La nueva Bankia se gestó en un ‘think tank’ americano

Profesionales sobradamente preparados. Currículos plagados de cargos de responsabilidad. Los nuevos gestores de Bankia llegan con el reconocimiento del mercado para desempeñar el mandato de sacar adelante una entidad a la que el Estado ha inyectado 23.000 millones de euros. Y así será hasta que tengan que ser juzgados por su gestión al frente del gigante financiero público

Como es sabido, el nuevo presidente ejecutivo, José Ignacio Goirigolzarri, recurrió a dos hombres de su confianza, José Sevilla y Antonio Ortega, amigos y compañeros de su etapa en el BBVA, para construir el cuadro de mando. No es tan conocido, sin embargo, el papel que ha jugado el Instituto Franklin en la configuración del nuevo núcleo duro de poder.

Este think tank estadounidense, un instituto universitario de investigación en estudios norteamericanos asociado a la Universidad de Alcalá de Henares, unió por azar en su consejo asesor a un ramillete de distinguidos ejecutivos y empresarios. Ocurrió en marzo de 2011 y un año después, tras la llamada de Luis de Guindos, se han convertido en pesos pesados de Bankia.

Curiosamente, el presidente del consejo asesor del Instituto Franklin es el mismo José Ignacio Goirigolzarri, que por esas fechas hacía sus pinitos como inversor en proyectos tecnológicos. Junto a él, como vicepresidente, Joaquín Ayuso, exnúmero dos de Ferrovial y actual vice, al que ha fichado para el consejo de administración de Bankia como independiente.

Otra de las personas de confianza de Goiri, su mano izquierda dentro del banco y con pasado en el Instituto Franklin, es Amalia Blanco, la flamante directora de Comunicación y Relaciones Externas de Bankia, que a lo largo de su pasado profesional pasó por el Santander, Ferrovial o Gamesa, y además participó en el lanzamiento como socia de la productora Vértice360.

El resto de vocales asesores del Instituto Franklin son también ilustres del mundo ejecutivo patrio, como Antonio Vázquez (Iberia) y Claudio Boada (Círculo de Empresarios), que llegaron a sonar también para formar parte del consejo de Bankia. Sin embargo, la cuota de cargos acaparada por el ministerio de Economía dejó con poca capacidad de maniobra a Goiri.