Chacón se va sin aprender a saludar al Rey

La ministra de Defensa deja el cargo sin aprender a saludar a Su Majestad el Rey y jefe supremo de los Ejércitos a su mando. El concienzudo plan de alejamiento para que el público que asistía al desfile de la Fiesta Nacional no viera a las autoridades -los periodistas que asistieron al acto se tuvieron que enterar de lo que ocurría por las imágenes de TVE-, no sirvió para disimular los detalles de un protocolo que la dirigente del PSC y favorita de ZP se ha negado a aprender desde el primer momento.

Chacón da la mano a Don Juan Carlos como si saludara a un votante de Mollerusa. Esto es, mira hacia arriba pese a sus zapatos de plataforma, sonríe al Monarca y ya está. Ve a José Bono a su lado inclinar ligeramente la cabeza, pero no se da por aludida. Ministras como Cristina Garmendia también conocen el protocolo y doblan la rodilla. Pero ella nada.

Chacón hace como si no fuera civil ni militar, ni hombre ni mujer, ni autoridad ni subordinada; como si se tratara de una colega de regatas del Rey, igual que Zapatero. En algunos sectores del PSOE lo consideran un signo de republicanismo, en otros un simple detalle de mala educación. Las otras ministras “progres” aunque menos nacionalistas del Gobierno, Leire Pajín y Rosa Aguilar, no se molestaron en ir.

Tres años y medio de ministra de Defensa saltándose el protocolo y las tradiciones. Don Juan Carlos la trata de tú y la llama en público Carmen, no Carme. Al Rey no lo corrige. Para salvar de los abucheos a Zapatero, Chacón evitó que el público pudiera distinguir cuándo llegaba y cuándo marchaba el todavía presidente del Ejecutivo.

Fue el último acto solemne de Chacón como “ministra de Defensa de España”. Ahora, en precampaña, toca “defender” a Cataluña.