Carla Bruni no pudo encontrarse con su admirado Thierry Henry por culpa del Barça-Chelsea

La primera dama francesa, Carla Bruni, regresará a París con cierto mal sabor de boca por culpa del FC Barcelona. Durante su estancia en España, no tuvo la ocasión de lucir modelitos ni ensayar sus estudiadas posturitas delante de un hombre por el que siente gran admiración, Thierry Henry. El delantero, de origen francés y jugador del Barça, era uno de los escogidos personalmente por Bruni para ser uno de sus invitados de honor en la cena de gala del Palacio Real la noche del 27 de abril.

 

La culpa de la ausencia de Henry hay que dársela al calendario de la Copa de Europa. El encuentro entre los chicos de Pep Guardiola y el Chelsea en la semifinal de la Champions impidió que Henry fuera uno de los 600 invitados al banquete. El club azulgrana informó a la primera dama francesa que era imposible que el jugador fuera a la recepción, ya que debía estar toda esa noche concentrándose con todo el equipo. Ahora, Thierry Henry se debe encontrar en la desafortunada lista de los pocos, si es que hay alguno, hombres que han dado calabazas a Carla Bruni.

 

La visita a España del presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy -también conocido como el marido de Bruni-, y su mujer, ha despertado tanto o más interés entre la prensa rosa que entre la seria. Uno de los rumores que corre es que han habido auténticas peleas para ser uno de los invitados en la cena de gala que los monarcas españoles, don Juan Carlos I y doña Sofía, celebraban en honor de esta visita, la primera de Sarkozy a España como presidente.

 

Entre los invitados a la cena, se encontraban personalidades como el ex presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, el ex jugador del equipo merengue Zinedine Zidane e incluso el torero Curro Romero, este último invitado personalmente por Sarkozy, que por lo que se sabe es un defensor del arte del toreo. Así que mientras el presidente de Francia pudo disfrutar de su ídolo del toreo, su esposa se tuvo que quedar con las ganas de poder pasar una velada con el jugador del Barça, uno de sus confesados ídolos.