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Rajoy no va a ser presidente, y debería ir haciéndose a la idea
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Federico Quevedo

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Rajoy no va a ser presidente, y debería ir haciéndose a la idea

El rechazo a Rajoy no viene solo del PSOE, ocurre tres cuartos de lo mismo en C's, aunque este partido estaría dispuesto a mirar para otro lado si hubiera algún entendimiento entre el PP y el PSOE

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. (EFE)

Este sábado se celebra el esperado comité federal del PSOE. Esperado porque, supuestamente, del mismo debe salir una propuesta que aclare lasituación de bloqueo que ahora mismo hace imposible la elección de un Gobierno que dé algo de estabilidad al país. Yo no sé lo que va a pasar el sábado, aunque hay algunos posicionamientos previos que ya conocemos y que evidentemente van a condicionar la decisión final.

Sabemos que hay un sector del PSOE, básicamente la dirección que lidera Pedro Sánchez, que apuesta por un pacto de izquierdas -que necesariamente incluiría a fuerzas independentistas porque si no la aritmética no sale- para llegar al poder, y otro que integra a buena parte de los barones y la vieja guardia del partido que reniega de un pacto con Podemos y preferiría cualquier otra salida dentro de todas las alternativas que ya se han escrito y descrito hasta la saciedad durante estos días, desde la Gran Coalición hasta las elecciones anticipadas.

Solo hay una cosa en la que todos, y he podido hablarlo estos días con alguno de los barones más críticos con Sánchez, están de acuerdo: no quieren a Rajoy. El rechazo al presidente del Gobierno no viene solo del PSOE, ocurre tres cuartos de lo mismo en Ciudadanos, aunque este partido estaría dispuesto a mirar para otro lado si hubiera algún tipo de entendimiento entre el PP y el PSOE, pero eso no parece que vaya a ocurrir. Lo que en principio parece más probable es que el aparato del Partido Socialista se salga con la suya, a pesar de los barones -y baronesa-, y se logre un pacto de perdedores que lleve a Sánchez al poder, aunque sea para convertirse en el ama de llaves de Pablo Iglesias.

Pero pase lo que pase, lo que ya parece incuestionable es que Mariano Rajoy no va a ser presidente del Gobierno. En la entrevista que le hacían a Felipe González en 'El País', el expresidente se hacía eco de ese rechazo y abogaba por que Rajoy se hiciera a un lado para desbloquear la situación. Yo no descarto que ocurra, y lo he escrito, pero en principio el presidente en funciones parece empeñado en seguir adelante hasta lograr la investidura por agotamiento. Y no va a pasar.

Hay quien dice que lo de Valencia ha sido un ‘golpe de gracia’ para forzarle a dar un paso a un lado y permitir a otros buscar un acuerdo que con él parece imposible

El acuerdo sobre su persona, en el sentido de que no puede ser él quien salga elegido presidente, es unánime en el Parlamento, y debería, como digo, ir haciéndose a la idea. Es verdad, como él dice, que esa posición es en parte injusta porque hay más de siete millones de ciudadanos que le han votado. Pero también lo es que si querían votar al PP, no tenían otra opción, porque entre otras cosas en ese partido se sigue eligiendo a los candidatos sin primarias.

Hay quien dice que lo de Valencia ha sido un ‘golpe de gracia’ dado a Rajoy desde dentro del partido, para forzarle a dar un paso a un lado y permitir a otros asumir la responsabilidad de buscar un acuerdo que con él al frente parece imposible. No es descartable que eso haya sido así, pero no sabría decir ahora mismo quién sería la persona, el dirigente del PP adecuado para afrontar esta etapa.

¿Soraya? Demasiado implicada en la labor del Gobierno en la pasada legislatura y con muy pocos apoyos en el partido. Cifuentes y Feijóo, que serían, sin duda, las dos personas preferidas por la militancia del PP, no son diputados en el Congreso, luego para ellos sería imposible ejercer la labor de oposición -otra cosa sería si hubiese elecciones anticipadas-. ¿Cospedal? De haber revalidado la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, seguro que estaría arriba en la quiniela. Alonso se ha comprometido con el PP del País Vasco, porque esa fue la condición que se le puso si quería la defenestración de Arantza Quiroga para sustituirla.

Este es el problema con el que se encuentra un PP que ha dependido demasiado de Rajoy y no ha sabido encontrar alternativas. De ahí que a Albert Rivera tampoco le importe demasiado quedarse con el PP en la oposición, porque sabe que él puede convertirse en el referente del centro-derecha en ausencia de un líder claro e indiscutible en las filas populares. Y si hay elecciones anticipadas, el PP deberá buscar otro líder que de verdad implique una verdadera renovación que tanta falta hace en el Partido Popular, porque de lo contrario el efecto rechazo puede volverse en contra de un PP al que, en principio, deberían beneficiar unas nuevas elecciones.

Este sábado se celebra el esperado comité federal del PSOE. Esperado porque, supuestamente, del mismo debe salir una propuesta que aclare lasituación de bloqueo que ahora mismo hace imposible la elección de un Gobierno que dé algo de estabilidad al país. Yo no sé lo que va a pasar el sábado, aunque hay algunos posicionamientos previos que ya conocemos y que evidentemente van a condicionar la decisión final.

Mariano Rajoy Ciudadanos