Presiones sobre Mariano Rajoy para que el PP elija un candidato de consenso en Caja Madrid

Que la batalla por el control de Caja Madrid desatada por el deseo de Esperanza Aguirre de colocar a su vicepresidente en la Comunidad, Nacho González, en el puesto que hoy ocupa Miguel Blesa está teniendo un alto coste de imagen para el propio Mariano Rajoy, es un secreto a voces. Por si no lo estaba bastante, el liderazgo de Rajoy ha quedado muy tocado dentro del Partido Popular por culpa de su aparente incapacidad para coger por las orejas a Gallardón y Aguirre, sentarles en torno a una mesa en la calle Génova, y leerles la cartilla.

Tras muchos días de zozobra, todo de lo que fue capaz el líder del partido y aspirante a la presidencia del Gobierno fue anunciar la apertura de una investigación interna dirigida por María Dolores de Cospedal. La montaña parió un ratón. Pero, en plena crisis de confianza, don Mariano se largó el domingo un gran discurso, pleno de principios e ideas, en el acto de clausura del Foro Abierto del PP, discurso en el que algunos han querido ver un intento de retomar la iniciativa y salir del atolladero de una crisis interna que dura ya mucho tiempo.

"Los discursos están muy bien, sobre todo si son buenos, pero eso no basta en absoluto", dicen en el partido. El acto del domingo, sin embargo, parece haber movido las conciencias de algunos militantes influyentes, decididos a ayudar a Mariano a retomar la iniciativa. Empezando por Caja Madrid. En efecto, un grupo de destacados simpatizantes de la causa popular se disponía ayer a visitar al líder del PP en Génova para animarle a coger ese toro por los cuernos y acabar de una vez por todas con tamaño escándalo.

¿Cómo? Eligiendo un candidato de consenso de la derecha para presidir Caja Madrid, y haciendo que las banderías enfrentadas -las partidas que hoy mandan por la sierra de Madrid el brigadier  Gallardón y la capitana Aguirre- se comprometan a apoyarlo sin fisuras, lo cual implica, en buena lógica, hacer realidad ese ansiado "golpe de autoridad" que hasta el momento Rajoy no ha sido capaz de desplegar. Puede ser la última oportunidad para que el gallego, previo puñetazo en la mesa, recupere, en todo o en parte, esa capacidad de liderazgo perdida.

El asunto se antoja difícil, porque don mariano ha hecho demasiada dejación de autoridad dentro del partido, pero no imposible. ¿Quién podría ser ese candidato? Blesa ha demostrado su capacidad para manejar los distintos intereses de partidos y sindicatos presentes en la Caja, aunque su nombre supondría un trágala para Aguirre. En la vicepresidencia se encuentra un hombre como Estanislao Rodríguez Ponga, secretario de Estado de Economía que fue con el último Gobierno Aznar. Son dos ejemplos y habrá otros muchos -Luis de Guindos, Manuel Pizarro, etc.-. Solo falta saber si Mariano Rajoy será capaz de imponerse y poner orden entre las filas de la derecha.