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El CNI puede descansar: el mayor especulador del mercado ha sido descubierto

El CNI ya puede abandonar sus arduas investigaciones por los bajos fondos de los mercados financieros (que también los hay, no se crean) y echarse una

El CNI ya puede abandonar sus arduas investigaciones por los bajos fondos de los mercados financieros (que también los hay, no se crean) y echarse una siestecilla. El mayor especulador en contra de los países periféricos de la zona euro, el principal culpable de la "conspiración planetaria" (Pepiño dixit) contra estos adalides de la ortodoxia económica y la disciplina fiscal, ha sido descubierto.

Pero el hallazgo no ha venido de la mano de la Inteligencia española, sino el periódico griego Kathimeri. Y resulta que el malvado instigador del susto morrocotudo que se llevaron en febrero los Gobiernos de Grecia, Portugal, España e Italia con el desplome de su deuda y la subida estratosférica de su riesgo país, el que ha forzado planes de rescate y durísimos programas de austeridad presupuestaria -menos en España, que sigue a lo suyo-, el responsable de la creación de nada menos que el Fondo Monetario Europeo es... un banco controlado por el Estado griego.

Como lo leen. Se trata del Hellenic Post Bank (TT por sus siglas en griego), con sede dos bloques más allá del mismísimo Parlamento de Atenas. Según este diario, el banco compró 1.200 millones de dólares en CDS (seguros contra riesgo de impago) de la República Helénica, un 15% de los 8.000 millones que existen en el mercado. Lógicamente, una compra de este tamaño por fuerza disparó el precio del CDS, es decir, el riesgo de invertir en Grecia, que fue el detonante de la crisis de febrero.

Los CDS (credit default swap) son una especie de seguro que sirve para cubrir una cartera de bonos de un país o una empresa contra el riesgo de que dicho emisor no pague los intereses o no devuelva el principal. Pero este instrumento se puso de moda con el estallido de la crisis financiera no como cobertura sino para especular contra los bancos que los inversores consideraban que iban a quebrar. Y dado el descrédito de las agencias de rating a raíz de la quiebra de Lehman, los CDS se han convertido en una referencia muy importante para medir el riesgo de invertir en un país o una institución. Eso, a pesar de la opacidad de este mercado y las sospechas de manipulación.

Volviendo a Grecia, había corrido el rumor de que algunos bancos griegos habían vendido CDS a hedge funds, los sospechosos habituales en esto de la especulación, pero a nadie se le había pasado por la imaginación que un banco griego estuviera apostando por la suspensión de pagos de su propio país. Y menos en esas cantidades.

En las mesas de trading de medio mundo la historia corrió ayer como la pólvora y provocó la hilaridad generalizada. Algunos blogs fueron especialmente sangrientos, como el de Tyler Durden, que titula su post "Un golpe tremendo para los servicios secretos griegos, alemanes y españoles". En el texto asegura: "Hemos pasado oficialmente de una tragedia griega a una comedia surrealista griega. Llevamos un mes de campaña para buscar un chivo expiatorio, en el que el primer ministro Georgios Papandreu ha dicho que escupiría en la cara del que se atreva a comprar CDS de Grecia y en el que la estupidez ha llegado hasta los servicios secretos españoles y alemanes, que dijeron que iban a espiar a los traders de CDS en Londres y Nueva York".

Como casi siempre, las conspiraciones planetarias se quedan en nada; bueno, en nada no, en una oportunidad de hacer dinero fácil aprovechando el miedo del mercado que los traders y gestores de carteras no podían desaprovechar, porque es su trabajo. Y volverán a hacerlo si la evolución de las cuentas públicas de alguno de estos países -en especial el que está haciendo menos por recortarlo- se sigue desmadrando. Ahí está el riesgo país de España subiendo de nuevo. Pero, de momento, Anacleto se puede echar a descansar con la satisfacción del deber cumplido. O no, que diría Rajoy.

El CNI ya puede abandonar sus arduas investigaciones por los bajos fondos de los mercados financieros (que también los hay, no se crean) y echarse una siestecilla. El mayor especulador en contra de los países periféricos de la zona euro, el principal culpable de la "conspiración planetaria" (Pepiño dixit) contra estos adalides de la ortodoxia económica y la disciplina fiscal, ha sido descubierto.

Deuda Crisis Banco de España