La última solución de los comerciales de TVE para no quedarse en la calle

Si a los grandes les va mal, a los pequeños… Puede que Telefónica tenga que frenar sus inversiones en redes o subir sus precios finales para paliar la tasa que le ha colocado De la Vega para compensar la eliminación de la publicidad a TVE. Sin embargo, no son las telecos las que peor lo van a pasar. Y es que hay algunos en la Corporación que preside Luis Fernández que ya se ven en la reconversión… o en la calle. Un grupo de trabajadores de la dirección comercial lanzaba estos días una propuesta de financiación a la desesperada para que siga habiendo publicidad, aunque sea un poquito. Lo suficiente para que no les pase lo peor.

“¿Qué van a hacer con los 200 que estamos aquí?”, aseguraba a El Confidencial uno de los afectados cuando el Gobierno anunció su intención de reducir “drásticamente” la publicidad en TVE. Entonces no se sabía que la eliminación iba a ser total. Ahora, la propuesta que plantean los trabajadores pasa por una financiación mixta, en la que un 10% del Presupuesto de la Corporación se obtenga a través de anuncios. Se conforman con 30 minutos al día, a razón de tres minutos la hora de 14 horas a medianoche, en TVE-1. Además de 10 minutos, un minuto por hora, en La 2. En todo caso, la suerte está echada. El Ejecutivo no les escuchará.

Y podría pensarse que hace bien en el caso de los trabajadores de la dirección comercial de TVE. Primero, son parte interesada. Y, segundo, no parece que su planteamiento esté muy trabajado. Sin embargo, sí son más rigurosos los planteamientos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) y del Consejo de Estado, que coinciden con el de los abnegados comerciales. Paradójicamente, ambos organismos plantean la conveniencia de que se hubiera optado por una entrada en vigor de la medida de forma progresiva, con el fin último evitar distorsiones en el mercado de la publicidad.

“Una gradación de la medida (en el sentido de aplicarla progresivamente a lo largo de varios ejercicios) que permitiera al mercado publicitario adaptarse a la nueva situación podría evitar tensiones sobre los precios”, recomienda la CMT. En su análisis del sector, el supervisor deja claro que, para que los ingresos que dejará de percibir RTVE pasen a sus competidores, “desde el punto de vista teórico, o bien subirían los precios del minuto de publicidad televisiva o bien aumentaría el número de minutos de publicidad”. En román paladino, como lo segundo no puede ser por ley, pasará lo primero.

Claro que estos argumentos no preocupan mucho a los trabajadores de TVE afectados. Su obsesión es que se evite que sean las privadas quienes financien parte del presupuesto de la Corporación. En su planteamiento, abogan porque la programación infantil, de 7 a 21 horas apenas tenga un minuto de publicidad cada 60 minutos. Es lógico que no quieran que nadie les interrumpa mientras se recrean con un nuevo pase de Los Mundo de Yuppi. Es ahí donde deben vivir si piensan que pueden mover un ápice la voluntad de la inconmovible De la Vega. Aunque, en el fondo, no vayan tan desencaminados.