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Por qué creo que este domingo va a ganar Unidos Podemos
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Federico Quevedo

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Por qué creo que este domingo va a ganar Unidos Podemos

Hoy, a días, casi horas, de acudir a las urnas, tengo la certera impresión de que en el país de los ciegos el tuerto se lleva el premio. Y el tuerto es Podemos, y los ciegos todos los demás

Foto:  Los líderes de Podemos, Pablo Iglesias (i), y de Izquierda Unida, Alberto Garzón. (EFE)
Los líderes de Podemos, Pablo Iglesias (i), y de Izquierda Unida, Alberto Garzón. (EFE)

Sé que compito con todas las encuestas, con la opinión de la mayoría de los expertos, con la certeza argumental de esos compañeros míos que van a las tertulias a defender los sacrosantos principios de Génova o de Ferraz –yo no lo hago, y así me va, a mucha honra-. Lo sé, y si al final me equivoco no pediré disculpas sencillamente porque me alegraré de haberme equivocado. Pero hoy, a días, casi horas, de acudir a las urnas, tengo la certera impresión de que en el país de los ciegos el tuerto se lleva el premio. Y el tuerto es Podemos, y los ciegos todos los demás.

Los últimos sondeos, esos que no se pueden publicar porque nuestra absurda y casposa ley electoral lo prohíbe, dicen que la coalición de Iglesias y Garzón está ya a tres puntos del PP, es decir, dentro del margen de error de todas las encuestas. Y la victoria o la no victoria se juega por muy pocos votos en un puñado de provincias. Pero, más allá de las encuestas, tengo la sensación de que este país, que el pasado 20 de diciembre ya dio un aviso a su clase política, en vista de que ésta hizo bastante poco caso, ahora tiene intención de castigarla severamente. Lo percibo. Lo presiento. Y ellos también lo perciben y lo presienten, y no hay nada que influya más en una victoria que las ganas de obtenerla, y debo decir que son los que transmiten con una mayor claridad y rotundidad ese deseo de ganar.

Los demás parecen haber llegado a esta campaña arrastrados por las circunstancias, sin ideas, sin proyectos, con líderes obsoletos y desgastados. Sólo Ciudadanos se salva de esa quema, y si Albert Rivera consigue transmitir esa misma ilusión en los días que restan de campaña, a lo mejor se puede evitar que el populismo dé el 'sorpasso', no ya al PSOE, sino a la política en general. Unidos Podemos ha conseguido focalizar toda la campaña. Su estrategia ha sido un éxito. Sus mensajes han calado. Su forma de comunicar es casi perfecta… Y ha habido pocas capas sociales a las que no hayan llegado con sus propuestas.

¿Por qué van a ganar? Porque les vota gente como usted y como yo. Gente muy normal. Nada de perroflautas, okupas y antisistema

De hecho, tan solo en la franja de edad más avanzada no son primera fuerza en la preferencia de los votantes. ¿Por qué van a ganar? Porque les vota gente como usted y como yo. Gente normal, muy normal. Nada de perroflautas, okupas y antisistema… Esos, probablemente, el domingo estén durmiendo la mona hasta la noche y no voten ni a su madre. No, ellos han conseguido que les vote la gente. Gente que, como usted y como yo, se las ha visto putas con la crisis y está hasta las narices de ver cómo los grandes partidos se han dedicado todo este tiempo a gobernar sin tener en cuenta a las personas.

El PP de Rajoy ha dejado de ser ese gran partido transversal capaz de llamar al voto desde el centro izquierda hasta la derecha, ese partido que refundó José María Aznar, y se ha convertido ni siquiera en la conservadora AP de Fraga, sino en una especie de gestoría de intereses. Y el PSOE ha dejado en la cuneta de su propio conflicto existencial todas sus siglas a partir de la P, permitiendo a Unidos Podemos ocupar un espacio que igual va desde el socialismo más auténtico hasta el liberalismo.

Habrá cientos de miles de personas que les voten sabiendo que no son lo mejor para este país. Pero quieren darles una patada en el culo a los demás

Lo que va a castigar el elector el domingo es la soberbia, el envanecimiento con el que los grandes partidos han demostrado desprecio hacia las personas, y por más que en la campaña electoral se vanaglorien de lo contrario y estrechen la mano de todo el que pasa por la calle, la realidad es que eso ya no engaña a nadie. La realidad es otra bien distinta, la realidad es que desde el mismo momento en el que los grandes partidos han abandonado la lucha de las ideas, de los contenidos, de los principios, y se han abocado al 'marketing' de lo simple, de lo banal, han perdido la batalla contra un partido que ha sabido manejarse en ese terreno con una maestría formidable.

¿Ganará Unidos Podemos el domingo? No lo sé, ojalá me equivoque, porque no creo que sea lo mejor para este país, pero les digo una cosa: habrá cientos de miles de personas que les voten sabiendo eso, que no son lo mejor para este país. Pero por encima de esa premisa, lo que quieren es darles una patada en el culo a (casi) todos los demás.

Sé que compito con todas las encuestas, con la opinión de la mayoría de los expertos, con la certeza argumental de esos compañeros míos que van a las tertulias a defender los sacrosantos principios de Génova o de Ferraz –yo no lo hago, y así me va, a mucha honra-. Lo sé, y si al final me equivoco no pediré disculpas sencillamente porque me alegraré de haberme equivocado. Pero hoy, a días, casi horas, de acudir a las urnas, tengo la certera impresión de que en el país de los ciegos el tuerto se lleva el premio. Y el tuerto es Podemos, y los ciegos todos los demás.

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