Las compañías peligrosas de Rajoy en la Davis: le sientan al lado de… los familiares de Correa

El presidente de la  Federación Andaluza de Tenis decía en plena Copa Davis que cualquier evento que se haga en Marbella tiene un impacto mediático difícil de alcanzar por otras ciudades. Y no se equivocaba porque, al parecer, que Rajoy se sentara a escasos metros de los familiares de Francisco Correa el sábado en Marbella va a traer cola.

 

Dentro de los ‘populares’, ya hay quien dice que se le va a caer el pelo al jefe de protocolo que se le ocurrió sentar al líder de la oposición tan cerca de los familiares del principal implicado del caso Gürtel. Como ya informó El Confidencial, los familiares de la mujer de Francisco Correa son los dueños del coso taurino donde se desarrollaba la Copa Davis este fin de semana en la ciudad andaluza. Pero nadie advirtió al pobre Rajoy, con la que está cayendo, que tenía enfrente a estos señores.

Algunos de su partido dicen que fue una trampa, otros que fue un simple descuido de protocolo. Durante su periplo por la Costa del Sol, Rajoy, que no admitió una sola pregunta de la prensa, no hizo alusión alguna a los casos de corrupción en los que están implicados miembros del PP. Y cuando este diario le preguntó por el ‘caso Bárcenas’ y el de Camps, dijo que era más interesante hablar de tenis que de estos señores.

Antes de llegar al palco de ‘los Correa’, Mariano había hecho toda una arenga de buenos propósitos en Estepona, localidad en la que la ‘operación Astapa’ supuso la detención del entonces alcalde socialista, Antonio Barrientos, y de varios ediles. Allí alentó a los suyos, como más tarde hiciera con Verdasco, y les dijo que espera que "pase a gobernar el PP", con lo que "se acaban los líos, se vuelve a la normalidad y comienza la eficacia. Eso es lo que queremos para Estepona, ni más ni menos, un gobierno como el de Marbella”. Y se quedó tan pacho.

Por si fuera poco, Javier Arenas, el gran perdedor del PP de Andalucía, se envalentonó y anunció que los ‘populares’ llevarán una propuesta al Congreso y al Senado para pedir "que se estudie la posible disolución del Ayuntamiento de Estepona y se le dé la palabra a los ciudadanos”. De lo que no dijo nada fue de los trajes de Camps. Y eso que, que se sepa, a Valádez, el alcalde actual de Estepona, aún no le han cosido ningún traje que no haya pagado de sus bolsillos para que tenga que abandonar un Ayuntamiento democrático.