La ruleta de la presidencia del Barça y un aliado inesperado de Laporta: el suegro de Duran Lleida

El 2010 será un año pródigo en elecciones. Cataluña sufrirá dos citas con las urnas muy diferentes entre sí: habrá elecciones autonómicas y elecciones a la presidencia del FC Barcelona, donde Joan Laporta ya no se puede presentar por mor de los estatutos del club pero donde quiere dejar todo atado y bien atado.

 

El año que nos espera hasta la primera cita electoral promete ser movido. Laporta tendrá varios frentes abiertos, uno interno y los demás externos. El interno hace referencia a su sucesión. Y es que el máximo mandatario del més que un club se ha encontrado últimamente en una posición incómoda. La entrada en la junta del economista Xavier Sala i Martín, interpretada como el ungimiento de tal directivo como delfín de Laporta no sentó nada bien a alguno de los que ya se veían como candidatos. Es el caso de Jaume Ferrer, que el año pasado, a última hora, se echó atrás en la moción de censura a Laporta y acabó apoyando a éste. Fue un favor inmenso de los que es difícil olvidarse.

Ahora, la margarita se deshoja entre Sala i Martin y Ferrer. En privado, Laporta había dejado caer que el economista podría ser un buen candidato como sucesor suyo. Pero Ferrer no se resigna a ser segundón y planteará batalla. Las querencias de Laporta, según dicen quienes comparten confidencias con él, son maleables y ya no juega a un solo caballo ganador. En otras palabras: no le desagrada que Ferrer sea quien asuma las riendas del Barça.

La campaña, en estos momentos, está en fase embrionaria y pronto tendrán lugar los entrenamientos que preceden a la gran carrera. Pero Laporta es consciente de que ha de presentar a un equipo sólido porque tendrá enfrente a dos pesos pesados: Sandro Rosell, que deportivamente es un lince, y Ferrán Soriano, actual presidente de Spanair, que entiende de números y que abandonó la cúpula del FC Barcelona no hace mucho por desavenencias con su jefe.

El aliado inesperado

Pero el mandamás del Barça tendrá que hacer frente a un año que puede suponerle un auténtico desgaste por algunas operaciones inmobiliarias en las que está inmerso. Y aquí tiene a un aliado de peso. De peso porque es uno de los hombres que mueven más intereses en Cataluña a pesar de que no es dado a los focos de las cámaras. Se trata de Josep Colls Alsius, suegro del líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida.

No es que Laporta pretenda ahora entrar en política -en tal caso, no aterrizaría nunca en UDC, sino en algún otro partido nacionalista-, sino que los intereses crematísticos son similares: los dos tienen en propiedad terrenos en la última zona agrícola de Hospitalet de Llobregat, localidad lindante con Barcelona, que ahora pretenden recalificar para construir siete u ocho bloques de oficinas, un concesionario de coches de gama alta y, posiblemente, un hotel de lujo.

Los terrenos (más de 539.000 metros cuadrados de superficie) tendrían que haber sido el embrión de lo que en su momento se llamó Parque Agrario del Llobregat. Fue una promesa del actual ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, cuando aún era alcalde de la ciudad. Lejos ya aquellos tiempos, ahora se quieren recalificar para convertirlos en terrenos destinados a servicios excepto 210.000 metros cuadrados que serían un gran parque ciudadano, el más grande de la ciudad.

Laporta es dueño de una parcela de 3 hectáreas que incluye una masía barroca catalogada. El dirigente deportivo es dueño de los terrenos a través de la compañía Hakerson International, en la que comparte accionariado con dos de sus vicepresidentes (Joan Franquesa y Alfons Godall) y con Anna María Lloveras, esposa del alcalde de Sant Cugat, Lluís Recoder, uno de los valores en alza de CiU.

Colls Alsius, por su parte, es uno de los directivos de Luidan, la empresa que, junto a Grup Inmobiliari Castmor, compró la mayor parte de los terrenos (Ver El Confidencial del pasado lunes día 8 de junio). Pero, además, Colls tiene un peso enorme en el sector de la automoción, ya que es uno de los hombres de confianza de Quadis, la mayor red de concesionarios de España y se sienta en los consejos de administración de las firmas que representan a Mercedes y a Peugeot. De ahí que ya se haya hecho público el interés de los de Quadis en posicionarse en la zona. A todo ello, se ha de añadir que el presidente de Quadis, Joan Manuel Soler Pujol, es amigo personal de Laporta, con lo que el círculo se cierra.

Desde los allegados al presidente del Barça se insiste en que éste no ha movido un dedo -es más, se finge incluso indiferencia por lo que suceda con los terrenos-: son las otras empresas propietarias las que llevan la voz cantante. Y ha sido Quadis quien presentó en el Ayuntamiento de Hospitalet el proyecto de construcción. En otras palabras, los buenos oficios de Joan Manuel Soler y Josep Colls le pueden sacar las castañas del fuego a Laporta. Ellos dan la cara y el presidente del Barça queda como ajeno al pelotazo urbanístico. Cierto que Duran Lleida no tiene nada que ver en el asunto -no así su esposa, que trabaja en el gabinete de su padre-, pero desde su entorno se temen que la coincidencia pueda ser utilizada de manera poco ética.