Laporta, tras los pasos de Urdangarín: diputado, concejal, abogado… y ahora asesor deportivo

El fútbol es uno de los sectores proclives a trabar amistades similares a las que en otros tiempos florecían durante la mili. Eso es lo que, al menos, se desprende de las actividades del que fuera presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, hasta junio del 2010. No conforme con ser diputado en el Parlamento catalán, concejal en el Ayuntamiento de Barcelona y tener su despacho profesional dedicado a la abogacía, Laporta inicia ahora el camino de la asesoría deportiva, un campo en el que parece haber aprendido bastante después de 7 años presidiendo el club señero de la capital catalana.

Al ex presidente culé lo habían tanteado desde muchos lados. Por ejemplo, desde Convergència i Unió (CiU) y desde Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Él prefirió crear su propio partido, Democracia Catalana, y concurrir a las urnas en la coalición Solidaritat Catalana per la Independència (SI). Poco después, se peleó con sus socios y abandonó SI para coaligarse con ERC en las municipales. Fue el segundo de la lista, justo para salir elegido concejal. Su voto, sin embargo, se ha alineado, tanto en el Parlamento como en el consistorio, con CiU en multitud de ocasiones, desmarcándose siempre de sus ocasionales socios. Era, por así decirlo, el político más solo de Cataluña. Pero en los negocios privados no está tan solo, sino que tiene quien le quiere.

Tanto es así que a finales de julio del año pasado acudió al notario y creó una sociedad para trabajar en el terreno deportivo. La compañía, denominada Core Store, cuenta con un capital de 50.000 euros y tiene su domicilio social en el despacho profesional del propio Laporta, en la Avenida Diagonal de Barcelona. El objeto social es la consultoría deportiva “a través del desarrollo de planes estratégicos, planes de marketing, asesoramiento financiero y en patrocinios deportivos y servicios de formación y apoyo a la gestión en todos los ámbitos de organización de las entidades”. También se dedicará a “la consultoría de política deportiva a través del asesoramiento, asistencia y formación en el desarrollo, confección y aplicación de políticas deportivas, evaluación de programas y planes directores de instalaciones deportivas”.

La composición del accionariado se reparte a partes iguales entre Joan Laporta, el ex director general del Barça, Joan Oliver, y el ex tesorero Xavier Sala i Martin, que pusieron 15.000 euros cada uno. Otro ex miembro de la junta culé, el antiguo vicepresidente deportivo Rafael Yuste, puso los 5.000 euros restantes. Laporta y Oliver fueron nombrados administradores de la sociedad.

Las ocupaciones como servidor público o como abogado no parecen ser impedimento para que Laporta se sumerja en las procelosas aguas del asesoramiento deportivo, revueltas tras el caso Urdangarín, jugador de balonmano precisamente del Barcelona y aún miembro de su Fundación. Las relaciones a nivel internacional cultivadas durante los siete años que fue presidente culé se suman a las que también tienen Joan Oliver o Xavier Sala i Martin, dos hombres que han hecho negocios al otro lado del Atlántico. Core Store, pues, tiene un buen capital de partida con el que iniciar su andadura.