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Feijóo se juega su futuro (y el de Rajoy) a cara o cruz
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Federico Quevedo

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Feijóo se juega su futuro (y el de Rajoy) a cara o cruz

Hace tiempo que Feijóo quiere dar un paso en su carrera política y volver a Madrid, y las circunstancias actuales le hacen creer, además, que podría ser el sucesor del propio Rajoy

Foto: El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. (EFE)
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. (EFE)

El pasado mes de junio, en una reunión interna del partido en Galicia, alguien le preguntó a Alberto Núñez Feijóo después de que éste se reuniera con Mariano Rajoy, si iba a ir a formar parte del Gobierno, a lo que Feijóo contestó (no es literal) que “para la mierda de crisis que va a hacer, no merece la pena”. En aquellas fechas Rajoy tenia previsto cambiar a cuatro ministros, pero el “no” de Feijóo que sólo aceptaba ir como vicepresidente, le hizo cambiar de planes.

Semanas después, ya metidos en julio, de nuevo alguien volvió a preguntar a Feijóo sobre su futuro, y este contestó (esto si es literal) “lo decidiré en enero”. Lo mismo volvió a responder a la misma pregunta en agosto, a pesar de que para entonces y en algún acto allí en Galicia el propio Rajoy le había señalado como el mejor candidato para las elecciones autonómicas de principios de 2016. Pero hace tiempo que Feijóo quiere dar un paso en su carrera política y volver a Madrid, y las circunstancias actuales le hacen creer, además, que podría ser el sucesor del propio Rajoy e, incluso, hasta presidente del Gobierno sin haber pasado como candidato al puesto por las urnas.

Feijóo quiere dar un paso en su carrera política y volver a Madrid, y las circunstancias actuales le hacen creer, además, que podría ser presidente

Explico, para que se entienda, algo que allí en Galicia ya está en boca de todos. En unos meses habrá elecciones generales –el 20 de diciembre, como vengo diciendo desde el pasado mes de abril sin que nadie me haga caso aunque al final tendré razón-, y pueden pasar tres cosas: la primera, que el PP gane las elecciones pero se quede tan lejos de la mayoría que una coalición de izquierdas que sumen a PSOE-Podemos y el resto de partidos a la izquierda del Parlamento se haga con el poder; la segunda, que el PP se acerque a la mayoría absoluta lo suficiente como para necesitar apoyos puntuales para la investidura y pueda gobernar en solitario (es decir, en torno a los 160 escaños) lo cual llevaría a Mariano Rajoy a repetir mandato: y la tercera, la que casi todo el mundo considera como más probable, es que el PP gane pero por la mínima, es decir, que consiga la mayoría absoluta sumando a Ciudadanos e, incluso, a Unió Democrática de Catalunya y algún otro partido regionalista -UPN y Foro, por ejemplo-, lo cual haría difícil la continuidad de Rajoy si hacemos caso a lo que en privado y casi en público está diciendo el líder de C’s, Albert Rivera.

Tanto en el primero como en el tercer escenarios, el PP tendrá que elegir o un líder de la oposición o un candidato a la presidencia del Gobierno, y es aquí donde entran en juego las aspiraciones de Feijóo. En el banquillo del PP hay nombres suficientes para elegir, desde el propio Feijóo, hasta el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, pasando por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la presidenta de la CAM Cristina Cifuentes, la secretaria general, María Dolores de Cospedal y algún nombre más que todavía suena.

Sin embargo, lo lógico es que el líder de la oposición o el candidato formen parte del Parlamento, lo cual dejaría fuera de la carrera a Cifuentes que difícilmente podría dejar la Presidencia de la CAM a solo unos meses de haberla ganado. Cospedal ya no tiene la fuerza que hubiera supuesto una nueva mayoría absoluta en su Comunidad. Sáenz de Santamaría y Alonso tienen buena prensa en Ciudadanos, pero a la vicepresidenta le falta respaldo de partido, y a Alonso se le ve como un buen líder de la oposición pero todavía verde para ser presidente del Gobierno.

En ese tablero de ajedrez, Feijóo tiene todas las cartas, menos una: ser diputado. ¿Qué puede hacer? Dos cosas: la primera, apostar claradamente por su salto a Madrid y anunciar en noviembre que deja la Presidencia de la Xunta en manos de su segundo, Alfonso Rueda, para encabezar la lista al Congreso por A Coruña junto a su amigo Carlos Negreira. Pero esta opción sería muy evidente y todo el mundo lo entendería como un intento de asaltar la fortaleza de Rajoy.

Hay una segunda opción, que le permite además mantener la Presidencia de la Xunta hasta el momento oportuno, y es ir a las elecciones cerrando la lista de A Coruña –otra vez con su amigo Negreira-, es decir, lejos de un puesto de salida, pero situando por delante peones dispuestos a sacrificarse en bien del jefe, y siempre podría vender esa decisión como una implicación directa y desinteresada en una campaña en la que el PP se lo juega todo. Y cuando digo todo, es todo.

El pasado mes de junio, en una reunión interna del partido en Galicia, alguien le preguntó a Alberto Núñez Feijóo después de que éste se reuniera con Mariano Rajoy, si iba a ir a formar parte del Gobierno, a lo que Feijóo contestó (no es literal) que “para la mierda de crisis que va a hacer, no merece la pena”. En aquellas fechas Rajoy tenia previsto cambiar a cuatro ministros, pero el “no” de Feijóo que sólo aceptaba ir como vicepresidente, le hizo cambiar de planes.

Alberto Núñez Feijóo Mariano Rajoy