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Felipe González se lo monta con el Rey y sus amigos en Casa de América
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Felipe González se lo monta con el Rey y sus amigos en Casa de América

Bonita operación de promoción personal o simple baño de vanidad el que hoy se dispone a regalarse a sí mismo el ex presidente del Gobierno, Felipe

Bonita operación de promoción personal o simple baño de vanidad el que hoy se dispone a regalarse a sí mismo el ex presidente del Gobierno, Felipe González, investido para la ocasión de  “Embajador Extraordinario y Plenipotenciario para la Conmemoración de las Independencias de las Repúblicas iberoamericanas”, así, como suena, ni más ni menos, título equiparable en colorido y majestad al famoso Archipámpano de las Indias y de los Grandes Expresos Europeos. 

En efecto, a lo largo de este lunes tendrá lugar en la Casa de América, plaza de la Cibeles, un tal “Acto institucional para la conmemoración de los bicentenarios de las independencias iberoamericanas” en el que quien parte y reparte el bacalao es Felipe González, rodeado de una buena colección de más o menos ilustres amigos (suyos) latinoamericanos, miembros del Gobierno, incluido el presidente Zapatero, periodistas del diario El País y… del Rey Juan Carlos, naturalmente, figura muy apropiada para dar realce y colorido a este tipo de festejos. Un acto, pues, de Felipe González and friends.

Una tenida en la que solamente intervendrán dos empresarios, dos hombres acostumbrados a sufrir y soltar la pasta por debajo de la mesa en Latinoamérica y que, cómo no, serán los que corran con la cuesta de este evento, que a buen seguro se pondrá en un pico, con desplazamientos, hoteles y demás incluidos. Todo se dará por bien empleado si a Antonio Brufau, presidente de Repsol, y a Javier Monzón, de Indra, el esfuerzo les sirve para mejorar la situación de sus respectivas empresas al sur del río Grande. Al fin y al cabo, el rimbombante acto de hoy es una iniciativa de lobby puro, y ya se sabe que una buena labor de lobby cuesta su peso en oro.
 
Típico ejemplo de sectarismo à la page, ni un solo representante del Partido Popular en esta conmemoración de las “Independencias de las Repúblicas Iberoamericanas”. ¿Para qué contar con la oposición…? Lo avalan los últimos descubrimientos de la historiografía socialista: los marineros de La Niña, La Pinta y La Santa María eran todos militantes del PSOE pertenecientes a las agrupaciones locales de La Rábida y Palos de la Frontera, en Huelva, de las que eran responsables políticos los hermanos Pinzón, sin olvidar al propio Cristóbal Colón, presidente para la ocasión de la Junta de Andalucía. ¿Qué pinta entonces alguien del PP en una efeméride que tenga que ver con la América hispana? Nada de nada.

El acto en sí mismo se inicia a las 10,30 de la mañana de hoy con un saludo a los presentes de Su Majestad el Rey, que actuará como telonero del gran José Luis Rodríguez Zapatero, quien tendrá ocasión de explayarse cómodamente en su conocida doctrina sobre la Alianza de Civilizaciones. La conferencia inaugural (“El futuro de la Comunidad Iberoamericana. ¿Qué podemos hacer juntos?”) corre a cargo, naturalmente, de la estrella del evento, que es al tiempo su organizador, el ya mencionado Felipe González. No hay noticia de que entre los oyentes vaya a encontrarse Carlos Slim, el millonario mexicano para quien González trabaja, con gran aprovechamiento, desde hace lustros. 

También están previstas mesas redondas varias, debates, pausas, cafés…, y un acontecimiento del que sin duda estará hoy pendiente la gran prensa internacional: una conferencia de la Vicepresidenta Primera del Gobierno, que además es también –algo que desconocía la inmensa mayoría de los españoles- presidenta de la Comisión Nacional para la Conmemoración de las independencias de las Repúblicas Iberoamericanas, María Teresa Fernández de la Vega, que versará sobre el sugestivo tema de “España y los Bicentenarios Iberoamericanos”. ¿Hora? Las 4,30 de la tarde. Realmente apasionante. Imperdible.

Bonita operación de promoción personal o simple baño de vanidad el que hoy se dispone a regalarse a sí mismo el ex presidente del Gobierno, Felipe González, investido para la ocasión de  “Embajador Extraordinario y Plenipotenciario para la Conmemoración de las Independencias de las Repúblicas iberoamericanas”, así, como suena, ni más ni menos, título equiparable en colorido y majestad al famoso Archipámpano de las Indias y de los Grandes Expresos Europeos.