Del encuentro privado del Rey, Zapatero y Rajoy en la fiesta de 'La Razón'

Ni Jesús Polanco en el esplendor de su imperio logró semejante hazaña: reunir en un mismo acto a Gobierno y oposición, bajo la presidencia de S.M. El Rey, y con testigos tan cualificados como el nuncio apostólico, arzobispo Manuel Monteiro, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, (JEMAD), general José Julio Rodríguez, y el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, entre otros. Poder Político en todo su esplendor, con el Ejército, la Iglesia y la Justicia por escoltas. La España eterna. El prodigio tuvo lugar anteayer noche, con motivo de la celebración del X aniversario de la fundación del diario La Razón, grupo Planeta. ¿Un éxito de José Manuel Lara? Quiá. ¡Una demostración de poderío en toda regla en ese hombre  enigmático que responde al nombre de Mauricio Casals.

La verdad es que Casals se lo había currado a conciencia. “Se trata de algo a lo que no puedes faltar”, había dicho a algunos de sus importantes amigos. En contra tenía la noche electoral norteamericana y ese mal humor que la tremenda crisis que vivimos ha desparramado por doquier. A su favor, por el contrario, jugó un evento desgraciado: el funeral que a las ocho de la tarde se celebraba en la iglesia de los Jesuitas de Serrano, en memoria del ex presidente de la CEOE, José María Cuevas. El programa parecía, pues, confeccionado de antemano para mucho notable: primero funeral en Serrano y después fiesta en la Avenida de América… ¡Que aguanten chofer y escoltas!

Y la convocatoria, ya digo, un éxito. ¿Momento álgido? El aparte que durante un buen rato hicieron Su Majestad, el presidente del Gobierno y el líder de la oposición… ¿¿De qué hablaron, bajo cientos de miradas empeñadas en seguir la escena de reojo, los tres hombres con más poder del país, símbolos del Sistema? Porque el encuentro a tres duró el tiempo suficiente como para que entraran en materia. Caras largas, sí, acorde con la situación. Pasado un buen rato, al trío se unió el jefe de la cúpula militar, el JEMAD, para identificar mejor que nada la conjunción del poder en su máxima expresión.

El cuarteto se convirtió más tarde en quinteto, con la aparición en escena de la ministra de Defensa, Carme Chacón, antes de que el núcleo se disolviera en los inevitables corrillos. Por allí andaba medio Gobierno: la vicepresidenta De la Vega y sus modelitos, el presidente del Congreso, José Bono, y ministros varios, con Miguel Sebastián –gran amigo de Casals- a la cabeza. La cúpula del PP, con Mariano al frente; la presidenta de la Comunidad de Madrid,  Esperanza Aguirre y todo su Gobierno; el alcalde, of course, que no podía faltar Gallardón en semejante sarao, y Sorayas y Leires varias, más presidentes autonómicos a gogó (Barreda, de Castilla La Mancha; Camps, de Valencia, entre otros) y un montón de empresarios de tronío, con los inevitables ladrilleros por doquier. Por no hablar de la gente de la canallesca, obviously, que andaba a salto de mata intentando pescar información en río revuelto, y el mundo del espectáculo. Ni Sara Montiel, oiga, faltó.

Presidente de La Razón y alma mater del diario, Mauricio Casals, habitante del puente aéreo Madrid-Barcelona, es el catalán con más poder tras las bambalinas que circula por Madrid. Serio, reservado, discreto, sus tentáculos llegan a todas partes. ¿Rasgo característico? Una falta de sectarismo que hace posible que puedan vivir en su derredor familias de distinto pelaje político. Un hombre obsesionado por permanecer en la sombra, aspiración que, tras la demostración del martes, ha quedado bastante en entredicho. La nota de humor la puso un chiste que corrió como la pólvora entre los invitados:

-¿Por qué no ha venido la Reina acompañando al Rey…?

-Porque está en El Corte Inglés firmando ejemplares de su libro.