Francisco Millán, el experto en Exteriores que apunta a ‘ministrable’ de Rajoy

Nuevo nombre de ministrable más que probable que circula en medios del Partido Popular dentro de ese perfil de expertos con amplio recorrido en la Administración que Mariano Rajoy busca para su primer Gobierno si las urnas le son favorables el 20 de noviembre, tal y como adelantó El Confidencial.

En la Convención de Málaga no todo fueron discursos, arengas y manifestaciones de angustia por la gravedad de la crisis económica y las deudas de las autonomías. Los enterados del partido más próximos a Rajoy descartaban que Jorge Moragas o Gustavo de Arístegui tuvieran posibilidades de ser ministro de Asuntos Exteriores y coincidían en señalar el nombre de un experto de la confianza del presidente del partido: Francisco Millán. Es actualmente eurodiputado porque Rajoy le incluyó en el verano de 2004 en las muy disputadas listas que siguieron al desastre de las generales de marzo de aquel año.

En la Eurocámara, MiIlán lleva siete años trabajando en las relaciones entre la UE y los Estados Unidos y tiene un sólido prestigio en el Grupo Popular Europeo como experto en la materia. Diplomático de carrera, tiene la misma edad (56 años) y procede de la ciudad en la que el hoy líder de la oposición vivió y se inició en la política: Pontevedra. Además de paisano del jefe, ya fue su hombre de confianza como asesor para relaciones internacionales desde la vicepresidencia del Gobierno. Su historial de diplomático incluye además el haber sido embajador en Marruecos entre 1993 y 1996 y, después, secretario general de política exterior y director general para Europa en los primeros gobiernos de José María Aznar.

Millán, al contrario que otros dirigentes del PP -y él lo es con puesto en la dirección del partido desde el congreso de Valencia de 2008 por decisión de Rajoy- que procuran moverse en los medios de Génova como aspirantes al ascenso, es un hombre muy discreto que se consagra a su tarea en Bruselas y en el asesoramiento al presidente del partido. Entre los eurodiputados del Grupo Popular está considerado como el prototipo de político que encaja con los planes, y hasta con la personalidad, del jefe. Y, como a Rajoy, le empiezan a interpretar por sus silencios.