El ‘factor gallego’ de Paradores y la intrahistoria del nombramiento de ‘Gela’

Mucho se ha especulado con el hecho de que Ángeles (Gela) Alarcó, exmujer de Rodrigo Rato en su etapa de topoderoso vicepresidente económico con José María Aznar, haya sido finalmente nombrada como presidenta de Paradores, la última joya de la Corona, frente a otras opciones que barajaba personalmente el jefe del Gobierno.

Aunque Paradores Nacionales (obra originaria de Manuel Fraga, de la que presumió hasta su muerte) depende orgánicamente de dos ministerios, Hacienda, por un lado, e Industria, Comercio y Turismo, por otro, en realidad su dirección está monitorizada por el palacio de la Moncloa.

Tal es el caso que fue Rodríguez Zapatero quien nombró a un amigo personal de León, Miguel Martínez, como responsable de la empresa pública (por cierto, ¿dará cuenta del agujero que actualmente padece?) y en el que se han detectado serias irregularidades.

Siempre que el PP ha gobernado en España, Paradores ha estado en manos gallegas. Nadie sabe bien por qué. Es cierto que la actual presidenta Gela Alarcó es oriunda de Lugo, pero en realidad el presidente Mariano Rajoy había pensado inicialmente en otras dos mujeres para ese puesto.

La primera de ellas era Pilar Rojo, amiga personalísima, presidenta del parlamento gallego y con algún problema de salud. La otra, Carmen Pardo, una profesional del sector turístico en la vida civil, ahora jefa del turismo gallego bajo las órdenes del presidente Alberto Núñez Feijóo. Era la opción más profesional.

Sin embargo, una llamada de Rodrigo Rato a Mariano Rajoy en favor de su ‘ex’, trastocó los planes primigenios del presidente del Gobierno. Una petición así, viniendo de quien venía, tenía su aquél. Además, Alarcó no era una cualquiera sino que tenía poder y mando al frente del turismo de la Comunidad de Madrid. Pedido y hecho. Gela, presidenta de Paradores.