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El empresario iraní Massoud Zandi, pieza clave en el viaje de Felipe González a Teherán
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El empresario iraní Massoud Zandi, pieza clave en el viaje de Felipe González a Teherán

Cuando el personal todavía no se ha repuesto del susto provocado el pasado viernes, 2 de septiembre, por la foto de Felipe González estrechando la mano

Cuando el personal todavía no se ha repuesto del susto provocado el pasado viernes, 2 de septiembre, por la foto de Felipe González estrechando la mano en Teherán del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, un político cuya máxima aspiración declarada es borrar del mapa al Estado de Israel, se supone que bomba atómica mediante, comienzan a saberse algunos aspectos interesantes capaces de arrojar luz sobre tan misterioso viaje realizado, y no es casualidad, el mismo día que concluía el plazo dado por la ONU para que Teherán abandonara su programa nuclear.

Pues bien, parece que el personaje clave de este viaje ha sido el empresario iraní Massoud Zandi Goharrizi, íntimo amigo del ex presidente González y de Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo Prisa, y algunos dicen que socios suyos en el comercio de importación de petróleo, que a eso se dedica fundamentalmente el señor Zandi, un tipo de buena presencia, de unos 48 años de edad, con residencia en Madrid y fuertes lazos con el Partido Socialista.

El padre de Zandi fue ministro de Transportes en tiempos del derrocado Sha de Persia, y, por uno de esos saltos en el vacío que suelen producir los cambios generacionales, el hijo se lleva ahora de maravilla con el régimen de los ayatolás iraníes. De modo que Zandi, presidente de una sociedad llamada Trade Petroleum, que habría sido el introductor de Felipe González ante el fanático Ahmanideyad, se dedica a importar petróleo de Irán para las refinerías españolas, naturalmente para las de Repsol YPF, y cuentan que con las comisiones que produce ese comercio se están financiando cosas tan curiosas como la Fundación Atman para el Diálogo entre Civilizaciones. Les suena, ¿no?

Juan Luis Cebrián ha introducido a Zandi en los más selectos círculos de la sociedad próxima a la progresía capitalina, ya saben, cenas chez Polanco y por ahí. La relación del trío Zandi-González-Cebrián es tan estrecha que algunas fuentes parecen convencidas de que lo de Teherán ha sido un simple viaje de negocios disfrazado con el aditamento político propio del momento, explicación poco creíble porque FG es demasiado inteligente como para prestarse en momentos tan delicados a una operación puramente comercial por más que estuviera disfrazada de encargo político.

El caso es que el presidente y mecenas de la mencionada Fundación Atman, supuesto think tank progre, es ni más ni menos que Massoud Zandi, y que la vicepresidenta es Teresa Aranda, esposa de Juan Luis Cebrián, a la que su poderoso marido ha puesto Café/Jazz/Restaurante en la exclusiva Moraleja, muy cerca del casoplón que ambos comparten.

Zandi, de quien dicen que solía visitar agencias de noticias de postín agasajando a los periodistas que le entrevistaban con caviar iraní, no es precisamente un recién llegado en España, que ya fue socio de Leopoldo Fernández Pujals, el fundador de Telepizza, en un negocio dedicado a la venta de pizzas en máquinas de vending que acabó en ruina. Su momento de gloria llegó con el escándalo Gescartera, en el que tuvo que declarar como testigo. Zandi aseguró que únicamente era amigo de Antonio Camacho y sólo mantenía algún negocio marginal con él.

Según el BOE del 7 de junio de 2005, la Fundación Atman fue constituida en Madrid por Massoud Zandi Goharrizi, Teresa Aranda Romero, Joaquín Arespacochaga Llopiz y Javier Merino de la Cuesta, el 15 de octubre de 2004, según consta en la escritura pública nº 1.499, otorgada ante el notario Juan Díez Herrera, que fue subsanada por la escritura nº 732, autorizada el 9 de marzo de 2005, ante el notario Juan Álvarez-Sala Walter.

Entre los miembros del patronato destacan, entre otros, Augusto Delkader (cadena SER y grupo Prisa), Javier Gómez Navarro, Fernando Vallespín y Rosa Regás. Gómez Navarro ha sido colocado por el Gobierno Zapatero al frente del Consejo Superior de Cámaras, mientras Vallespín ha quedado ubicado en el Centro de Investigaciones Sociológicas –el encargado del barómetro gubernamental–. La Regás, en fin, figura hoy al frente de la Biblioteca Nacional.

El lanzamiento de la Fundación Atman (un millón de euros salidos del bolsillo de Zandi) provocó una agria polémica en España al contar como speaker principal al más que polémico intelectual Tarik Ramadán, conocido radical islámico y nieto del fundador de la organización terrorista de los Hermanos Musulmanes, que ya fue invitado por Fride, (hermana mayor de la Fundación Atman, también ligada al grupo Prisa y al PSOE), a la cumbre sobre terrorismo organizada por el club de Madrid. Entre otras lindezas, Ramadán considera obligatorio el velo islámico, duda de la culpabilidad de Ben Laden en los atentados del 11-S, y aboga por la consecución final de la nación musulmana a través de la “inteligencia por etapas".

Conviene recordar que el viaje de FG a Teherán se produjo después de que Máximo Cajal, representante personal de Zapatero para la Alianza de Civilizaciones, diera pleno respaldo a Irán en sus esfuerzos por hacerse con la bomba atómica, posición que, si bien matizada, ha sido defendida también por González. Estamos pues ante la existencia en España y al lado de Zapatero de un poderoso lobby formado por personalidades del Partido Socialista y del grupo Prisa, que se caracteriza por su apoyo a las tesis del islamismo y en contra de EEUU y Occidente. Se explican así muchas de las actuaciones de ZP en la esfera internacional.

NOTA DE REDACCIÓN: Fuentes de Repsol YPF han asegurado a este diario que la petrolera no ha firmado ningún contrato con Massoud Zandi desde que Brufau ocupa la presidencia. Desde entonces, todas las importaciones de petróleo iraní que efectúa Repsol se hacen a través de la National Iranian Oil Company (NIOC).

Cuando el personal todavía no se ha repuesto del susto provocado el pasado viernes, 2 de septiembre, por la foto de Felipe González estrechando la mano en Teherán del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, un político cuya máxima aspiración declarada es borrar del mapa al Estado de Israel, se supone que bomba atómica mediante, comienzan a saberse algunos aspectos interesantes capaces de arrojar luz sobre tan misterioso viaje realizado, y no es casualidad, el mismo día que concluía el plazo dado por la ONU para que Teherán abandonara su programa nuclear.