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Rajoy se desvive con La Roja: reparte camisetas entre los secretarios de Estado
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Rajoy se desvive con La Roja: reparte camisetas entre los secretarios de Estado

La pasión de Mariano Rajoy por la selección nacional de fútbol no termina en las gradas de los estadios, cuando hay partido oficial y en televisión

La pasión de Mariano Rajoy por la selección nacional de fútbol no termina en las gradas de los estadios, cuando hay partido oficial y en televisión se le puede ver dando saltos de alegría con los goles de Silva, Alba, Torres o Mata. Tampoco cuando se mete en el vestuario de los jugadores para felicitarles, una costumbre que también han recogido las cámaras.

El presidente del Gobierno es fan del equipo que entrena Vicente del Bosque cuando le ve toda España y puede intuirse que se trata de una pose de acercamiento a la popularidad de los campeones del mundo y de Europa. Pero también lo es cuando no le ve casi nadie; cuando nadie debería de contarlo.

Sin embargo, El Confidente se ha enterado de la siguiente escena protagonizada la semana pasada por Rajoy: La Moncloa, mañana de miércoles, el día de la semana en que secretarios de Estado y subsecretarios, con la vicepresidenta del Gobierno, preparan la reunión que el Consejo de Ministros celebra los viernes.

El jefe del Ejecutivo los convoca fuera de su sala habitual de trabajo y, una vez que han empezado las exposiciones de los informes y proyectos en marcha, se presenta en la sala, saluda, pide refrescos y aperitivos para celebrar el éxito de España en la Eurocopa y reparte camisetas de la selección entre secretarios de Estado y subsecretarios, sorprendidos pero atentos para cubrir en suficiente número las previsibles peticiones de sus hijos.

Rajoy seguía entusiasmado con el partido del domingo y con las celebraciones en toda España del día siguiente. En Moncloa dicen ahora que no fue para tanto, que sólo quería ver junto al equipo que prepara el Consejo de Ministros porque todavía no había tenido tiempo ni oportunidad de hacerlo. Nadie quería que la anécdota trascendiera, pero algún secretario de Estado que se perdió la reunión llamó más tarde para preguntar si había quedado alguna camiseta de sobra. 

La pasión de Mariano Rajoy por la selección nacional de fútbol no termina en las gradas de los estadios, cuando hay partido oficial y en televisión se le puede ver dando saltos de alegría con los goles de Silva, Alba, Torres o Mata. Tampoco cuando se mete en el vestuario de los jugadores para felicitarles, una costumbre que también han recogido las cámaras.

Mariano Rajoy