquellos murieron defendiendo su posición, estos han hincado la rodilla.

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