La infanta Cristina, de la cárcel al oculista

Entre aplausos y sonrisas fue recibida la infanta Cristina de Borbón en la prisión asturiana de Villabona. No es que hubiera cometido ningún delito sino que doña Cristina inauguró en el centro penitenciario un programa dirigido a informatizar a los presos a través de monitores veteranos (miembros de la Asociación de Mayores Asturianos Voluntarios de Informática).

El pionero proyecto, subvencionado por la Fundación La Caixa, se exportará a otras prisiones del país. En el trullo, la duquesa de Palma animó a los internos a reinsertarse y aprovechar la oportunidad de las clases de informática: “¡Tenéis que acudir a clase!”

El aula carcelaria cuenta con doce ordenadores, impresora, escáner y cañón proyector financiados por la Fundación donde la infanta ejerce como directora de la Obra Social. El ciberaula se encuentra en el Módulo Libre de Drogas de la prisión asturiana de Villabona. Tras el distendido encuentro con los “ciber-reclusos”, la infanta se mostró campechana y recorrió los talleres donde los internos realizan distintas actividades. En la visita fue obsequiada con un bolso de cuero made in prision.

La infanta no necesita gafas

Antes de su emigración a Washington, prevista para el próximo mes de septiembre, la esposa del consejero de Telefónica Latinoamérica Iñaki Urdangarín aprovechó la ocasión para visitar el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega y revisar su vista. El resultado fue “satisfactorio”, según los oftalmólogos oficiales del reino.

Hace ocho años doña Cristina fue operada de miopía y astigmatismo en la prestigiosa clínica ovetense, desde entonces suele acudir a revisiones periódicas. A continuación doña Cristina almorzó con Luis Fernández-Vega y su esposa, Victoria Cueto-Felgueroso.

El pasado 16 de abril, sus padres los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía, acudieron al mismo centro oftalmológico para inaugurar las nuevas instalaciones dedicadas a investigación. Entonces, según la comidilla de la crème asturiana, hubo ciertos problemillas de protocolo. Por lo visto, los prestigiosos oftalmólogos, vinculados con el Partido Popular, no fueron invitados al almuerzo organizado por el socialista presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, en el Salón de los Espejos del hotel balneario de Las Caldas.

Fabada y solomillo de xata roxa

Al final, los Reyes actuaron de intermediarios para que los Vega fueran invitados. Así las cosas, el sanedrín del Gobierno asturiano de coalición PSOE-IU disfrutó de un real almuerzo. Don Juan Carlos pidió fabada y solomillo de xata roxa. Doña Sofía degustó una sopa de bogavante del Cantábrico y un ligero mero de segundo; como maridaje se sirvió vino asturiano de Cangas. En el postre destacó unas milhojas con queso de afuega´l pitu. La mesa estaba preparada para 22 comensales que se convirtieron en 30…. El overbooking de personalidades eclipsó la puesta de largo de la ministra de Sanidad y Política Social Trinidad Jiménez que departió con el presidente del Principado.

Tapias, El Pocero, el Padre Angel

Los oftalmólogos oficiales del reino lograron reunir en el Principado de Asturias a un exquisito bouquet de la jet nacional. El constructor Francisco Hernando, alias Paco El Pocero; el naviero Fernando Fernández-Tapias, acompañado de su bella esposa Nuria González que escuchaba embelesada los consejos del Padre Ángel; o el primogénito de la Casa de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, duque de Huéscar.

El proyecto de los Vega pretende seguir investigando para erradicar la ceguera y convertir el prestigioso centro en la meca de la I+D+i internacional. Las obras han supuesto una inversión de 6 millones de euros, financiada en parte por la familia Masaveu a través de su Fundación; otros representantes de la clínica destacaron que la inversión total superó los 25 millones de euros. Entre los invitados destacó también la presencia del hereu, Fernando Masaveu, acompañado de su esposa Carolina Compostizo y la nueva dircom del grupo, Alicia Castro Masaveu.