Rabieta de Aguirre al enterarse de que su palacete asturiano luce propaganda de IU para las europeas

Menuda pataleta se cogió Esperanza Aguirre cuando sus caseros la llamaron por teléfono para comunicarle que Izquierda Unida había colgado una pancarta publicitaria para las próximas elecciones europeas del 7-J en las mismísimas rejas del palacete que su familia consorte posee en Pravia (Asturias). En el anuncio reza: "Ante la crisis, Izquierda Unida". Así las cosas, ahora el muro de la residencia veraniega de la lideresa amaneció más político que nunca. Ante las muestras de provocación, la oposición ha declarado que en la finca no figura ningún cartelito de "se prohíbe pegar carteles".

Esperanza Aguirre se escapa algunos fines de semana a su retiro de Pravia en cuanto comienza el buen tiempo primaveral. Su familia consorte regenta el palacio de la Marquesa de Casa Valdés, en la que fuera capital del reino astur en época del rey Silos. Fernando Ramírez de Haro, conde de Murillo, su esposo, desciende del marqués Félix Valdés de los Ríos, quien mandó construir el histórico edificio. Allí la lideresa aprovecha para reflexionar y trazar las líneas maestras de su gestión en la Comunidad de Madrid.

En la temporada pasada, ella misma afirmó que la tranquilidad del pueblo asturiano le otorga la prudencia necesaria para elaborar su plan anticrisis. Además, en el palacio de su familia consorte encuentra privacidad, descanso y libertad de movimientos.

En Pravia, aunque esté de vacaciones, la presidenta dedica las primeras horas del día a trabajar. Más tarde, doña Esperanza recorre el mercado de frutas y verduras del pueblo y desayuna en la pastelería Siola. Además, es una asidua de las corridas de toros en Gijón, como una turista más.

Por supuesto, siempre tiene tiempo para practicar su deporte favorito en el Real Club de Golf de Castiello, donde sus colegas murmuran con sorna que "cada año tiene mejor swing". En realidad, los más envidiosos cotillean que su hándicap ha empeorado de un magnífico 4 a un digno 6. Sea como fuere, en Gijón se siente como en su casa y al entrar en la plaza de toros es vitoreada al grito de "torera, torera". Ella muestra cara de satisfacción y es la primera en sacar el pañuelito blanco pidiendo orejas y rabo.

En los clubes privados de Gijón suele reunirse con su amigo Rodrigo Rato y con otros mandatarios del PP o acude a las fiestas de la jet set asturiana. En fin, si viene el próximo fin de semana seguro que pone firmes a los dirigentes de Izquierda Unida de Asturias.