Es noticia
El caso del falso robo en un lujoso restaurante madrileño con Preysler y Boyer de comensales
  1. España
  2. El Confidente
El Confidencial

El Confidente

Por

El caso del falso robo en un lujoso restaurante madrileño con Preysler y Boyer de comensales

Ruido de cubiertos y murmullo de conversaciones bajo una luz ambarina en los salones de un lujoso restaurante madrileño. El cálido ambiente contrasta con las heladas

Ruido de cubiertos y murmullo de conversaciones bajo una luz ambarina en los salones de un lujoso restaurante madrileño. El cálido ambiente contrasta con las heladas calles del barrio de Salamanca, por donde no camina un alma. Isabel Preysler y su marido, Miguel Boyer, disfrutan de una cena en pareja en una de las mesas más discretas del establecimiento. Justo cuando el camarero se acerca a verter algo más de vino blanco en la copa de Boyer, unos gritos rompen la armonía de la escena.

Un grupo de atracadores irrumpe en el restaurante. Están armados y llevan el rostro cubierto por un pasamontañas. Aterrorizan a los clientes, neutralizan al personal del restaurante y en unos segundos se apoderan de un suculento botín: el dinero guardado en el local y los efectos personales de los comensales. Preysler y Boyer se parapetan tras la mesa, temerosos de que se desencadene un tiroteo. Pero, en un abrir y cerrar de ojos, los ladrones han huido dejando en estado de shock a la distinguida clientela.

Pasados unos minutos, unidades de la Policía Nacional llegan al lugar. Las víctimas tratan de explicar lo sucedido con el miedo todavía en el cuerpo. Los agentes apenas encuentran pruebas para identificar a la banda de atracadores. Ha sido un trabajo limpio, propio de los grupos que operan de forma itinerante por España. Los clientes forman corrillos donde lamentan el incremento de la inseguridad, que afecta a los locales y habitantes de algunas de las calles más exclusivas de la capital.

Este es el relato de los hechos que se ha difundido en los últimos dos meses por Madrid, como una nueva leyenda urbana que ejemplifica el temor al aumento de la criminalidad en estos tiempos de crisis económica. Un mito moderno y urbano, dirigido a las clases medias y altas, con mensaje nítido: ya no hay forma de estar seguro, ni siquiera en los lugares más selectos, donde no llegaba el lado oscuro de la sociedad.

Un bulo que los responsables del restaurante afectado consideran que ha sido inventado para perjudicar su imagen. "Desde hace un tiempo hemos estando oyendo este rumor, pero es rotundamente falso", explicaron desde el restaurante. Pero la historia ha adquirido ya tanta verosimilitud que son muchos los clientes que pasan por el establecimiento y expresan sus condolencias; o los curiosos que llaman para obtener más información sobre las características del robo. Quizás, su apariencia real provenga de la creciente probabilidad de que estos sucesos se repitan en nuestro país. Por ahora, el autor de la leyenda mantiene su anonimato, mientras el restaurante sigue funcionando. 

Ruido de cubiertos y murmullo de conversaciones bajo una luz ambarina en los salones de un lujoso restaurante madrileño. El cálido ambiente contrasta con las heladas calles del barrio de Salamanca, por donde no camina un alma. Isabel Preysler y su marido, Miguel Boyer, disfrutan de una cena en pareja en una de las mesas más discretas del establecimiento. Justo cuando el camarero se acerca a verter algo más de vino blanco en la copa de Boyer, unos gritos rompen la armonía de la escena.